Según un nuevo estudio, el neoyorquino Wall Street, la City de Londres y otros grandes centros financieros mundiales deberían desempeñar un papel más determinante en la liberación de millones de personas sometidas a condiciones de esclavitud en el trabajo en todo el planeta.
Un grupo de expertos, integrado en la Comisión del Sector Financiero para las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas, asegura que los bancos y otros organismos financieros pueden adoptar políticas para reducir los 40,3 millones de hombres, mujeres y niños que son víctimas del trabajo forzoso.
Su informe de 172 páginas, con el título de “Desbloqueo del potencial: un plan para movilizar las finanzas contra la esclavitud y la trata de personas”, exige más sondas financieras en las redes de tráfico y trata de personas y un mayor apoyo a quienes se liberan de las condiciones de esclavitud.
«La esclavitud y la trata de personas son grandes negocios, se calcula que generan 150 mil millones de dólares cada año por las espaldas rotas, los corazones y los sueños de personas jóvenes y mayores», dijo el ministro holandés de Relaciones Exteriores, Stef Blok, uno de los coautores del informe, durante su lanzamiento en las Naciones Unidas en Nueva York, al concluir septiembre.
El estudio pinta un retrato sombrío de la esclavitud moderna, al considerar que a nivel mundial una de cada 185 personases es obligada a trabajar en un sector ilícito, como el tráfico y comercio ilegal de drogas y la producción y venta de productos falsificados.
Las formas modernas de esclavitud incluyen la servidumbre por deudas, donde los trabajadores se ven obligados a laborar de forma gratuita para pagar préstamos u otras deudas contraídas, el matrimonio forzado, la servidumbre doméstica y el trabajo forzado, en el que los trabajadores enfrentan violencia o intimidación.
Se pueden encontrar esclavos modernos haciendo de todo, desde la mendicidad hasta la extracción ilegal de oro, pero los sectores más grandes en el negocio global de 150.000 millones de dólares al año son el servicio doméstico, la producción fabril y la construcción.
Una cuarta parte de las víctimas de la esclavitud moderna involucra a niños y niñas.
James Cockayne, coautor del informe y analista de políticas de la Universidad de las Naciones Unidas, consideró por su parte que la trata de personas y la esclavitud representaban un «trágico fracaso del mercado».
«La esclavitud moderna nos deja a todos peor porque trata a las personas como objetos desechables en lugar de agentes económicos y sociales completos», aseguró.
El académico se condolió de que «colectivamente perdemos una gran cantidad de potencial que actualmente está bloqueado».
Hacer frente al flagelo será una lucha, dice el informe. Reducir a cero la cantidad de trabajadores explotados para 2030 implicará liberar a 10.000 víctimas de la esclavitud moderna todos los días durante los próximos 11 años.
Según los autores del informe, las instituciones financieras pueden ayudar a lograr ese objetivo al aumentar los recursos para las sondas financieras en las redes de tráfico y trata de personas y poner fin a las empresas que obtienen ganancias a través de la esclavitud.
Los bancos y otros organismos financieros pueden mejorar la detección de los flujos ilícitos vinculados a las redes de tráfico y de trata de personas, y pueden cooperar más con otras instituciones para identificar y combatir el abuso de algunas de las personas más vulnerables del mundo.
Además de convertir a las personas en esclavas, también se sabe que los cabecillas de la trata, el comercio y explotación de personas, secuestran las identidades financieras de sus víctimas, entre otras causas ilícitas, para usarlas en el lavado de dinero. Una vez que recuperan su libertad, algunas víctimas también encuentran que tienen destruida su calificación crediticia.
Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz 2006 por su esquema de microfinanzas y colaborador de la Comisión, aseguró que los bancos deberían invertir más en esquemas de finanzas sociales y digitales para hacer que las personas pobres sean menos vulnerables a los traficantes y tratantes.
«Un gran número de personas en todo el mundo permanecen sin bancos», dijo Yunus.
«Debemos … crear negocios sociales, es decir, negocios dedicados a resolver problemas sin buscar beneficios monetarios personalmente, enfocándonos en reducir y finalmente eliminar el tráfico de personas y la esclavitud moderna», afirmó el gurú de las finanzas sociales.
El informe fue impulsado por la Iniciativa Liechtenstein, una asociación público-privada que cuenta con el apoyo de Barclays, Bank of America, HSBC, Wells Fargo, BMO Financial Group y otras grandes firmas financieras.
«El sector financiero posee un enorme potencial para ayudar a terminar con la esclavitud moderna y la trata de personas y para mantener la integridad del sistema financiero internacional», agregó Block, el ministro holandés.
Además, subrayó, «puede crear mercados de capital éticos y, por lo tanto, puede ser una fuerza poderosa para el bien, en primer lugar al apoyar a las víctimas de estas prácticas comerciales criminales».
T: MF