WASHINGTON – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) manifestó este miércoles 11 su preocupación por la “nueva práctica” de Estados Unidos, de expulsar por avión, hacia el sur de México, a miles de migrantes, invocando razones de salud pública.
Matthew Reynolds, representante de Acnur para Estados Unidos y el Caribe, advirtió que “las personas o familias a bordo de esos vuelos que puedan tener necesidades urgentes de protección corren el riesgo de ser devueltas a los mismos peligros de los que han huido en sus países de origen”.
Es el caso de miles de migrantes de países centroamericanos como El Salvador, Guatemala y Honduras, que han huido de la violencia y persecución ejercidas por bandas dedicadas a la extorsión, trata de personas, tráfico de drogas, asesinatos y otros delitos.
Reynolds dijo que “estos vuelos de expulsión de no mexicanos al interior profundo de México constituyen una nueva y preocupante dimensión en la aplicación de la orden de salud pública relacionada con la covid-19, conocida como Título 42”.
Bajo el paraguas del Título 42 (salud pública) del Código de Reglamentos Federales de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump (2017-2021) alegó la situación creada por la pandemia covid-19 para disponer desde marzo de 2020 la devolución de migrantes en su frontera sur hacia el interior de México.
“Las personas o familias a bordo de esos vuelos que puedan tener necesidades urgentes de protección corren el riesgo de ser devueltas a los mismos peligros de los que han huido en sus países de origen”: Matthew Reynolds.
La estadounidense Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP en inglés) reportó la expulsión, en la frontera sur y bajo el Título 42, de 197 043 personas de marzo a septiembre del año pasado, y de 751 844 desde octubre de 2020 hasta junio de 2021.
En medio de un verano boreal sumamente caluroso, los arrestos de inmigrantes para ser deportados en la frontera de Estados Unidos son los más elevados en décadas, han indicado medios independientes y organizaciones humanitarias.
De acuerdo con sus instrucciones, la CBP prohíbe la entrada de personas que “potencialmente representan un riesgo para la salud”, ya sea por las restricciones de viaje previamente anunciadas o por “haber ingresado ilegalmente al país con el fin de eludir las medidas de detección médica”.
A las personas y a las familias se les está negando el acceso a las pruebas de protección y a los procedimientos de asilo de Estados Unidos, expuso Acnur.
La agencia de la ONU sostiene que las expulsiones aumentan el riesgo de devolución en cadena, es decir la devolución por parte de sucesivos países de personas vulnerables en peligro, lo que contraviene el derecho internacional y los principios humanitarios de la Convención de Refugiados de 1951.
“Todos los gobiernos tienen la obligación de defender estas leyes y principios en todo momento”, recordó Reynolds.
Según Acnur, las expulsiones pondrán a prueba la sobrecargada capacidad de respuesta humanitaria en el sur de México, aumentarán el riesgo de transmisión de covid a través de fronteras y contrarían compromisos internacionales para compartir responsabilidades sobre desplazamiento y migración.
Desde el inicio de la pandemia Acnur ha mantenido que la protección de la salud pública y la garantía del acceso al asilo son totalmente compatibles.
Incluso en casos en los que la covid se ha disparado por momentos, muchos países han puesto en marcha protocolos eficaces, como exámenes sanitarios sistemáticos, pruebas y medidas de cuarentena, para proteger simultáneamente y con éxito tanto la salud pública como el derecho humano a solicitar asilo.
Reynolds recordó también que la agencia está dispuesta a apoyar a Estados Unidos, a México y a todos los países en las acciones y enfoques que salvaguardan la salud pública de manera efectiva sin sacrificar el derecho básico de cualquier persona que huye de la guerra, la violencia o la persecución, a acceder a un territorio seguro.
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