Nunca antes medio grado centígrado ha significado tanto para la humanidad. Nos estamos comportando como si tuviéramos tiempo para enfrentar el cambio climático. Y no es cierto. El principal problema es que creemos que debemos sacrificar el crecimiento y la prosperidad por el bien de la descarbonización. Y tampoco es verdad.
Aumentar las inversiones
Podemos descarbonizar la economía y crear al mismo tiempo empleos y crecimiento. En el caso de la Unión Europea (UE), esto requiere que los Estados miembros incrementen las inversiones en investigación de energía y tecnologías de energía renovable.
Europa puede tomar la iniciativa invirtiendo en investigación y revisando sus regulaciones para hacer de la sostenibilidad una ventaja competitiva. El sector público y el privado deben trabajar juntos para crear prototipos de tecnologías rápidamente y luego transformarlos programas piloto.
Esto requiere incentivos de investigación e innovación. Para mostrar el efecto de estos enfoques, me gustaría señalar algunos ejemplos concretos.
Para aumentar las inversiones en investigación en Europa, los institutos de investigación, el sector público y el privado deben vincular la financiación nacional a los programas de la UE. Los fondos de investigación existentes deben gastarse más sabiamente.
Simultáneamente, el sector público y el privado deben planificar, trabajar y evaluar proyectos como socios reales. Estoy seguro de que esto incentivará y acelerará los negocios e ideas amigables con el clima y que funcionen en el mercado.
Un ejemplo de una asociación público-privada efectiva es el apoyo del gobierno noruego a las instalaciones de investigación para la captura y almacenamiento de carbono en múltiples ubicaciones para múltiples industrias. Esto incluye la planta de cemento Norcem, en Breivik, y el reciclaje de energía de la planta incineradora Klementsrud, en Oslo.
Aprovechando las asociaciones público-privadas
El gobierno noruego ha entendido que para equilibrar su presupuesto nacional de carbono, el sector público necesita apoyar a la industria privada. La prueba de que este enfoque funciona es la primera solución a gran escala de captura y almacenamiento de carbono que se implementará en la planta cementera en Brevik, un suburbio de la sureña ciudad de Porsgrunn.
Los planes apoyados por el gobierno para el desarrollo de capacidades, investigación e innovación han respaldado este desarrollo planificado. Esto también ha incluido proyectos que operan bajo los programas marco de la UE para la investigación.
Necesitamos más soluciones que sean sostenibles, efectivas y realistas para el 2030. Lo que significa que también necesitamos una mayor asociación público-privada.
Cambio regulatorio
Al mismo tiempo, los países deben regular para garantizar que los proyectos y desarrollos sostenibles se conviertan en una ventaja competitiva y que las tecnologías sostenibles se implementen y se adopten rápidamente. Un claro ejemplo positivo en el campo industrial es el mercado europeo de cuotas de carbono.
Requerir que las compañías paguen por sus emisiones los incentiva a encontrar las formas más innovadoras y efectivas de reducir sus emisiones. Las empresas que pueden reducir las emisiones de la manera más rentable serán a su vez más competitivas. Las empresas que cambien captarán cuota de mercado y crecerán.
Las regulaciones también son una forma increíblemente eficiente de impactar en el comportamiento del consumidor y del mercado y, por lo tanto, qué tecnologías se venden, son rentables y se mejoran. Un ejemplo común de esto es el enfoque del gobierno noruego para regular el mercado de vehículos particulares.
Los vehículos eléctricos están exentos de muchos impuestos y tarifas en Noruega, lo que los hace muy atractivos en comparación con los vehículos con motores de combustión interna. Todos estos incentivos han tenido un impacto significativo en los consumidores que adoptan vehículos eléctricos.
En marzo de 2019, Noruega se convirtió en el primer país del mundo en vender más vehículos eléctricos que vehículos de combustión interna.
Incentivando la investigación energética
El aumento de los fondos para la investigación energética y el cambio de los comportamientos mediante la regulación son importantes para el cambio, pero los proyectos piloto a gran escala solo se realizarán cuando se incentive la investigación energética en sí misma. Ninguna tecnología o sistema único puede generar aisladamente una sociedad de cero emisiones.
Por lo tanto, cada país debe considerar las herramientas a su disposición para incentivar la investigación en tecnologías para la energía renovable.
Este fue el telón de fondo para establecer la iniciativa de Misión Innovación, lanzada en la cumbre climática de París, de diciembre de 2015, donde se aprobó el Acuerdo de París, destinado a contener el incremento de la temperatura en el planeta.
¿Por qué solo 1,8% del financiamiento público para investigación y desarrollo se invierte en energía limpia cuando la energía limpia es una de las formas más importantes de lograr la neutralidad climática?
Misión Innovación apunta a duplicar la inversión en energía limpia para generar más inversión del sector privado. Después de todo, el dinero público no puede resolver este desafío por sí solo.
Los países necesitan trabajar juntos. En la Alianza Europea de Investigación en Energía (EERA) trabajamos arduamente para asegurarnos de facilitar la cooperación en la mayor medida posible. Un proyecto concreto al que me gustaría llamar la atención es el Programa Conjunto para Energía Solar de Concentración (JP-CSP).
El objetivo clave de la estrategia de cooperación internacional del programa es fomentar la transferencia de conocimiento y tecnología de la investigación europea avanzada a las áreas más prometedoras para la energía solar térmica.
En el marco del programa de investigación integrado STAGE-STE (Alianza científica y tecnológica para garantizar la excelencia y liderazgo europeos en energía termosolar), financiado con fondos de la UE, el JP-CSP ha integrado con éxito socios de cuatro continentes: desde Australia a Chile, Brasil, México, India, China, así como a países de Medio Oriente y Norte de África como Libia, Marruecos y Arabia Saudita.
Pero la UE siempre puede hacer más. Una recomendación concreta que me gustaría dar como vicepresidente ejecutivo de Sostenibilidad en el Instituto de Investigación Independiente SINTEF, uno de los mayores de Europa, y presidente de EERA es aumentar el presupuesto para el próximo programa marco de investigación Horizonte Europa. La sugerencia inicial de 100.000 millones de euros debería ampliarse a 120.000 millones.
Necesitamos una sala de presupuesto para poder perseguir completamente las ideas que tienen más sentido. Además, debemos asegurarnos de que la investigación que hacemos impregne completamente la industria.
Por lo tanto, debe fortalecerse aún más el denominado «segundo pilar» de Horizonte Europa, la parte que conecta la investigación con las oportunidades industriales.
Hay muchas soluciones y tecnologías que se requieren para generar las tecnologías y técnicas para un futuro más sostenible. Todos los países y Estados miembros de la UE deben aumentar sus inversiones, regular para garantizar que la sostenibilidad se convierta en una ventaja competitiva e incentivar la investigación para realizar tantas soluciones como sea posible.
La tecnología puede mantenernos en la carrera por prevenir el calentamiento planetario, los empleos y el crecimiento económico. ¿Cómo podemos derrochar en esa inversión?
T: MF