Las olas de calor y las continuas altas temperaturas han avivado la actividad de los incendios forestales en el Ártico, específicamente en Groenlandia, Alaska y Siberia, según nuevos datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La Agencia Forestal Federal de Rusia estima que, solo desde el 29 de julio, los incendios forestales en Siberia han quemado 33.200 hectáreas, con 745 incendios activos, causando una devastación ecológica masiva e impactando la calidad del aire por cientos de kilómetros.
El humo ya se puede ver claramente desde el espacio, destacó la OMM al finalizar julio.
El Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico estimó además que las emisiones de dióxido de carbono de los incendios forestales de julio en el Círculo Polar Ártico han alcanzado las 75,5 megatoneladas, que es comparable a las emisiones de combustibles fósiles que tuvo todo Colombia en 2017.
Esto es más del doble de los niveles de julio de 2018, y se registra después de otro récord marcado en junio de este año.
“Al quemar la vegetación, los incendios también reducen la capacidad de la biosfera para absorber dióxido de carbono. La acción contra el cambio climático, por el contrario, necesita expandir esta capacidad», dijo Oksana Tarasova, jefe de la División de Investigación de la Atmósfera y el Medio Ambiente de la OMM.
Se pierde el hielo
A medida que la ola de calor en Europa la semana pasada se ha extendido hacia Escandinavia y Groenlandia se ha acelerado la tasa de derretimiento de la capa de hielo que ya estaba por encima del promedio.
Groenlandia ya experimentó un extenso episodio de derretimiento entre el 11 y el 20 de junio. El persistente alto derretimiento y escorrentía en las últimas semanas significa que el total de la temporada se acerca a la alta pérdida récord de 2012, según los científicos del clima Polar que monitorean la capa de hielo de Groenlandia.
La estación Nord, situada a 900 km del Polo Norte, midió una temperatura de 16° centígrados y en el oeste de Groenlandia, la estación de Qaarsut registró una temperatura de 20,6° el 30 de julio. En la estación de Summit Camp, en el pico de la capa de hielo y a una altitud de 3200 m, se midió una temperatura de 0,0°.
«Es importante recordar que, en cualquier día o año dado, la superficie de la capa de hielo de Groenlandia es el resultado en gran medida del clima, aunque con la tendencia climática de fondo que afecta esto», tuiteó Ruth Mottram, científica climática del Instituto Meteorológico Danés.
Esto también afecta al hielo marino del Ártico, donde la pérdida de la extensión del hielo durante la primera quincena de julio coincidió con las tasas de pérdida observadas en 2012, el año que tuvo la menor extensión de hielo marino de septiembre en el registro satelital, según el centro de datos de nieve y hielo de Estados Unidos.
Asimismo, la Organización confirmó que los glaciares de Suiza perdieron casi 1.000 millones de toneladas de hielo y nieve durante las inusuales olas de calor en junio y julio.
“Se trata de algo absolutamente excepcional, en un periodo de apenas 14 días, y el verano aún no ha terminado”, asegura un experto citado por la OMM.
Este artículo fue publicado originalmente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). IPS-Inter Press Service lo reproduce por un acuerdo general con la ONU para la difusión de sus contenidos.
RV: EG