Los bancos regionales de desarrollo están liberando recursos por más de 10 000 millones de dólares para ayudar a los programas nacionales de respuesta al coronavirus y mitigar su impacto sobre las economías de los países del Sur.
El Banco Asiático de Desarrollo (ADB, en inglés) acordó un paquete de 6500 millones de dólares para abordar necesidades de sus 40 países miembros en desarrollo, mientras responden a la nueva pandemia.
Se trata de recursos para “proteger a las poblaciones pobres, vulnerables y más amplias en toda la región, y para garantizar que las economías se recuperen lo más rápido posible”, dijo el miércoles 18 el presidente del banco, el japonés Masatsugu Asakawa.
El paquete incluye 3600 millones de dólares en operaciones soberanas para una gama de respuestas a las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia y 1600 millones para comercio y apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas.
Otros 1000 millones de dólares serán recursos concesionales a través de reasignaciones de proyectos en curso, y al menos 40 millones se erogarán en asistencia técnica y subvenciones de desembolso rápido.
Desde el pasado febrero el ADB entregó más de 10 millones de dólares en asistencias de emergencia, y el 12 de marzo colocó 200 millones de dólares en su programa de financiamiento de cadenas de suministro para empresas que fabrican y distribuyen medicinas e insumos necesarios contra el covid-19.
Eso le convirtió en la primera institución multilateral en reaccionar ante la emergencia del coronavirus.
En América Latina y el Caribe, el banco regional de desarrollo CAF (Corporación Andina de Fomento) estableció el viernes 20 una línea de crédito de emergencia, de rápido desembolso, por 2500 millones de dólares para apoyar las respuestas ante el coronavirus, la continuidad de operaciones y la recuperación de las empresas.
El objetivo de la línea de crédito es “agilizar operaciones que apoyen, de manera rápida y eficaz, las medidas de emergencia que están adoptando nuestros países para mitigar los efectos del covid-19 en la economía y en la calidad de vida de las personas”, dijo el presidente de la CAF, el peruano Luis Carranza Ugarte.
Ya el 12 de marzo la CAF había acordado una línea de crédito de contingencia, de hasta 50 millones de dólares por país, para la atención de los sistemas de salud pública de los estados de la región.
Adicionalmente, “continuaremos apoyando al sistema bancario de nuestros países y, de manera prioritaria, a los bancos de desarrollo a fin de que puedan colocar recursos al sector productivo, en particular a las pequeñas y medianas empresas”, señaló Carranza Ugarte.
Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó que se propone coordinar programas de ayuda ante la emergencia con la CAF y el Fondo Financiero para el Desarrollo de los Países de la Cuenca del Plata (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay).
La administración del BID prevé redirigir rápidamente, a pedidos de sus socios en América Latina y el Caribe, unos 1500 millones de dólares en créditos que estaban destinados a otras áreas, para enfrentar tareas de lucha contra el coronavirus.
El Banco Africano de Desarrollo es el único que aún no ha anunciado medidas de financiamiento de emergencia para encarar la atención sanitaria frente al coronavirus.
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