JOHANNESBURGO – Los activistas y defensores de la juventud de Asia pidieron una revisión de un sistema que excluye a los jóvenes de la participación en la formulación de políticas durante un intercambio con legisladores de 23 países del continente.
Los representantes de la juventud consideraron que debe crearse un marco político que elimine las desigualdades y barreras que soportan, como una reforma crucial para incrementar y mejorar su participación.
Más de 100 representantes de la juventud y legisladores participaron en un Diálogo Intergeneracional de Parlamentarios y Defensores de la Juventud de Asia orientado a debatir sobre la participación juvenil en la gobernanza social y política. El seminario web fue organizado por la Asociación Asiática de Población y Desarrollo (APDA) y apoyado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Centro Y-PEER Asia-Pacífico.
Hitoshi Kikawada, Secretario General de la Federación de Parlamentarios Japoneses para la Población (JPFP), dio la bienvenida a los delegados en el “innovador” diálogo, estructurado como una plataforma para “escuchar las voces de los jóvenes, incorporar las necesidades de los más jóvenes y construir un futuro mejor”.
Björn Andersson, director regional de UNFPA, dijo que el diálogo daría impulso al sentimiento «nada sobre nosotros, sin nosotros».
“Demasiados jóvenes siguen quedándose atrás de forma significativa. Siguen existiendo desigualdades e inequidades, sobre todo en la educación, el empleo, el acceso a los servicios y la participación política», planteó Andersson, y añadió que el impacto de la pandemia de covid-19 había exacerbado tanto los retos como las desigualdades.
Los migrantes juveniles, los jóvenes de las zonas urbanas pobres, las niñas y las mujeres jóvenes, las personas con discapacidad, los miembros de la comunidad LBTQI+ y los que viven con el VIH se enfrentan a una mayor explotación, violencia y problemas de salud mental. Tienen poco acceso a los servicios sanitarios y a la protección.
“Los jóvenes deben participar en todas las etapas de la elaboración de políticas, desde el diseño, la planificación y la aplicación hasta la evaluación”, sentenció Andersson.
La representante juvenil Situ Shrestha informó de los resultados de una encuesta rápida que mostraba que más de 50 % de los encuestados decían que «no participaban en ningún tipo de consulta o diálogo con el gobierno a ningún nivel».
La activista nepalesa afirmó que no había buenas plataformas para la participación de los jóvenes, que la comunicación era ineficaz y que a menudo los jóvenes no confiaban en las políticas del gobierno. Solo un compromiso significativo podría reducir estas brechas, consideró Shrestha.
La diputada pakistaní Romina Khursheed Alam dijo que el foro de jóvenes parlamentarios incluía a miembros de hasta 45 años.
Acogió con beneplácito una colaboración internacional para la participación de los jóvenes y expresó su preocupación por las repercusiones de los protocolos de covid, que incluyeron confinamientos en los que los problemas de salud mental se hicieron prominentes y aumentaron la violencia, las drogas y otros problemas sociales entre ese grupo etario.
El representante de la juventud de Sri Lanka, Ram Dulip, destacó como los jóvenes utilizaron los medios sociales para plantear los problemas socioeconómicos que experimentaron sus comunidades durante la pandemia. También subrayó que la covid demostró el potencial de liderazgo de los jóvenes.
“No solo están en primera línea como trabajadores sanitarios, sino que también están haciendo avanzar la salud y la seguridad en su papel de investigadores, activistas, innovadores y comunicadores», dijo Dulip.
Por ello, añadió, los responsables de la toma de decisiones deben tener esto en cuenta y comprometerse a garantizar que las voces de los jóvenes formen parte de la solución para una sociedad más sana, segura e igualitaria.
Asimismo, el parlamentario de Sri Lanka Hector Appuhamy planteó que los países deben saber utilizar la naturaleza innovadora de los jóvenes en su beneficio económico y social y consideró que un parlamento juvenil sería el mecanismo más para impulsar su voz política, social y productiva para beneficio de sus sociedades.
“Los jóvenes deben participar en la toma de decisiones críticas”, dijo Siva Anggita, de Indonesia. Esto incluye, detalló, el acceso a los presupuestos, ya sean nacionales, regionales o locales, para garantizar la financiación de los programas para su desarrollo.
A Anggita le preocupa que, hasta ahora, cuando se incluye a los jóvenes en la participación política, «no es un secreto que proceden de entornos privilegiados».
“Por lo tanto, es importante hacer cambios en el sistema político que incluya a todos los jóvenes. Para que todos los jóvenes tengan las mismas oportunidades», planteó la delegada juvenil.
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La moderadora, Ayeshwini Lama, de Buthan, dijo que la encuesta realizada a los jóvenes durante la consulta preparatoria del encuentro había confirmado las opiniones expresadas y situaba las reformas políticas como una de las tres principales recomendaciones.
Sarah Elago, de Filipinas, expresó su preocupación por el hecho de que, si bien la conectividad a internet había garantizado que los trabajadores estuvieran conectados a sus entornos de trabajo, tenía algunas connotaciones negativas, como «la vigilancia digital y los problemas de privacidad».
Sin embargo, elogió a los jóvenes filipinos por su participación en muchos proyectos para mitigar el impacto social de la covid, como el de las cocinas comunitarias, que ayudaron a «combatir el hambre y la pobreza, exacerbadas por la pérdida masiva de empleos y medios de subsistencia».
La defensora de los jóvenes Fura Sherpa pidió una conexión directa con los responsables políticos y planteó que llegó la hora de abandonar los sistemas en los que se legislaba sobre los jóvenes sin consultarlos.
“No ha habido una participación real de los jóvenes en la creación de políticas sobre la juventud», dijo la nepalí Sherpa, y esto, subrayó “tiene que cambiar” y la política debe replantearse para incluir en su ejercicio la «participación real» de la comunidad joven.
El foro pidió tres cambios principales.
El primero fue un marco político propicio que implique la colaboración y el diálogo entre los gobiernos y los jóvenes. El segundo una reforma impulsada por las necesidades de los más jóvenes, con políticas revisadas y modificadas en función de los nuevos retos. Y el tercero, la inclusión de los jóvenes y otros grupos marginados en la toma de decisiones.
El inédito diálogo con los representantes juveniles fue bien acogido por los parlamentarios participantes.
Ananda Bhaskar Rapulu, diputado de India, dijo que el debate le había dado esperanzas porque era un hecho que los legisladores habían aprendido de las observaciones y aspiraciones planteadas por los jóvenes.
Mariany Mohammad Yit, exdiputada de Malasia, dijo que, aunque en su país existe una Política Nacional de Juventud, no hay hasta ahora datos que permitan evaluar su éxito. Comentó que no estaba segura de que el gobierno se tome en serio la participación de los jóvenes.
Esa duda fue, de hecho, una percepción que fue protagonista durante las intervenciones en el Dialogo digital.
T: MF / ED: EG