La covid: combinación letal para una sociedad desamparada

El crecimiento de la economía global digital puso en evidencia la escasa regulación, un marco legal que proteja al consumidor.
Durante la octava sesión de la Unctad, los países adoptaron medidas para proteger a los consumidores, en particular los países en desarrollo, de los impactos negativos de la covid y la poscovid. Entre las disposiciones se incluyó al comercio electrónico, que aceleró su expansión durante la pandemia. Foto: Unctad

La sociedad internacional asiste absorta a la irrupción de una calamidad sanitaria, al avance de la concentración monopólica empresarial y a renovados ataques contra el multilateralismo.

Ante ese cuadro, expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) observaron la indefensión de los consumidores y reclamaron la adopción de marcos legislativos que los protejan.

Eso significa la adopción o la revisión de políticas nacionales al igual que la mejora de los mecanismos de aplicación, precisó Mukhisa Kituyi, secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), quien evidenció preocupación especial por el poder dominante que ostentan las plataformas digitales en el mercado.

El tema fue debatido en la Octava Conferencia Unctad, encargada de examinar todos los aspectos del Conjunto de Principios y Normas Equitativos convenidos multilateralmente pare el Control de las Prácticas Comerciales Restrictivas, realizada entre el 18 y el 23 de octubre en su sede de Ginebra.

“Como la conferencia demostró, se necesitan cambios significativos, tanto en  marcos legislativos nacionales como en internacionales, y en sus aplicaciones, que tan bien ha identificado el secretario general Kituyi”, comentó Richard Hill,  presidente de la Asociación para una Gobernanza Apropiada de Internet (Apig, en inglés), también con sede en Ginebra.

En diálogo con IPS, Hill opinó que se necesitan en especial “nuevos marcos internacionales para gravar a la economía digital, para combatir las conductas anticompetitivas de las transnacionales y para proteger a los consumidores del uso predatorio de sus datos”.

Respecto a la protección de los consumidores, “la mayoría de las propuestas en discusión actualmente en negociaciones de libre comercio y en la OMC (Organización Mundial del Comercio) marchan exactamente en la dirección equivocada y no deberían ser aceptadas”, apuntó.

Hill, quien es también miembro de la alianza internacional de organizaciones no gubernamentales Nuestro Mundo No Está en Venta, alude a los numerosos intentos en curso de concertar acuerdos bilaterales de libre comercio, que superan la decena, y los pocos plurilaterales.

Entre estos últimos, sobresalen el en apariencia frustrado Unión Europea-Mercosur y el trabajoso de la Asociación Económica Regional Integral (RCEP, en inglés), que integran los 10 Estados de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean, en inglés) y cinco poderosos de Asia y Pacífico, como China, India, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

Cuando menciona a la OMC, Hill se refiere a iniciativas de naciones del Sur global promovidas en dos campos del comercio y vinculadas con los esfuerzos de países del Sur en desarrollo y de países menos adelantados por fortalecer sus débiles sistemas sanitarios para afrontar la pandemia de covid-19.

Estas dos propuestas se relacionan con el acuerdo de la OMC sobre Aspectos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic), que legisla sobre derechos de autor, marcas, patentes y diseños industriales.

Los países menos adelantados gozan de una exención para aplicar esas normas de Adpic que vence el 1 de julio de 2021 y ahora piden que ese beneficio se extienda por 12 años adicionales a partir de esa fecha de vencimiento.

Las naciones industrializadas,  con Estados Unidos, la Unión Europea, Suiza y Noruega como portavoces, se declararon dispuestas a examinar el año próximo la propuesta de los países más pobres.

En cambio, en la misma sesión del Consejo de Adpic, el 16 de octubre, el bloque de países industriales, sumados a Brasil y algunos países en desarrollo, entre ellos varios latinoamericanos, rechazó de plano una iniciativa de India, Sudáfrica, Kenia y Esuatini.

Esa propuesta,  apoyada por el resto de naciones en desarrollo, proponía aprobar una exención de las disposiciones de Adpic para favorecer el combate contra los efectos de la pandemia.

Los proponentes de las dos iniciativas rechazadas anunciaron que insistirán en sus demandas antes de que el Consejo de Adpic cierre en diciembre sus sesiones anuales.

Fuentes comerciales descartaron la posibilidad de que los países ricos modifiquen sus argumentos pues mostraron una oposición frontal al pedido de India, Sudáfrica, Kenia y Esuatini.

Las flexibilidades del texto de los Adpic ya ofrecen margen político suficiente para actuar en situaciones excepcionales como la actual pandemia, sostuvieron las naciones desarrolladas que, en su mayoría, hospedan a las grandes transnacionales farmacéuticas.

El otro campo de regulaciones de la OMC citado por Hill es el de comercio electrónico, en particular su característica de que está exento del pago de todo arancel en su operación de tráfico transfronterizo.

En particular el especialista refiere a una iniciativa de India y Sudáfrica, otra vez a la cabeza del mundo en desarrollo, en que proponen reconsiderar esa moratoria establecida por la Segunda Conferencia Ministerial de la OMC, en 1998, y renovada en cada sucesiva cita ministerial.

Uno de los argumentos de indios y sudafricanos señala que la moratoria beneficia a los países industriales, origen de esa modalidad comercial, y perjudica a las naciones en desarrollo siempre pendientes de los aranceles aduaneros para sostener sus escuálidos presupuestos de gastos sanitarios y sociales en general.

Una estimación de la Unctad de 2017 fijó en 10 000 millones de dólares el monto de las pérdidas potenciales causadas por la exención en perjuicio de las naciones pobres.

La suerte de la moratoria se definirá en la próxima conferencia ministerial a celebrarse, pandemia mediante, en Kazajistán, en junio de 2021.

En ese caldo de cultivo, de exenciones arancelarias y beneficios fiscales, las plataformas digitales han multiplicado en pocas décadas su poderío hasta alcanzar sus actuales posiciones dominantes en el mercado.

Kituyi destacó que esos grupos se han visto favorecidos aún más desde la irrupción de la pandemia de covid.

Los valores bursátiles y la capitalización en los mercados las mayores compañías tecnológicas figuran con registros en alza desde marzo de 2020, cuando se adoptaron las primeras medidas de confinamiento, dijo el secretario general de la Unctad.

De esa manera, las grandes plataformas digitales encontraron incentivos para absorber las empresas nacientes del sector y fortalecer en consecuencia su poder de mercado, explicó.

Ese aspecto, las fusiones y adquisiciones entre empresas, fue uno de los temas de la Octava Conferencia.

Uno de los documentos de la Unctad presentados en ese encuentro identifica por su valor de mercado a las 10 mayores empresas del mundo, según datos de 2019.

Por valor decreciente la lista la componen Saudi Aramco (petróleo), Apple, Microsoft y Alphabet (las tres tecnológicas),Amazon (servicio al consumidor), Berkshire Huthaway (tecnología), Alibaba (servicio al consumidor), JP Morgan Chase (finanzas) y Terence Holdings (tecnología). Desde 2015, Alphabet es la matriz de Google.

ED: EG

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