Guyana busca una economía verde con señales contradictorias

Alrededor de 80 por ciento de los bosques de Guyana, unas 15 millones de hectáreas, permanecen vírgenes. Este país prepara la transición hacia una economía verde, a la vez que explora sus reservas de combustibles fósiles. Crédito: Desmond Brown/IPS.
Alrededor de 80 por ciento de los bosques de Guyana, unas 15 millones de hectáreas, permanecen vírgenes. Este país prepara la transición hacia una economía verde, a la vez que explora sus reservas de combustibles fósiles. Crédito: Desmond Brown/IPS.

Guyana avanza con sus planes de explorar sus vastas reservas de petróleo y gas, a pesar de que sus gobernantes hablan con elocuencia de la transición hacia una economía verde.

Las señales contradictorias aumentaron este último año, tras el descubrimiento en 2015 de lo que se consideró el mayor hallazgo de combustibles fósiles a 120 millas de la costa de Guyana, lo que atrajo a compañías internacionales en búsqueda de obtener derechos de exploración, a pesar de que el país comenzó a trabajar en una Estrategia Estatal de Desarrollo Verde (GSDS, en inglés).

En el centro de la estrategia está la “transformación estructural de la economía de Guyana para que sea verde e inclusiva y que reconozca el valor económico de los sectores extractivos y la implementación de medidas para garantizar su sostenibilidad ambiental a la vez que facilitar un nuevo crecimiento económico de un conjunto más de diverso de sectores verdes y con alto valor agregado”.

De acuerdo a su objetivo de promover una economía verde, Guyana entró en una asociación de siete años con Noruega para un fondo de inversión de REDD+ (Reducción de Emisiones de gases efecto invernadero causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques) sobre la base de sus 19 millones de hectáreas de bosques, con capacidad para absorber 350 toneladas de carbono por hectárea, en lo que se describe como el primer acuerdo de pago por rendimiento para la conservación de bosques a escala nacional.

El fondo de 250 millones de dólares de Noruega está designado para estrenar la GSDS.

Asimismo, organismos estatales de este país, el único angloparlante de América del Sur, asistieron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la investigación de formas más efectivas de garantizar que los trabajadores se capaciten para las necesidades que requiere una economía verde.

La OIT accedió a responder a las consultas de IPS sobre lo que parece ser una contradicción al buscar explotar combustibles fósiles y promover una transición hacia una economía verde, pero las solicitudes de entrevista a la oficina de Cambio Climático quedaron sin respuesta.

Por su parte, el consultor de OIT, Andrew Small, consideró que el país está listo para la transición, como lo demuestran los cambios en los programas de la enseñanza secundaria y terciaria, así como los esfuerzos para promover una agricultura climáticamente inteligente.

“Guyana es, por cierto, pequeño, pero un gran colaborador de los esfuerzos globales para reducir las emisiones de carbono de las actividades sociales y económicas”, destacó, en respuesta a IPS por correo electrónico.

También mencionó la iniciativa de algunas grandes empresas de incorporar energía renovable en sus edificios y procesos, y una iniciativa del gobierno para permitir una mayor incorporación de energías renovables.

“En particular la Agencia de Energía de Guyana y la Compañía de Energía e Iluminación encabezan la redacción e implementación de la Política Energética, de 2017, y el Plan Estratégico del Sector Energético de Guyana (2015-2020), respectivamente”, indicó.

“Esas políticas describen la demanda de energía anticipada, una mezcla de energía óptima para Guyana, que incluye un aumento de 100 por ciento en las fuentes renovables, alineada con la transición de este país hacia una economía ambientalmente sostenible”, añadió.

Pero con unos 4.000 millones de barriles estimados en sus aguas jurisdiccionales, el dinero del petróleo genera un cambio en el foco de algunos que podrían optar por empleos verdes.

“La magnitud del sector atraerá a muchos guyaneses muy capacitados”, reconoció Small.

“Hubo algunas preocupaciones por ello, en particular en el caso de ingenieros del Ministerio de Infraestructura Pública o de quienes podrían buscar trabajo en ese ministerio, entre otros”, apuntó.

Aparte, queda por ver cómo hará Guyana para cumplir con sus contribuciones determinadas a nivel nacional, presentadas en 2017.

El país se comprometió a “evitar 48,7 toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2 eq) de emisiones al año si se ofrecen suficientes incentivos” sobre la base de su cobertura boscosa.[related_articles]

Si el dato los 4.000 millones de barriles es correcto, las reservas de Guyana representan casi las cuatro quintas partes de la estimación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), de 2007, sobre la cantidad de energía que generará la industria de América Latina, incluida la de combustibles fósiles, hasta 2030.

El IPCC estima que los 33 exajulios de energía (unos 5.400 millones de barriles de petróleo) que se generarán en América Latina hasta 2030 producirán 2.417 tCO2 eq., lo que hará que las promesas de Guyana a favor del Acuerdo de París sean inconsecuentes a la luz de las emisiones que producirán los miles de millones de barriles de crudo.

Sin embargo, el especialista en empresas y creación de empleo de la oficina de la OIT en el Caribe, Kelvin Sergeant, dijo a IPS que el impacto de la exploración de gas y petróleo en la transición hacia una economía verde puede ser positivo o negativo.

“Será positivo si los recursos del sector petrolero se utilizan para crear una economía verde y garantizar la sostenibilidad ambiental y social, en especial de los más vulnerables de la sociedad. Si no es así, podrían aparecer muchos problemas nuevos en el futuro”, explicó.

La OIT solicitó un estudio sobre “Capacidades para empleos verdes” en Guyana, que se terminó en 2017.

“La OIT hace un gran énfasis en que las economías y el empleo sean más verdes. Es fundamental para las sociedades y las economías sostenibles”, precisó Sergeant.

“Pero las políticas para que la economía sea más verde tendrán un impacto en los trabajadores; se perderán o se ganarán empleos o se redefinirán. Por ello, la OIT cree que una política en ese sentido debe ser justa y equitativa, y no debe dejar a nadie atrás”, añadió.

El foco en los combustibles fósiles “solo será perjudicial si las ganancias del sector petrolero no permean a otros sectores. Todo el proceso debe ser cuidadoso para evitar el síndrome holandés y otros problemas, que se propagaron por los países petroleros del Caribe”, puntualizó.

“Se necesitan políticas cuidadosas para que todo el mundo se beneficie de los hallazgos petroleros”, subrayó. Sin embargo, Sergeant se mostró optimista sobre el futuro de la economía verde de Guyana.

El interés en la exploración petrolera no significa que no tengan sentido los esfuerzos para impulsar las capacidades necesarias para una economía verde.

“No tiene por qué si se siguen las pautas para una transición justa”, subrayó.

Traducción: Verónica Firme

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