Las enormes tuberías por donde cae el agua que activa las 20 turbinas de la central hidroeléctrica de Itaipú, en la frontera brasileño-paraguaya. Cuidados con el agua del embalse, como reducir la contaminación de los ríos que lo nutren, contribuyen a que esta planta binacional sea una de las más eficientes del mundo y una previsión de vida útil de 184 años. Crédito: Mario Osava/IPS

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