Los miembros de la Mancomunidad de Naciones, incluidos los del Caribe, presionan porque se asuman compromisos más ambiciosos ante la emergencia climática, tras informes científicos y ambientales a los que países y grupos poderosos dan la espalda.
La Alianza de los Pequeños Estados Insulares ha expresado en Madrid, dentro de la COP25, su preocupación de que si esa tendencia se mantiene entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero (GEI), se verán forzados los esfuerzos de la mayoría para establecer acciones climáticas adecuadas para evitar un recalentamiento catastrófico del planeta.
En la capital española están por cerrarse, oficialmente este viernes 13, dos semanas de negociaciones para alcanzar acuerdos que concreten el Acuerdo de París, en la 25 Conferencia de las Partes (COP25) sobre cambio climático, donde su lema de que es “tiempo de actuar”, se ha visto neutralizado por los obstáculos de grandes gobiernos y grupos de poder global.
El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en inglés) subrayó en la COP que «en las negociaciones climáticas”, la ambición «traduce la voluntad colectiva de los países, tanto a través de la acción nacional como de iniciativas internacionales, de reducir las emisiones globales de GEI”.
Todo para “alcanzar el objetivo” de que la temperatura no sobrepase un aumento de 2,0 ° centígrados o celsius, según WRI. Dentro del Acuerdo de París, alcanzado en 2015 y que entrará en vigor a fines de 2020, la meta es menos ambiciosa, de 1,5 ° pero aun así con las medidas actuales no se cumpliría.
Mientras la COP25 entra en su fase de cierre, Patricia Scotland, secretaria general de la Commonwealth -el nombre en inglés por el que se conoce a la Mancomunidad de Naciones-, dijo que existe una necesidad urgente de una mayor ambición climática para conseguir esa meta de 1,5 °, si no impactos tan graves como irreversibles en el planeta y la vida humana.
«Nunca antes habíamos visto desastres en esta escala: más grandes que nunca, los mares están aumentando, hay una mayor desertificación, un aumento de la sequía», dijo Scotland a IPS.
«La batalla está en curso. Nadie sabe cómo funcionará una COP hasta el final, por lo que hay muchos de nosotros que abogamos por una mayor ambición porque no tenemos otra opción», explicó la alta funcionaria de nacionalidad británica.
Según el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), es imperativo que el calentamiento global se contenga en 1,5 ° por encima de los niveles preindustriales. También advierte que un calentamiento global de 2 ° tendría impactos devastadores en el planeta, incluidos fenómenos meteorológicos más extremos y más frecuentes.
El IPCC, autónomo pero parte de las Naciones Unidas, define el calentamiento global como «un aumento en las temperaturas combinadas de la superficie del aire y de la superficie del mar promediadas en todo el mundo y durante un período de 30 años».
Para Scotland, un resultado ideal de la COP25 sería el reconocimiento de los hallazgos científicos del IPCC y acciones en consecuencia.
«Un reconocimiento de que no tenemos tiempo. Un reconocimiento de que los informes del IPCC son correctos y que ahora tenemos un plan agresivo e ‘implementable’, orientado a la acción, que cada país se comprometiese a cumplir. Ese sería mi sueño», afirmó.
«Si nos fijamos en todo lo que está haciendo la Commonwealth, nosotros también estamos cansados de hablar; queremos hacer. Estamos comprometidos a hacerlo», añadió la secretaria general de la Mancomunidad conformada por 53 países y territorios que en su casi totalidad tuvieron como colonizador a Gran Bretaña y de los que nueve son caribeños.
Scotland dijo a la mayoría de la población de los países de la Mancomunidad, y más especial los del Caribe, nadie debe explicarles la crisis climática, porque la están viviendo.
En septiembre, el huracán Dorian golpeó a las Bahamas, con daños de 3,4 mil millones de dólares, equivalentes a 25 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
La catastrófica temporada de huracanes del océano Atlántico de 2017 afectó a muchos estados del Caribe, con un saldo de 3 300 personas muertas y daños colectivos por 282mil millones de dólares.
Un año antes, el huracán María causó daños por 931 millones de dólares, lo que equivale a 236 por ciento de su PIB.
«Estamos viviendo con las subidas del nivel del mar, estamos viviendo con la erosión costera, estamos viviendo con la degradación de los hábitats, estamos viviendo con la realidad de lo que significa el cambio climático, y estamos luchando», aseguró Scotland.
Insistió que por esas realidades “para nosotros no es suficiente hablar” y que hay mucho que se puede hacer con decisiones adecuadas, “aunque no lo hemos logrado por un montón de tiempo”.
«He dicho antes, el genio humano nos metió en este lío, y el genio humano tendrá que sacarnos. Y sé que la gente del Caribe y la gente de la Commonwealth, tenemos mucho genio, así que vamos a tener que hacer uso de él en forma muy rápida», agregó.
Douglas Slater, secretario general adjunto de la Secretaría de la Comunidad del Caribe (Caricom), que componen 15 países del área, la mayoría insulares, coincidió con Scotland en que en la COP25 al final todo se trata de ambición o la falta de ella.
Para el Caribe, sintetizó, a ambición se sintetiza en cumplir los compromisos para contener el incremento de las temperaturas del planeta en al menos 1,5 °.
«Sabemos que es un gran desafío, y la ambición que queremos es que haya un nuevo compromiso de todos, especialmente de los grandes contaminadores, con sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC)» para alcanzar esa meta, dijo Slater a IPS.
«En otras palabras, ¿qué harán para disminuir los gases de efecto invernadero y, por lo tanto, mantener bajas las temperaturas?”, planteó antes de declararse decepcionado porque en esta COP se suponía que todos detallarían sus contribuciones y se sabría “el terreno que pisamos”, pero esto no se produciría en los acuerdos de Madrid.
“Confiemos en que al menos estemos en el camino”, se resignó.
Slater sí aseguró con convicción que los países del Caribe continuarán ejerciendo presión moral sobre los grandes contaminadores, para que “dado que ellos son el origen de los problemas, se comprometan a resolverlos”.
«Estamos viendo las horribles tormentas, pero no es eso solo. Hay eventos de inicio lento, es decir, a medida que aumenta la temperatura y el nivel del mar, estamos perdiendo tierra, estamos perdiendo manglares, estamos perdiendo los arrecifes de coral «, en definitiva la forma de vida del Caribe insular, dijo Slater.
«Queremos que esa realidad salga de esta COP, que enviemos un mensaje lo suficientemente fuerte como para que los jugadores más grandes entiendan y ejerzan una presión moral sobre ellos para decir: ‘hola, somos parte del universo. Tenemos derecho a estar aquí, y ese derecho que tenemos de estar aquí depende de que todos trabajemos juntos’”, concluyó.
T: MF