América Latina y el Caribe puede vivir semanas muy difíciles por la expansión del covid-19 y los Estados deberían sostener las medidas de contención de la pandemia, según las autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para la mayoría de los países de la región “éste no es el momento de flexibilizar las restricciones ni de reducir las estrategias preventivas, sino de permanecer fuertes, seguir vigilantes y aumentar agresivamente las medidas de salud pública comprobadas”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, en Washington, sede de la agencia regional de las Naciones Unidas.
Según sus proyecciones, en las próximas semanas “puede haber un aumento alarmante de casos y muertes”, y por ejemplo llegar al 4 de agosto con 83 000 decesos en Brasil y 13 000 en Perú, los dos países más afectados.
De acuerdo con las estadísticas de la estadounidense Universidad Johns Hopkins, este miércoles 27 Brasil registraba 394 507 casos con 24 593 muertes, y Perú 129 751 infectados con 2788 decesos.
En los 45 países y territorios que existen en América Latina y el Caribe, considerado el nuevo foco mundial de la pandemia, se contabilizaban 800 626 casos y 43 376 muertes, mientras que en América del Norte los infectados pasaban de 1,8 millones y los decesos de 107 000, principalmente en Estados Unidos.
Etienne destacó que, de acuerdo con las estadísticas conocidas, una de cada cuatro personas que contraiga la covid-19 está en grave riesgo debido a las enfermedades preexistentes.
“Nunca habíamos visto una relación tan nefasta entre una enfermedad infecciosa y las enfermedades no transmisibles», pues el virus tiene gran impacto en personas que sufren padecimientos crónicos como hipertensión, padecimientos cardiovasculares, diabetes, cáncer, obesidad, asma y otros males respiratorios, dijo Etienne.
Los diabéticos tienen doble probabilidad de tener una enfermedad grave o morir, y estudios en China mostraron que 28 por ciento de los pacientes con cáncer que se contagiaron con covid-19 perecieron, en comparación con la tasa general de dos por ciento, recordó Etienne.
En la región hay 1,2 millones de personas con cáncer y más de 25 millones con diabetes, siendo México el caso más fuerte pues afecta a cerca de 10 por ciento de la población. Etienne agregó que fumar y la obesidad también aumentan los riesgos ante el covid-19.
Por esas razones, la responsable de la OPS dijo que “la lucha contra las enfermedades no transmisibles debe ser parte integral de la respuesta al covid-19 en América Latina y el Caribe”.
Mostró preocupación porque la actual pandemia interrumpe la rutina de los servicios sanitarios con los que cuentan los pacientes de enfermedades crónicas, a lo que se suma que el cierre de actividades dislocó las cadenas de suministro y distribución de medicamentos y productos de salud en algunos países.
“Esta situación puede provocar enfermedades graves o muertes a causa de males que sabemos cómo tratar. Este desafío debe ser abordado agresivamente por los sistemas sanitarios. De no hacerse así, enfrentaremos una epidemia paralela de muertes prevenibles de las personas con enfermedades crónicas”, advirtió Etienne.
Junto con las enfermedades no transmisibles, los cuidados imprescindibles deben alcanzar a la atención materna y prenatal, los servicios de partos, vacunación, salud mental, y enfermedades como dengue y malaria, de acuerdo con la OPS.
El subdirector dela organización Jarbas Barbosa, agregó que toda reapertura de actividades contenidas ante la covid-19 “debe ocurrir cuando los factores que la marcan estén bajo control, paulatinamente, con cautela y manteniendo las medidas de distanciamiento físico”.
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