NUEVA DELHI – Cuando el indio Ali le propuso matrimonio a su mejor amiga, no sabía que los padres de ella tardarían seis años en aceptar su alianza porque él había nacido en una familia musulmana y ellos eran hindúes.
“Todo lo que habían oído a lo largo de su vida apuntaba a que los musulmanes eran violentos, conservadores, contundentes, etc. La idea de que yo fuera musulmán y me casara con su hija hindú era demasiado para ellos, a pesar de que me tenían en alta estima», dijo Ali, un nombre ficticio a su pedido, en una entrevista con IPS.
Esta historia es una de las pocas que ha tenido un final feliz y en que la familia de la novia no cedió a la presión social. Sin embargo, la propaganda oficial de los últimos tiempos y el creciente aumento de la islamofobia en India, echa leña al fuego en lo que ya se define como la «Yihad del amor».
La Yihad del amor es un término propagado por grupos religiosos fundamentalistas, que alegan una conspiración de los hombres musulmanes para convertir forzosamente a su religión a las novias no musulmanas con la excusa del amor.
La propagación de este concepto es quizás una de las razones por las que Ali tuvo que luchar para convencer a los padres de su esposa de que su religión no tenía nada que ver con el amor por su hija. La yihad expresa entre otras cosas la obligación religiosa de los musulmanes de expandir el Islam por el mundo.
Podría resultar fácil contrarrestar socialmente esa narrativa convertida en prejuicio y coacción, con una mayor concienciación, pero este término se ha popularizado junto con el odio asociado a él, incluyendo en ocasiones acciones violentas, en buena parte por el impulso de los partidos políticos derechistas y su éxito en convertir a estos matrimonios interreligiosos en un delito para sectores crecientes.
En este país del sur del continente asiático de 1300 millones de habitantes, la religión predominante es el hinduismo, y también es considerada tierra santa para el budismo, el yainismo y siijismo.
La religión musulmana es la segunda en número de fieles, 13,5 por ciento de la población, pero también la rival por causas históricas y estratégicas de la mayoría hindú y de sus élites que gobiernan el país, que vienen impulsando junto con un nacionalismo de nuevo cuño una creciente islamofobia.
“Las plataformas de redes sociales, como Facebook y Twitter, albergan cientos de páginas y cuentas que publican incidentes no verificados como ‘noticias reales’ de mujeres hindúes engañadas por hombres musulmanes para casarse con ellos y que terminan muertas o cautivas obligadas a convertirse al Islam y vivir en las casas de sus maridos musulmanes, supuestamente violentos», dijo a IPS la académica y activista a favor de los derechos Ashwini KP, con su base en la ciudad suroriental de Bangalore.
Una de las disposiciones más draconianas para impulsar el concepto de la Yihad del amor se produjo en el estado occidental de Gujarat, mediante la enmienda de la regional Ley de Libertad de Religión de 2021.
El abogado Isa Hakim, uno de los promotores de la impugnación contra esa enmienda, aseguró que se inscribía en ese prejuicio de la Yihad del Amor y “se ha promulgado con nada más que un objetivo comunal y, por lo tanto, se opone a la moral constitucional, a las características básicas y a los derechos fundamentales garantizados en los artículos 14, 19, 21, 25 y 26 de la Constitución” de India.
El Tribunal Superior de Gujarat acogió la impugnación mediante una orden del 19 de agosto de 2021, que suspendió la aplicación de varias secciones de la enmendada ley, incluida una disposición que calificaba los matrimonios interreligiosos como un medio para la “conversión forzosa”.
La orden, según el alto tribunal, se dictó «para proteger a las partes que solemnizan el matrimonio interconfesional de ser acosadas innecesariamente». Poco después, el gobierno federal del país decidió impugnar esta orden ante el Tribunal Supremo de la India.
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“Los datos de mi tarjeta Aadhar (documento nacional de identidad) se hicieron públicos en un grupo de Facebook. Mis padres, que aprobaban nuestra alianza, recibieron llamadas en las que se les amenazaba con ‘graves consecuencias’ si no impedían nuestro matrimonio», explicó Shital, otra víctima de la campaña contra bodas de hindúes con musulmanes.
Ella se vio forzada a cancelar el matrimonio debido a estas amenazas a la seguridad familiar.
Asif Iqbal, cofundador de Dhanak Humanity, una organización promovida por un grupo de parejas interreligiosas, dijo en una entrevista con IPS que iniciaron la organización porque no había ningún sistema de apoyo para las parejas de fes diferentes que intentaban casarse utilizando la Ley Especial de Matrimonio.
El objetivo de la esa institución es organizar a la gente contra el fanatismo religioso, que en India la impulsa en el especial el mayoritario hinduismo y su poder político, económico y social.
“Me hicieron pasar seis horas en una comisaría de Delhi. El agente de investigación intentaba indagar sobre una posible conspiración, ya que fui la última persona con la que habló una pareja interconfesional antes de fugarse. El chico era musulmán, y la chica hindú”, explicó Iqbal.
El miedo a los grupos de vigilantes, tanto en la red como en los espacios físicos reales, está tan extendido que incluso las marcas que se de alguna manera son vistas como respaldando a los matrimonios interreligiosos, sobre todo cuando el novio es musulmán, son señaladas como promotoras de la Yihad del amor.
Un ejemplo reciente fue el de una popular marca de joyas que representaba a una mujer hindú y a un hombre musulmán casándose. El anuncio fue troleado en las redes sociales, hasta que la empresa lo retiró de todos los foros.
Para las parejas que quieran desafiar las leyes draconianas, el único recurso son los tribunales. Sin embargo, lo preocupante es que la acusación de Yihad del amor se enfoca contra la minoría musulmana y criminaliza a sus hombres en una sociedad con frecuentes incidencias de islamofobia.
T: MF / ED: EG