La campaña que se llevó adelante en Ucrania para generar conciencia sobre la seguridad hídrica podría servir de inspiración para todo el mundo, según sus impulsores, pues logró que las autoridades cambiaran su enfoque de gestión del recurso vital.
Después de promover durante cinco años una gestión hídrica proactiva y con una perspectiva de seguridad entre varios actores y el propio gobierno, finalmente el tema se volvió una prioridad en la agenda de desarrollo de Kiev.
Anna Tsvietkova, de la organización MAMA-86, socia de la Asociación Mundial para el Agua (GWP), dijo a IPS que fue un ejemplo de cómo el conocimiento especializado, sumado a la generación de conciencia, pueden llevar un asunto como el agua, o cualquier otro, a lo más alto de la agenda de desarrollo del gobierno.
“Nuestro trabajo puede servir de inspiración para organizaciones de otros países. Estuvimos activos y ofrecimos los mejores consejos. Nuestro gobierno tuvo que aceptar nuestra propuesta (sobre seguridad hídrica)”, explicó.
Al igual que para muchos países, el problema de la escasez de agua se vuelve cada vez más importante en Ucrania.
Organizaciones como GWP han denunciado que el estado de los recursos hídricos y del suministro de agua supone una grave amenaza para la seguridad nacional, con consecuencias exacerbadas por crisis económica y política y conflictos militares y por el cambio climático.
Este país tienen una escasez relativa del recurso natural en áreas pobladas, y los estudios muestran que los recursos en la superficie y los más profundos están distribuidos de forma desigual de una estación a otra y en el territorio nacional.
La gestión ineficiente de los recursos disponibles, incluida la extracción excesiva y la contaminación, llevó al agotamiento del recurso y a la contaminación de las fuentes de agua, denuncian organizaciones ambientalistas locales.
Además, la infraestructura vetusta y mal mantenida y el tratamiento y la tecnología desactualizada para potabilizar el agua y las aguas servidas han generado numerosos problemas de salud y de saneamiento.
Pero hasta hace poco, la seguridad hídrica no era un concepto propio, sino que se trataba como parte de la ley de protección ambiental general.
Las autoridades y el público en general estaban fijados en el concepto de protección del agua, más que en una gestión que tenga en cuenta el riesgo.
“Una de las principales amenazas a la seguridad hídrica es que los responsables de la gestión del agua la asumen como si fuera una cuestión de administrar la infraestructura y extraer el recurso, lo que deja a otras fuentes de agua sin manejar”, explicó Andriy Demydenko, del Centro de Proyectos Ambientales e Hídricos, en diálogo con IPS.
“Entonces las autoridades solo controlaban los parámetros de calidad y cantidad sin asumir ninguna responsabilidad de alcanzar objetivos hídricos”, precisó.
“La infraestructura vetusta de la época soviética, los canales, las represas y los reservorios requieren enormes recursos económicos, humanos y técnicos, y se suman nuevos desafíos planteados por la variabilidad climática”, apuntó Demydenko.
“Además, la falta de base científica para la gestión y la toma de decisiones, la escasez de conocimiento y de construcción de capacidad deja a Ucrania muy vulnerable y mal preparada para eventos como la escasez de agua, las sequías y las inundaciones”, añadió.
Pero a través de la campaña y los diálogos entre actores nacionales de los últimos cinco años, la GWP y las organizaciones locales introdujeron y promovieron un nuevo concepto de gestión basada en el riesgo o proactiva.[related_articles]
En 2016, la GWP Ucrania organizó cuatro consultas sobre cuestiones estratégicas en materia de política sobre agua llamadas “Repensando la Seguridad Hídrica para Ucrania”.
De las consultas, la GWP preparó una publicación donde se presentaba una serie de objetivos, metas de desarrollo sostenible e indicadores para evaluar los avances en los objetivos del nexo agua, energía y alimentación.
En el último año, las consultas entre los actores permitieron llevar a Ucrania a adoptar un nuevo enfoque para la gestión del recurso hídrico.
De hecho, el trabajo de la GWP Ucrania contribuyó a cambiar la política del Ministerio de Ambiente en materia de estrategia de gestión del agua.
Luego de sostener que el programa de desarrollo de agua formaba parte de otras iniciativas estatales y de documentos estratégicos, tras ver la propuesta de la GWP, el ministerio decidió vincularse a la Iniciativa de Agua Plus, de la Unión Europea, como forma de desarrollar su estrategia.
De las propuestas originales de la GWP Ucrania, el gobierno ya aceptó propuestas sobre algunas metas e indicadores del sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que busca garantizar el acceso al agua y al saneamiento para todos.
La organización sigue trabajando con el gobierno para aceptar otros indicadores del ODS 6 con el fin de incluirlos en la estrategia de desarrollo del país.
Se espera un documento programático sobre la reforma del sector hídrico que se formulará en este verano boreal, para que luego la apruebe el gobierno.
El próximo Diálogo Nacional sobre Política de Agua se llevará adelante hacia fines del presente año.
El trabajo de la GWP no se restringe a Ucrania, puntualizó Tsvietkova.
El éxito de la organización impulsando el tema en este país hizo que otras organizaciones dentro de la Red Mundial de Agua de Asia central y el Cáucaso, que cubre a Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Kazajstán, República de Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Mongolia, pidieran apoyo para impulsar políticas de agua en sus países, en el marco de programas nacionales de desarrollo.
“Se han mostrado muy interesados”, aseguró Tsvietkova.
Traducción: Verónica Firme