En el mundo de la cultura se han perdido millones de empleos y miles de millones de dólares en ingresos como consecuencia de la crisis desatada por la pandemia covid-19, señaló este lunes 21 un nuevo informe y guía de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
“El sector, que representa 30 millones de empleos, lucha por sobrevivir y necesita nuestra ayuda”, declaró la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, en la presentación del documento “La cultura en crisis: guía política para un sector creativo resiliente”.
La guía contiene recomendaciones a los Estados para frenar el declive de la industria cultural y las pérdidas millonarias en empleos e ingresos, con un impacto no solo severo sino que previsiblemente se prolongará por al menos cinco años.
La crisis “sigue haciendo estragos en el sector cultural”, dice el texto, y recuerda que ya al despuntar la pandemia, en marzo, las pérdidas de ingresos de la industria cinematográfica, por ejemplo, se cifraban en 7000 millones de dólares, y en cinco años pueden totalizar 160 000 millones.
En 2020 en el sector cinematográfico posiblemente se perderán 10 millones de empleos, un tercio de las galerías de arte reducirán su personal a la mitad, y el mercado mundial de edición de libros registra una merma de 7,5 por ciento.
En la industria de la música, una interrupción de sus actividades durante seis meses podría ocasionar la pérdida de más de 10 000 millones de dólares en patrocinios.
La Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores estima las pérdidas reportadas por sus miembros en 4280 millones de dólares, lo que muestra la amenaza a los medios de vida de los artistas.
Antes de que explotara la pandemia, se preveía que el ritmo de la transición digital iba a aumentar considerablemente, pero en la práctica su aceleración superó con creces pronósticos que se creían exagerados, dice el informe.
La covid provocó que cambios calculados para cinco años se registrasen en pocos meses, y la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil (5G), la inteligencia artificial y el análisis de grandes volúmenes de datos prevén cambios mucho mayores en el próximo quinquenio, con impacto en la industria cultural.
Este año, tanto la interacción social como el consumo cultural se han visto propulsados casi por completo a pasar al universo digital, como consecuencia del confinamiento global, registró el informe.
La Unesco advierte que numerosos artistas, a menudo contratados de manera informal, serán abandonados a su suerte y que las mujeres, que ocupan una mayor proporción de empleos precarios en este sector, son particularmente vulnerables a la inseguridad social y económica.
También el campo cultural emplea a más jóvenes de 19 a 29 años que cualquier otro sector, según el reporte, e igualmente resultan golpeados por el cierre de actividades.
En el mundo hay 90 000 museos y más de 1000 sitios declarados patrimonio de la humanidad en los que se paralizan empleo y oportunidades de ingreso para profesionales como curadores, archiveros, arqueólogos, científicos, guarda parques, mediadores culturales, educadores o especialistas en comunicación.
Los museos y sitios patrimoniales a su vez forman parte del engranaje de otros sectores de actividad económica, como el turismo.
Entre las recomendaciones de políticas a seguir para frenar la caída del sector, la Unesco plantea incluir a los trabajadores y creadores en los sistemas de prestaciones sociales y de compensaciones por la pérdida de ingresos.
También, ayudar al desarrollo de competencias, para que sean más resilientes, y la compra de sus obras por parte de los Estados.
Para las empresas, organizaciones y conjuntos de la vida cultural se proponen la entrega rápida de ayudas y subvenciones, desgravámenes fiscales, préstamos en condiciones preferentes, y fortalecimiento de la infraestructura y de la competitividad, incluidos estímulos para atraer inversiones extranjeras.
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