Con bolsas cargadas de recuerdos y el cuerpo de su hijo Damián, Raúl Tercero recorrió el país de frontera a frontera, en un trayecto ininterrumpido de más de 2000 kilómetros. Las paradas fueron escasas. La caravana sólo se detenía para que la Guardia Nacional realizara el cambio de estafeta. Foto: Isabel Briseño / Pie de Página