El secretario general de la ONU, António Guterres, dio un consejo no pedido a los más de 190 oradores, incluidos jefes de Estado y de gobierno, que participarán en seis reuniones de alto nivel y sin precedentes durante la primera semana de su Asamblea General, del 23 al 27 de septiembre.
«Pido a los líderes que asistan a las cumbres de septiembre, no con hermosos discursos, sino con acciones, planes y compromisos concretos para acelerar la implementación de la Agenda 2030 y del acuerdo de París sobre el cambio climático», imploró.
La gente en todo el mundo, señaló, no quiere «medias tintas y promesas vacías».
Exigen un cambio transformador que sea justo y sostenible, dijo, refiriéndose a las dos cumbres clave de la semana sin precedentes en la ONU (Organización de las Naciones Unidas): una sobre acción climática (el 23 de septiembre), en que están puestos los mayores focos, y otra sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (24-25 de septiembre).
Pero, ¿cuántos líderes atenderán el consejo de Guterres?
Harjeet Singh, coordinador mundial del área de cambio climático de ActionAid International, dijo a IPS: «Seamos claros, esta no es otra cumbre ordinaria. Los líderes mundiales deben decidir que necesitan realmente liderar o dar un paso atrás».
El tiempo para los discursos y el trabajo de labios ya pasó, dijo. «Los jóvenes han tomado el asunto en sus propias manos. Seguirán marchando adelante, mostrándonos el camino», planteó el dirigente de la organización que trabaja en 45 países para reducir la pobreza, con énfasis en la población infantil y femenina.
«Los países ricos se han beneficiado de más de un siglo de industrialización que ha causado el cambio climático. Ahora tienen una obligación extraordinaria de ayudar a las naciones en desarrollo a hacer frente a los desastres climáticos y la transición a economías más verdes», afirmó el activista de origen indio.
Sobre el criterio para medir el éxito de las cumbres, específicamente la Cumbre sobre la Acción Climática, Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace International, dijo a IPS que «las preguntas del secretario general de la ONU son claras y específicas, y él ha puesto el listón donde tiene que estar en este momento especialmente álgido».
«El criterio para el éxito es si los países cumplan lo que Guterres ha pedido: un paro a los subsidios a los combustibles fósiles, un camino concreto hacia alcanzar un cero neto en su uso para 2050 y nada de nueva explotación de carbón. No necesitamos más discursos, necesitamos planes reales de los líderes mundiales y de los altos emisores (de gases de efecto invernadero), que sean ambiciosos, tangibles y alcanzables «, agregó.
¿Se quedarán las cumbres en un megafestival de diálogos fútiles?
Ejercer el multilateralismo nunca es inútil, dijo Morgan, «para solucionar la crisis climática, necesitamos de todos”.
“No podemos hacer retroceder el tiempo y detener el cambio climático, pero podemos obligar a los gobiernos a reconocer su responsabilidad y apoyar un rediseño ambiental y social de nuestras economías», subrayó.
Kul Chandra Gautam, ex subsecretario general de la ONU, subrayó que «elogio al secretario general de la ONU por sus tenaces esfuerzos por impulsar a los líderes mundiales a que tomen medidas decisivas sobre los problemas más acuciantes del mundo, a pesar del liderazgo político desfavorable para ello en muchos países poderosos».
«Puede que no logremos avances determinantes este año, pero podemos generar un impulso para el futuro. En el largo recorrido de la historia y la marcha de la civilización humana, hay muchos altibajos, y el progreso no es lineal. Pero estoy inspirado por lo increíble energía, creatividad y activismo por todo el mundo de las generaciones más jóvenes”, planteó a IPS.
Gautam, quien también ejerció otros altos cargos en la ONU, se declaró convencido de que “la mayoría de esos líderes populistas y nacionalistas serán arrastrados por la ola de sus jóvenes ciudadanos comprometidos a construir un mundo más pacífico, próspero y equitativo, dentro de una interdependencia mutua, como se prevé en la Carta de la ONU».
Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, dijo que según la lista ya cerrada de oradores, serán 196 los que se hablen en las jornadas inaugurales de la Asamblea General, incluidos 97 jefes de Estado, cinco vicepresidentes, 46 jefes de gobierno, cinco viceprimeros ministros, 38 ministros, dos presidentes de delegación y tres observadores.
Además, dijo, hasta la fecha se han solicitado un total de 560 reuniones oficiales, en una cifra que no incluye reuniones bilaterales entre representantes de los Estados miembros. De este tipo de encuentros bilaterales se alcanzó en año pasado en los recintos de la ONU el asombroso número de 1.676, que sería superado en esta ocasión.
La semana de reuniones de alto nivel, entre los días 23 y 27, cubrirá una amplia gama de temas políticos y socioeconómicos de la agenda de la ONU.
Los temas incluyen el cambio climático, la atención médica universal, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), financiamiento para el desarrollo, la eliminación de las armas nucleares y la supervivencia de los pequeños Estados insulares en desarrollo que se enfrentan a la extinción por el aumento del nivel del mar.
En una evaluación de la situación, desde la adopción en 2015 de la Agenda de Desarrollo 2030 y el Acuerdo de París sobre el cambio climático, las Naciones Unidas aseguran que aún hay mucho en juego en materia de avances.
«Todavía no estamos en el camino de acabar con la pobreza para 2030 y el hambre en el mundo está en aumento, con unos 821 millones de personas que sufrían desnutrición en 2017», indica el informe al respecto.
En tanto, «los gases de efecto invernadero continúan subiendo”, añade, “cada día que retrasemos la acción se hará más difícil contener el calentamiento global en 1,5 grados centígrados y evitar los peores impactos del cambio climático».
Y lo que es más importante, los más vulnerables del mundo están soportando la peor parte del conflicto, la desigualdad, la injusticia y la degradación ambiental, subraya la ONU.
En 2018, resume, 70 millones de personas huyeron de la guerra, la persecución y el conflicto, al menos la mitad de la población mundial no tenía acceso a servicios de salud esenciales, y 29,3 por ciento de la población de los pequeños estados insulares vivía a menos de cinco metros del nivel del mar debido a su penetración.
Gautam consideró que todos los temas que se debatirán en las seis cumbres requieren acciones urgentes, pero muy probablemente el avance real que resulte sea desigual y progresivo.
«Dada la alineación actual del liderazgo mundial, me temo que es poco probable que veamos un gran progreso en el cambio climático y la eliminación de las armas nucleares, lo que requiere un compromiso muy fuerte de los países más poderosos del mundo», afirmó el veterano diplomático nepalí.
Por el contrario, se declaró “más optimista” sobre que haya un progreso significativo en el tema de la cobertura universal de salud y algunas de las 169 metas incluidas en los 17 ODS, donde los avances dependen en gran medida “de la acción a nivel nacional en todos los Estados miembros».
En muchas de las cuestiones más apremiantes antes de las citas cimeras de la ONU, la gente común, particularmente las organizaciones juveniles y de la sociedad civil están muy por delante de los líderes políticos nacionales en su comprensión y compromiso para abordar las cuestiones más apremiantes que enfrenta la humanidad, dijo Gautam.
El antiguo alto funcionario de la ONU consideró que son tiempos en que el liderazgo político tiene que responder a la voluntad popular genuina. En ese sentido recordó lo que una vez dijo Mahatma Gandhi: «Ahí va mi gente, y debo seguirlos porque soy su líder».
Morgan reconoció las pocas esperanzas de Greenpeace en que la cumbre climática produzca resultados positivos.
«Desafortunadamente, no esperamos que la Cumbre de Acción Climática brinde lo que se necesita, porque hay algunos países que están tratando activamente de frenar el avance y conducen las negociaciones en la dirección equivocada”, planteó.
También señaló que algunos países afirman ser líderes climáticos, pero existen señales reales que lo demuestren. Hay un pequeño número que sí demuestra a los demás que se puede hacer una estrategia alineada con la meta de limitar el incremento de la temperatura en 1,5 grados, dijo, pero están superados en número y poder.
«Lo que se está volviendo obvio es que estamos entrando en una nueva era de activismo climático. La gente y los jóvenes en particular están mostrando cada vez más la falta de unidad y espíritu positivo en la mesa de negociaciones”, aseguró Morgan.
A su juicio, “si los países no cumplen en la Cumbre, tendrán que responder a la reacción de decenas de miles de jóvenes en las calles».
T: MF