Guterres pide dejar de usar carbón para generar electricidad

El mundo mantiene un elevado consumo de carbón, y el compromiso de eliminar su uso en la generación de electricidad es el paso más importante que se debe dar para frenar el calentamiento del planeta, según el secretario general de la ONU. Foto: BP
El mundo mantiene un elevado consumo de carbón, y el compromiso de eliminar su uso en la generación de electricidad es el paso más importante que se debe dar para frenar el calentamiento del planeta, según el secretario general de la ONU. Foto: BP

Eliminar el carbón de la red eléctrica es el paso crucial para reducir el cambio climático, planteó este martes 2 el secretario general de la ONU, António Guterres, al intervenir en una cumbre virtual de la alianza para suprimir el uso de ese combustible que motorizan desde 2017 Canadá y Reino Unido.

La eliminación progresiva del carbón del sector eléctrico “es el paso más importante en consonancia con el objetivo de los 1,5 grados, y ese uso debe caer, para 2030, un 80 por ciento por debajo de los niveles de 2010”, dijo Guterres.

El Acuerdo de París, aprobado en 2015 dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), estableció el objetivo de que en el año 2050 la temperatura global no exceda 1,5 grados centígrados sobre los niveles de la era preindustrial, ni más de dos grados para el final del siglo.

El secretario general planteó que no solo es una medida ambiental adecuada, sino también desde el punto de vista económico, pues más de la mitad de la capacidad renovable agregada en 2019 logró menores costos en la generación de energía que las nuevas plantas de carbón más baratas.[pullquote]3[/pullquote]

Recordó que el 28 de febrero la secretaría de la CMNUCC publicó un informe según el cual las naciones están “muy lejos” de cumplir con el objetivo del Acuerdo de París, aunque en medio de la pandemia covid-19 crecieron los compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.

El carbón todavía proporciona cerca de 40 por ciento de la electricidad del mundo, muchos países no se comprometen de momento con su eliminación, y algunos en desarrollo en Asia, como Bangladesh, India y Vietnam antes de la pandemia aún contemplaban construir nuevas plantas de electricidad a base de carbón.

El mundo consume anualmente carbón equivalente a 3600 millones de toneladas de petróleo (algo más que en 2010). China consume aproximadamente la mitad, siete veces más que Europa o Estados Unidos. A distancia le sigue India, con cerca de 12 por ciento del consumo, según estadísticas de la trasnacional energética BP.

“Tenemos un largo camino por recorrer”, aseguró el titular de la ONU, pero destacó que aún estamos a tiempo de conseguirlo “si tomamos medidas inmediatas para acabar con los combustibles fósiles más sucios, más contaminantes y, sí, cada vez más costosos de nuestros sectores energéticos”.

Para los nostálgicos de este combustible fósil tuvo un mensaje: “Alguna vez, tiempos atrás, el carbón trajo electricidad barata a regiones enteras y trabajos vitales para las comunidades. Aquellos días se han ido”.

Dijo que los beneficios de eliminar la energía sucia exceden los ambientales y se extienden a la salud, ya que la contaminación del aire relacionada con los combustibles fósiles causa una de cada cinco muertes en el mundo cada año.

Se apoyó en la Agencia Internacional de Energía (de países industrializados), según la cual el costo de construcción de los nuevos proyectos solares es más barato que ejecutar plantas de carbón existentes en lugares como China e India.

Por todos esos motivos, Guterres llamó a los gobiernos nacionales, empresas privadas y autoridades locales a dar tres pasos, el primero de los cuales es cancelar todos los proyectos de carbón en trámite y “poner fin a la adicción mortal al carbón”.

El segundo sería cesar la financiación internacional de las plantas de carbón y trasladar la inversión a proyectos de energías renovables y, como tercero, activar un esfuerzo global para finalmente organizar una transición energética justa.

Como primer paso, Guterres instó a todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, de los más desarrollados) a que se comprometan a eliminar el carbón para 2030, y a los países que no pertenecen a ella, a que lo hagan para 2040.

También pidió a los principales emisores y usuarios de carbón que anuncien sus planes de eliminación mucho antes de la Conferencia sobre Cambio Climático que en noviembre de este año se celebrará en Glasgow, Reino Unido.

Se dirigió especialmente a los miembros del G7, las siete economías más potentes del planeta, a los que invitó a tomar la iniciativa y comprometerse con ese paso de cancelar todos sus proyectos de carbón en la cumbre que celebrarán en junio.

A los países en desarrollo que están por adoptar la transición a la energía renovable para brindar acceso universal a sus ciudadanos, les pidió compromiso con esa política, y cambios en esa dirección a los bancos multilaterales y públicos, así como a los inversionistas en bancos y fondos de pensiones.

Guterres concluyó su intervención con un mensaje optimista: “Podemos impulsar más allá del carbón y tener economías que prosperen en negocios innovadores alineados con lo que exige el mundo: desarrollo sostenible y prosperidad para las personas y el planeta. Podemos tener energías renovables y cielos azules”.

A-E/HM

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