Decenas de miles de delegados de los Estados parte se afanan desde este lunes 2 en la capital española en pavimentar la ruta para cumplir el Acuerdo de París sobre cambio climático, mientras en una cumbre paralela, los representantes de la sociedad civil exigen “ir más allá”.
Los llamados a combatir la emergencia climática marcaron la apertura de 25 Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), a la luz de los datos científicos más recientes que evidencian la gravedad de la crisis, materializada en tormentas más intensas, alzas de temperatura, el derretimiento polar y el aumento del nivel del mar.
El presidente en funciones de España, Pedro Sánchez –país anfitrión de emergencia luego de que la crisis política en Chile obligara a trasladar la sede–, urgió en el acto de apertura a Europa a liderar la descarbonización de la economía y a avanzar más rápidamento a la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), el gas generado por las actividades humanas que recalienta el planeta.
“Hoy, por fortuna, solo un puñado de fanáticos niegan la evidencia” sobre la emergencia climática, cuestionó el gobernante en la inauguración de la COP, congregada bajo el lema “es tiempo de actuar” en siete pabellones del Instituto Feria de Madrid (Ifema).
La COP 25 es la tercera consecutiva que se realiza en Europa y su temario se centra en temas como el financiamiento a las políticas climáticas nacionales, las reglas para los mercados de reducción de emisiones –plasmados sin especificar esquemas en el Acuerdo de París, concordado hace cuatro años y que entrará en vigor en 2020.
También abordará la preparación de la actualización de las disminuciones de emanaciones y los recursos del Mecanismo Internacional de Varsovia sobre Pérdidas y Daños, diseñado para ayudar a las regiones azotadas por las secuelas del colapso climático.
En los 1 000 metros cuadrados de la COP25, se darán cita hasta el día 13, según cálculos de los organizadores, 29 000 personas, entre unos 50 jefes de Estado y de gobierno, representantes de las 196 delegaciones oficiales y de organizaciones de la sociedad civil, además de 1 500 periodistas acreditados.
Pero no convocan al optimismo las llamativas las ausencias de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; Rusia, Vladimir Putin; India, Narendra Modi; China, Xi Jinping; Brasil, Jair Bolsonaro, y Gran Bretaña, Boris Johnson.
Entre ellos están los países que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), lo que hace más grave su desinterés por fortalecer el Acuerdo de París. El 4 de noviembre, Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, formalizó que su país iniciaba ante la Convención el proceso formal para retirarse del acuerdo que establece los compromisos para contener el incremento de las temperaturas.
El portugués António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), recordó durante la apertura que “los datos más recientes de la meteorología mundial han revelado que hemos llegado a límites impensables. Nos hemos pasado y muchísimo. ¿Queremos que nos recuerden como la generación que fue como un avestruz mientras ardía el planeta?”
En su Reporte de Brecha de Emisiones 2019, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente alertó en vísperas de inaugurarse la COP sobre la necesidad de recortar la contaminación anualmente en 7,6 por ciento entre 2020 y 2030 para cumplir con mantener el aumento de la temperatura en 1,5 grados centígrados planteado en el Acuerdo de París.
El mundo, admitieron muchas delegaciones en el pabellón azul de la COP, el de la ONU, está fuera de ruta para contraer 45 por ciento de GEI a 2030 y ser carbono neutral en 2050.
De hecho, se recordó aquí en la jornada de apertura, las emisiones de gases contaminantes alcanzaron en 2018 la alarmante cifra de 55,3 mil millones de toneladas, incluyendo la deforestación.
Por ello, una de las expectativas es que más países, ciudades, empresas y fondos de inversión se adhieran a la Alianza de Ambición Climática, lanzada por Chile, el país que sigue ostentando la presidencia de la COP, y endosada por al menos 66 naciones, 10 regiones, 102 urbes, 93 corporaciones y 12 grandes inversores privados.
Más de 70 países y 100 metrópolis ya se comprometieron a alcanzar un balance entre el CO2 emitido y las acciones de disminución, para llegar a cero emisiones netas a 2050.
Cumbre social
En paralelo a la reunión oficial, en el pabellón verde, organizaciones de todo el mundo se dan cita en la Cumbre Social por el Clima bajo el lema “Más allá de la COP25: los pueblos por el clima”, que en su para la reunión critican el modelo basado en la extracción de recursos naturales y de consumo masivo y a los que atribuyen la crisis climática, así como la falta de resultados de las reuniones de la CMNUCC.
“El diagnóstico científico es diáfano respecto a la gravedad y la urgencia del momento. El crecimiento económico se produce a costa de las personas más vulnerables”, denuncia el pliego, que defiende la justicia climática como bisagra de la justicia social y que “existe para proteger bajo su esfera toda la diversidad de luchas por otro mundo posible”, indica su declaración.
Para la primera semana de la COP se espera el arribo de la activista sueca Greta Thunberg, que ha desatado la movilización juvenil en contra de la crisis climática por todo el mundo.
En cuanto a cómo llegan en materia de cumplimiento los países solo Gabón y Nepal se apegan ya a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, en inglés), las medidas de mitigación y adaptación adoptadas voluntariamente, dentro del Acuerdo de París, para contener el incremento de las temperaturas en 1,5 grados centígrados.
Pero la responsabilidad de por la emergencia climática de estos dos Estados es prácticamente nula.
Los planes de Bután, Costa Rica, Etiopía y Filipinas implican un aumento de hasta 2,0 grados, mientras que las medidas del resto de países califican de “insuficiente” a “críticamente insuficiente”.
América Latina “tiene que mejorar su ambición, aunque hay avances las medidas son insuficientes. Necesitamos una respuesta multilateral a la emergencia. Tenemos no más de 11 años para corregir el rumbo y alcanzar así la carbononeutralidad en 2050 y cumplir con el objetivo del aumento límite de la temperatura a 1,5 grados”, declaró Manuel Pulgar-Vidal, responsable global de Clima y Energía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Las Islas Marshall ya presentaron su NDC 2020, mientras que 41 naciones han declarado su intención de actualizar sus medidas voluntarias y 68 naciones –incluyendo la Unión Europea– han anticipado su deseo de incrementar sus decrementos contaminantes.
Ante la COP 25, México definió 10 prioridades, como enfoques de cooperación voluntaria, adaptación, financiamiento climático, género y cambio climático; comunidades locales y pueblos indígenas, según el posicionamiento de esa nación consultado por IPS.
Edición: Estrella Gutiérrez