Coronavirus amenaza también a la primera gran reunión de la ONU en 2020

La agenda de conferencias de la ONU se verá afectada por la propagación del coronavirus, comenzando con la posible reprogramación de la reunión intergubernamental anual de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en inglés)
Apertura de la 63 sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), en el gran auditorio de las Naciones Unidas en Nueva York, el 11 de marzo de 2019, que posiblemente no se repita el 9 de marzo de este año, cuando debe inaugurarse su 64 sesión, como impacto de la epidemia del coronavirus. Crédito: ONU Mujeres

La propagación del contagioso coronavirus Covid-19, desde China hasta alcanzar ya ahora todos los continentes y regiones, comienza a cobrar como víctima también a las actividades de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La reunión intergubernamental anual de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, en inglés), que debe tener lugar entre el 9 y el 20 de marzo, es el primer gran encuentro de la ONU que está en la cuerda floja.

Aún es probable que tenga lugar según lo programado, pero sin la participación de entre 5000 y 6000 personas delegadas, que estaba programado que llegasen a Nueva York provenientes de los diferentes continentes.

La reunión de 11 días, la mayor de mujeres delegadas de 193 países que se produce cada año, está siendo degradada significativamente debido al Covid-19.

Mientras tanto, Estados Unidos ha pospuesto su propia cumbre de líderes mundiales de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) de 10 miembros que debía tener lugar el 14 de marzo en la ciudad de Las Vegas.

«A medida que la comunidad internacional trabaja en conjunto para derrotar al nuevo coronavirus, Estados Unidos, en consulta con los socios de la Asean, ha tomado la difícil decisión de posponer la reunión de líderes de la ASEAN previamente programada para mediados de marzo», dijo un alto funcionario de la administración de Donald Trump.

María Victoria (Mavic) Cabrera-Balleza, directora ejecutiva de la Red Global de Mujeres Constructoras de la Paz, dijo a IPS que la 64 sesión de la CSW no debería cancelarse debido al brote de la enfermedad por coronavirus, pero su metodología sí debería modificarse.

«Es una reunión muy importante que genera un gran impulso a nuestra defensa de los derechos de las mujeres y la igualdad de género, especialmente este año, ya que estamos conmemorando el 25 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la agenda internacional más completa a favor de los derechos de las mujeres», señaló.

A la luz del brote del nuevo virus, la sugerencia de la Secretaria General de la ONU a la presidencia de la CSW es que los Estados Miembros consideren la modificación del formato y la conducción de su 64 sesión.

«Sin embargo, no creo que deba limitarse solo a las delegaciones con sede en Nueva York. El valor agregado de las sesiones de CSW radica en la gran participación de activistas por los derechos de las mujeres y especialistas de género de todo el mundo», dijo Cabrera-Balleza.

Esa participación de funcionarios, activistas y expertos de todo el mundo facilita, a juicio de esta activista de origen filipino, que se genere un debate muy provechoso para avanzar en la cristalización de los derechos de las mujeres, en los ámbitos político, económico y social.

El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, dijo el 28 de febrero que, dada la rápida expansión del Covid-19 y la necesidad de equilibrar el trabajo de la ONU y las preocupación por la salud pública,  el secretario general de la ONU, António Guterres, sugirió a los organizadores de la reunión de la CSW que el encuentro se limite a la representación de cada país en la sede en Nueva York.

Esto evitaría el riesgo del contagio del virus por los viajes y la concentración de miles de personas provenientes de todos los continentes.

La participación limitada, señaló Dujarric, aún permitiría a la CSW adoptar decisiones e implementar su mandato para el próximo año.

La decisión final en torno al encuentro, que probablemente secundará la recomendación hecha por Guterres, será tomada por los 193 Estados Miembros en esta misma semana.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que su primera prioridad «es proteger nuestra patria. Hemos impuesto prudentes restricciones de viaje y fuertes advertencias sobre viajes para frenar la propagación del virus en  Estados Unidos».

Esto podría, en efecto, evitar que mujeres delegadas de algunos países incluidos en la lista negra de Estados Unidos por el coronavirus puedan participar en la reunión de la CSW.

Purnima Mane, ex subsecretaria general de las Naciones Unidas y subdirectora ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), reconoció a IPS que la sesión de la CSW como otras grandes reuniones y conferencias, está bajo amenaza de cancelación por la propagación de la epidemia del Covid-19.

«Como defensora de los problemas de las mujeres, por supuesto que me decepcionaría si la reunión no se lleva a cabo según lo planeado, pero también como profesional de la salud pública, abogo por la precaución», comentó.

La alta funcionaria de la ONU dijo que la situación del virus está evolucionando rápidamente y merece una evaluación cuidadosa de los riesgos de cualquier reunión internacional que supone una gran aglomeración de personas procedentes de todas partes del mundo.

Recordó que la reunión está demasiado próxima y llega cuando los países mantienen variados niveles de contagio, así como diferentes medidas de contención de la epidemia, incluidas las de viajes.

Pero Mane subrayó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) siempre ha desaconsejado la aplicación de restricciones de viaje, aunque algunos países las hayan impuesto, mediante cuarentenas, limitaciones de visas o negación de ingreso de viajeros procedentes de países con alto nivel de contagiados.

En otros, hay controles muy estrictos de pasajeros a su llegada y discriminación contra ciudadanos de ciertas regiones del mundo, a pesar de que la epidemia se ha extendido a todos los continentes, excepto a la Antártida, y los casos están creciendo a diario, declaró.

Cabrera-Balleza planteó que si la mayoría de participantes al CSW no pueden viajar a Nueva York, se pueden organizar conferencias virtuales, con los soportes digitales que existen.

 

Pero para ello, las oficinas de la ONU en los países y los propios gobiernos, en especial en el Sur en desarrollo, deberían proveer sus instalaciones y sus infraestructuras para que las integrantes de las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres puedan usar Internet y participar en conferencias virtuales.

La ONU también debe proporcionar apoyo de transporte y traducción durante esas conferencias virtuales, señaló.

Como la OMS ha declarado una emergencia mundial por el coronavirus y ha estado prestando apoyo a China y otros países, la sede de la ONU en Nueva York debe asegurarse de que está tomando todas las precauciones necesarias y sus actividades y operaciones no contribuyen de ninguna manera a la propagación de la enfermedad.

Existen varios desafíos logísticos en la organización de una sesión modificada de la CSW, pero especialistas destacan que no son insuperables.

Si la ONU y los Estados Miembros están realmente comprometidos con los derechos de las mujeres, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, movilizarán los recursos necesarios para garantizar que la 64 sesión de la CSW cumpla su papel de motor en el avance del empoderamiento femenino y la igualdad de género, dijo Cabrera-Balleza.

La otra preocupación clave, dijo, es la falta de «planificación de la atención» a participantes que contraigan el virus durante las sesiones, sean estas presenciales o virtuales.

«¿Qué pasa si se enferman cuando ya están en Nueva York? ¿Hay suficientes instalaciones que estén equipadas para manejar los casos de coronavirus? ¿Cómo costear la atención médica en Nueva York? ¿Qué sucede si se enferman de regreso a sus países? No tener acceso inmediato a la atención cuando se viaja es un gran problema «, advirtió la activista.

Mane consideró que dado que hay países que no tienen planes de primer nivel para atender la epidemia, resulta juicioso esperar para realizar una reunión mundial como esta.

Pero también subrayó que la celebración de cada reunión intergubernamental prevista debe evaluarse caso por caso, dependiendo de la evolución de la epidemia.

En todo caso, al ser la 64 sesión de la CSW la primera gran reunión de la ONU en 2020, lo que se decida sobre ella impactará en las siguientes citas intergubernamentales.

«Las próximas reuniones intergubernamentales en la sede y en otros lugares se evaluarán caso por caso, teniendo en cuenta las especificidades de las reuniones y las circunstancias cambiantes», anticipó ya Dujarric, el portavoz de la ONU.

T: MF

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