El biogás lleva calor y luz a los hogares rurales de Pakistán

Nabela Zainab prepara té en una cocina a biogás en su casa del distrito de Faisalabad, en la provincia de Punyab, en Pakistán. Esa alternativa permitió eliminar la contaminación aérea y mejorar su salud. Crédito: Saleem Shaikh/IPS.
Nabela Zainab prepara té en una cocina a biogás en su casa del distrito de Faisalabad, en la provincia de Punyab, en Pakistán. Esa alternativa permitió eliminar la contaminación aérea y mejorar su salud. Crédito: Saleem Shaikh/IPS.

La pakistaní Nabela Zainab, de 38 años, ya no se asfixia ni tose cuando prepara la comida, gracias a una nueva cocina a biogás con dos hornillas, que recibió gracias a un proyecto piloto que buscar terminar con la dependencia de la madera de los hogares pobres y rurales de Pakistán.

Zainab compró una unidad de biogás, cuyo valor asciende a unos 400 dólares, pero pagó 50 por ciento menos que es el precio subsidiado por la no gubernamental Red del Programa de Apoyo Rural en el marco del Programa de Biogás Doméstico de Pakistán (PDBP, en inglés), de cinco años.

En esta localidad de Faisalabad, en la provincia de Punyab y a 360 kilómetros de Islamabad, Zainab tenía que ir a buscar madera a un bosque lejano tres veces por semana y trasladarla hasta su casa en la cabeza.

“Abandonar esa rutina es una experiencia transformadora”, contó a IPS.

La planta de biogás de cuatro metros cúbicos necesita estiércol de tres búfalos todos los días para cubrir la demanda energética de una familia de cuatro integrantes, para cocinar, calentar el ambiente, lavar y bañarse durante 24 horas. Además, permite ahorrar casi 160 kilogramos de madera al día, o unos 20 a 25 dólares al mes.

Zainab, casada con un pequeño productor de verduras, contó que hace 20 años que tiene tos y los ojos irritados.

“No tenemos acceso al gas natural por cañería en nuestra aldea. El costo creciente del gas licuado del petróleo no era factible para ninguno de nosotros que somos pobres. Así que no tenemos más alternativa que seguir quemando estiércol de búfalo o madera”, relató.

En enero, el ganadero Amir Nawaz adquirió una planta de biogás de ocho metros cúbicos por unos 700 dólares en el marco del PDBP, gracias a un subsidio de casi 300 dólares.

“Ahora ahorro casi 60 dólares al mes, que antes gastaba en gas licuado”, relató a IPS. Su planta funciona gracias al estiércol de seis búfalos, lo que le alcanza para cubrir las necesidades de la cocina y calentar el ambiente de hogar.

Nawaz también utiliza biogás para prender lámparas durante la noche, con lo que se ahorra otros 15 dólares al mes.

“Más que nada, eso ayuda a que nuestros hijos puedan hacer los deberes y a que yo termine las tareas del hogar al caer la tarde”, relató sonriente Shaista Bano, la esposa de Nawaz.

Se instalaron unas 5.360 plantas de biogás de diversos tamaños en 12 distritos de la provincia pakistaní de Punyab, Faisalabad, Sargodha, Jushab, Jhang, Chniot, Toba Tek Singh, Shekhapura, Gujranwala, Sahiwal, Pakpatan, Nankana Sahib y Okara, entre 2009 y 2015, evitando que casi 43.000 personas quedaran expuestas al humo tóxico de la madera o del queroseno.

Una planta de biogás de 25 metros cúbicos ofrece energía a una familia de 10 integrantes, quienes pueden cocinar, calentar el ambiente y hacer funcionar bombas de agua durante seis horas al día.

Rab Nawaz, quien tiene tres hijos, compró una de esas plantas por 1.700 dólares, gracias a que el PBDP le subsidió 400 en el marco de la promoción del biogás en la zona.

“Utilizo el estiércol de 18 búfalos para producir casi 40 metros cúbicos de gas al día y hacer funcionar la bomba de agua, adaptada de diésel a biogás, durante seis horas y encender la cocina tres veces al día”, contó a IPS, mientras limpiaba con una pala su corral en el distrito de Sargodha.

Nawaz señaló que con la eliminación del diésel, que daña el ambiente y perjudica la salud, además de ser caro, ahorra entre 10 y 12 dólares al día.

Como parte de la sostenibilidad del programa de biogás, se instalaron 50 constructoras de plantas. Expertos internacionales capacitaron a casi 450 personas en construcción, mantenimiento y reparación de unidades de biogás.

El PBDP, inaugurado en 2009 por el Programa Nacional de Apoyo Rural, recibió contribuciones de la embajada de Holanda en Pakistán y apoyo técnico de Winrock International y de SNV, que nuclea a varias organizaciones no gubernamentales holandesas.

“El programa de biogás procura crear un sector comercialmente viable. Los principales actores por el lado de los proveedores son las Empresas de Construcción de Biogás (BCE, en inglés), que además de ese servicio ofrecen la venta a los hogares”, explicó a IPS la directora general de la Red del Programa de Apoyo Rural, Shandana Jan.[related_articles]

“Por el lado de la demanda, los programas de apoyo rurales nucleados en la red serán los principales socios en la implementación, pero también incluirán a las organizaciones lácteas y de agricultores”, añadió.

“Las 5.600 plantas de biogás permiten ahorrar casi 13.000 toneladas de madera quemada, unos dos millones de dólares, y 169.600 litros del queroseno para las lámparas nocturnas”, precisó

“Con un costo de unos 3,3 millones de dólares, las plantas de biogás ayudaron a reducir las tres a cuatro horas que las mujeres dedicaban a la recolección de leña. Ahora tienen más tiempo para socializar, realizar actividades económicas, así como mejoró la salud de las familias. También ofrecen gas de forma instantánea para cocinar y lavar los platos”, destacó.

Y lo más significativo es que el programa evita que se liberen casi 16.000 toneladas de dióxido de carbono al año, calculó.

En la actualidad, alrededor de 18 por ciento de los hogares en Pakistán, la mayoría en las ciudades, tienen gas natural por cañería. Pero más de 80 por ciento de la población rural depende de la biomasa, madera, estiércol, paja, etcétera, para cocinar, calentar el ambiente y realizar otras tareas domésticas, indicó la Junta de Desarrollo de Energía Alternativa de Pakistán.

“Es inviable que la población rural tenga gas natural por cañería”, indicó el presidente de la junta, Jawaja Mohammad Asif. “Pero el biogás ofrece una solución prometedora y viable para cubrir la demanda energética de los hogares rurales, donde viven 60 por ciento de las personas y están 80 por ciento de las más de 180 millones de cabezas de ganado”, apuntó.

También destacó que 80 millones de vacas y búfalos, unos 100 millones de ovejas y cabras y 400 millones de aves pueden aportar la materia prima para producir cantidades sustanciales de biogás.

“Así, el biogás puede aprovecharse para obtener beneficios económicos, así como tiene ventajas para la salud y el ambiente”, destacó.

En Pakistán, hay más de 160 millones de cabezas de ganado, ya sean búfalos, vacas, camellos, burros, cabras y ovejas. Con el estiércol que producen pueden alimentarse cinco millones de plantas de biogás de diversos tamaños, según especialistas de la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología, con sede en Islamabad, y la Universidad de Agricultura de Faisalabad.

Es una alternativa que contribuye a reducir la brecha abismal que hay en el suministro de gas. Según datos oficiales, 73 por ciento de los 200 millones de personas, la mayoría en zonas rurales, no tienen gas por cañería y dependen de bombonas de gas licuado y de madera.

Traducido por Verónica Firme

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