Líderes de movimientos juveniles y sindicatos estudiantiles demandaron a las naciones más ricas del mundo que corrijan la respuesta global contra la covid-19, a la que calificaron como increíblemente desigual, sobre todo en el caso de los niños y adolescentes más vulnerables del mundo.
Los líderes juveniles se reunieron en un foro especial previo a la Cumbre del Grupo de los 20 (G20), que se realizará en forma telemática los días 21 y 22, con Arabia Saudita como anfitrión en su calidad de presidente del bloque de los grandes países industriales y emergentes.
El encuentro juvenil, realizado también por videoconferencia bajo el título de Una Participación Justa para Nuestro Futuro, fue organizado por la Campaña 100 Millones, una iniciativa del activista indio Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz 2014, que busca mejorar la vida de la infancia y la juventud.
Satyarthi, un defensor de los derechos de los niños y su acceso a la educación desde hace décadas, viene suplicando a los líderes mundiales que estén particularmente atentos a las necesidades de los niños durante la pandemia de covid-19.
En septiembre, instó a los gobiernos a exigir responsabilidades a las grandes empresas por el trabajo infantil.
Ahora, en vísperas de una cumbre del G20 que promete abordar el impacto de la pandemia en los países del Sur en desarrollo, Satyarthi pide a los miembros de ese grupo para que en su respuesta a los efectos de la pandemia sean justos el el tratamiento de las comunidades más vulnerables y expuestas.
Los gobiernos más ricos se han centrado en gran medida en rescatar empresas y economías como parte del alivio global ante la covid. Si bien esto debe hacerse, no se puede hacer a expensas de los niños más pobres y marginados del mundo, exhortó Satyarthi.
Su planteamiento es que hay que garantizar una participación justa para los niños mediante la asignación de 20 por ciento del alivio global a la covid a 20 por ciento de los niños más marginados y sus familias. A eso debe sumarse la asignación inmediata de un billón (millón de millones) de dólares, destinados a salvar más de 70 millones de vidas.
Según la agenda oficial, los líderes del G20 se centrarán en tres áreas principales: empoderar a las personas, salvaguardar el planeta y formando nuevas fronteras.
Leandra Phiri, una activista juvenil de Malawi, instó a los jóvenes a que responsabilicen a los líderes de su promesa de proveer oportunidades para todos.
“Aportar soluciones y preparar a las generaciones futuras para que no tengamos que enfrentar las cosas que nos toca enfrentar ahora mismo. Estamos ante inseguridades, desequilibrios y exclusiones. En nombre de mis compañeros de juventud, si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir”, dijo.
Ankit Tripathi, un estudiante internacional indio en Canadá, abordó el impacto perjudicial que la pandemia ha tenido en las poblaciones migrantes inherentemente vulnerables.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtieron en un documento lanzado el 11 de este mes que las medidas adoptadas para contener la pandemia alteraron los patrones de movilidad humana, con consecuencias que podrían ser dramáticas en el futuro inmediato y de mediano plazo.
Tripathi afirmó en el foro juvenil dijo que los líderes mundiales deben garantizar el acceso de los migrantes a los servicios sociales y de salud.
“Algunas de las naciones más ricas del mundo están compitiendo para aumentar la población de estudiantes internacionales en sus países tanto por el capital financiero como por el social, pero cuando se trata de brindar apoyo, ni siquiera recibimos palabras aunque sea de boquilla y mucho menos apoyo político real”, dijo.
Otra área de preocupación para los jóvenes es la violencia de género, agravada tanto por el impacto económico de la covid y el desempleo generado, como por los confinamientos y restricciones de movilidad que se han producido en buena parte del mundo para controlarlo.
Johannah Reyes, de la organización feminista Womantra, de Trinidad y Tobago, hizo un apasionado llamado a los líderes del G20 para proteger a las mujeres y los niños del abuso.
Recordó a la Cumbre del G20 que en América Latina y el Caribe las mujeres y los jóvenes son los más afectados por la pérdida de empleos relacionados con la covid y, por ello, requieren ayuda.
Destacó que su especial pérdida de empleo y de recursos vuelve a las mujeres jóvenes y en general a las mujeres más vulnerables ante la violencia machista, porque les quita herramientas para protegerse de sus agresores.
Puso como ejemplo que su organización documentó que en lo que va de año en Trinidad y Tobago se produjeron al menos 20 feminicidios y que entre las víctimas hay también mujeres venezolana, que llegaron al país huyendo del colapso económico y social en la vecina Venezuela.
Otro problema subrayado durante el encuentro juvenil es que la pandemia dejó sin educación a la infancia en mayor riesgo. En muchas partes del mundo, las restricciones de la covid forzó la masificación de trasladar la educación a la fórmula digital, pero millones de estudiantes no cuentan con equipos o acceso a internet, lo que los dejó marginados.
La lideresa del sindicato estudiantil brasileño Rozana Barroso dijo que para muchos estudiantes en su país, el hambre aumenta a medida que se amplía la brecha digital.
“El presidente Jair Bolsonaro ignora la exclusión digital de los jóvenes que no tienen acceso a Internet”, subrayó, lo que agudiza el problema porque no se establecen soluciones coyunturales y de mediano plazo.
El problema aumenta, dijo, porque muchos estudiantes en Brasil toman su comida principal, y en ocasiones la única, en las escuelas, y el cierre de las aulas, los dejó a ellos y a sus familias en una situación muy precaria.
En Malawi, los activistas de base están preocupados por el precio de que están pagando los escolares, en especial en las áreas rurales, por el cierre de las escuelas.
El Sindicato Nacional de Estudiantes de Malawi ha registrado un aumento de los embarazos adolescentes, contó su presidente, Japhet Nthala.
“Desde el cierre de las escuelas, el 28 de marzo y que duró hasta junio, hemos sido testigos de casos desenfrenados de embarazos de adolescentes y matrimonios infantiles”, denunció.
Los líderes juveniles alertaron que el hambre, los abusos de todo tipo, el desempleo y la falta de acceso a los servicios de salud y la educación son solo algunos de los problemas que con la covid sufren de manera exacerbada los niños, adolescentes y jóvenes en la población marginada del mundo.
Por ello, exigieron a los líderes del G20 una respuesta que sea mundial, equitativa, moral y justa a los impactos de la pandemia y la pospandemia.
También demandaron que los gobernantes nacionales respeten los derechos humanos fundamentales de sus ciudadanos y que brinden protección especial a los niños y jóvenes más vulnerables a la covid y a la poscovid.
Los líderes del G20 han asumido las riendas de la respuesta mundial a la covid, indicaron, y parte esencial de esa respuesta debe ser el hacerse cargo de responder a las necesidades de las personas más vulnerables del mundo.
T: MF