La región de Asia y el Pacífico no está en camino de alcanzar ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados para 2030 por las Naciones Unidas, y en algunos casos hay una regresión alarmante, señaló este miércoles 16 el informe sobre progreso de los ODS elaborado por la Cespap.
La acción por el clima y por la vida submarina son las dos áreas en las que la región reúne malas calificaciones, incluso desde antes de la pandemia covid-19, de acuerdo con el estudio de la Cespap (Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico).
De los 17 ODS, en el que mejor desempeño ha mostrado la región es en el ODS 3, salud y bienestar, lo que puede explicar en parte su relativo éxito en la reducción del impacto de la covid, aunque persisten grandes desafíos, como proporcionar atención médica adecuada a la fuerza laboral o reducir las muertes prematuras.
En el conjunto de los objetivos y con su trayectoria actual, la región no va a cumplir más del 10 por ciento de la Agenda 2030, reconoció la Cespap.
Junto con el ODS 3, en el que mayores logros se han registrado es el ODS 9, que plantea construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación.
La región también ha logrado algunos avances en erradicación de la pobreza (ODS 1), hambre cero (2), educación de calidad (4) y asociación y alianzas (17) para alcanzar el conjunto de los objetivos, aunque de forma muy lenta como para llegar con los mejores resultados a 2030.
Por ejemplo, de los 4700 millones de habitantes de la región hay 640 millones en pobreza muldimensional (que mide salud, educación y nivel de vida) y la pandemia podría potencialmente duplicar ese número, advirtió el informe.
Otro ejemplo de afectación es el aumento del desempleo, 15 millones más de los 87 millones de desempleados que había en 2019 (1900 millones siguen empleados), y una pérdida de los ingresos de los trabajadores de 7,1 por ciento. Unos 829 millones de trabajadores informales fueron afectados por las medidas de confinamiento.
Algunas subregiones están bien posicionadas en varios ODS. Por ejemplo, Asia oriental y nororiental va por buen camino para erradicar la pobreza y proporcionar agua potable y saneamiento para todos (ODS 6), mientras que Asia sudoriental trabaja bien en promover la industria y la innovación sostenibles (ODS 9).
Pero en el ODS 13, que reclama adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, la tendencia en Asia y el Pacífico ha sido regresiva. La región es responsable de más de la mitad de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, que incrementan el calentamiento global.
El impacto en los desastres naturales de esta regresión se padece en la misma región, año tras año, como por ejemplo los incendios en Indonesia o las inundaciones en Bangladesh, afectando la salud y la economía de millones de personas y generando tensión en los ecosistemas.
Con respecto al ODS 14, que requiere conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos, el rezago es notable por la doble acción de la sobrepesca y la contaminación.
En el sureste asiático, por ejemplo, más de 60 por ciento de su riqueza de vida marina está en peligro por la sobreexplotación, y apenas cinco países, China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Tailandia, son responsables de más de mitad de los ocho millones de toneladas de plástico que cada año se vierten a los océanos.
A pesar de ese panorama crítico, Cespap destaca la oportunidad planteada en la “década para la acción” que se inicia, y su secretaria ejecutiva, la indonesia Armida Salsiah Alisjahbana, pidió “dejar que los ODS nos brinden nuestra brújula para reconstruir juntos, mejor y más ecológicamente”.
“Las medidas de recuperación son una excelente oportunidad para que reconsideremos nuestras opciones de vías de desarrollo que sean inclusivas, más resilientes y respeten los límites planetarios”, concluyó Alisjahbana.
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