El Banco asiático de Desarrollo (BAD) comenzó a financiar 17 proyectos, por 320 millones de dólares, para mejorar el suministro de agua potable, saneamiento y drenajes en ciudades de 14 Estados insulares poco desarrollados del océano Pacífico.
En la subregión “cada vez más personas se mudan a ciudades, con el riesgo de más asentamientos informales desatendidos y una mayor propagación de enfermedades, pero la entrega de servicios sostenibles puede mejorar vidas”, observó Jingmin Huan, del Departamento del Pacífco en el BAD.
Los archipiélagos reúnen una población de 12,5 millones de habitantes, pero excepto Papúa Nueva Guinea, que tiene una población de 8,5 millones, la mayoría de los pequeños países está habitada por solo decenas o cientos de miles de personas.
Más de la mitad es urbana en siete países: Islas Cook, Fiji, Kiribati, Islas Marshall, Nauru, Palau y Tuvalu, con una atracción creciente para las personas porque son centros de comercio, de gobierno y de oportunidades, pero cada vez con más asentamientos informales según reportes del BAD.
Los países de la subregión, pequeños y en su mayoría con pocos recursos, están dispersos sobre grandes extensiones del Pacífico, lo que dificulta y encarece la provisión de servicios, además de que están expuestos a desastres naturales y a los efectos del cambio climático que opera sobre el planeta.
El impacto de la pandemia covid-19, principalmente sobre la actividad turística que es una fuente sustancial de ingresos para varios de esos países, provocará en 2020 un retroceso de -4,3 por ciento en las economías de la subregión, según el BAD.
Los programas de apoyo a la infraestructura sanitaria, dotación de agua potable y drenajes ante el impacto de temporales, se desarrollarán principalmente en 2021, y en 2022 deben agregarse otros 26 hasta completar inversiones por 900 millones de dólares, del BAD y otras entidades de desarrollo.
El más grande corresponde a Fiji (900 000 habitantes), un programa de gestión de aguas residuales y abastecimiento de agua potable en Suva, la capital, y de protección ante inundaciones en otra de sus ciudades, Nadi, con desembolsos totales de 405 millones de dólares.
En la mayoría de los países se desarrollarán proyectos de suministro de agua potable y saneamiento, de alcantarillado y otras obras de drenaje, con el doble propósito de mejorar los asentamientos urbanos y proveer empleos a las comunidades durante la realización de las obras, según apuntó el BAD.
Varios proyectos consisten básicamente en asistencia técnica para la planificación y gestión urbana “para ayudar al mantenimiento de los servicios y apuntalar economías que resistan la escasez de recursos y el distanciamiento” impuesto por la dispersión sobre el Pacífico, según destacó Jingmin.
El BAD sostuvo que también se trata de contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
El ODS 6, recordó un estudio de banco, “incluye lograr el acceso universal y equitativo a agua potable segura y asequible para todos, y lograr el acceso a un adecuado saneamiento e higiene, prestando especial atención a las necesidades de las mujeres y las niñas y las personas en situaciones vulnerables”.
También insertó sus proyectos en el ODS 11, “el cual tiene como objetivo hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles”, apuntó.
Junto con el BAD participan en el financiamiento de los proyectos para las islas los gobiernos de Australia e Irlanda, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, el Fondo Verde para el Clima, la Unión Europea, el Banco Europeo de Inversiones y el Barco Mundial.
A-E/HM