“Sin agricultores no hay alimentos” es un viejo eslogan que todavía usa la Unión Nacional de Agricultores de Zambia y que podría recuperar su lugar en la historia porque cada vez más se buscan en la producción agrícola las respuestas a varios de los desafíos que afectan al mundo actual.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la inversión en este sector es una de las estrategias más importantes y efectivas para logar el crecimiento económico y la reducción de la pobreza en las zonas rurales, donde viven la mayoría de las personas.
Los datos disponibles indican que el crecimiento del producto interno bruto en la agricultura es por lo menos el doble de efectivo para reducir la pobreza que el que se origina en otros sectores.
Con esa evidencia, la trayectoria del desarrollo mundial se concentra en cómo el sector puede impulsar la lucha contra el hambre y la extrema pobreza, dos de los grandes obstáculos para lograr el desarrollo sostenible.
La 6 Asamblea General de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), que se realizará desde este miércoles 4 hasta este sábado 7 en Livingstone, esta ciudad del sur de Zambia, se concentrará, entre otros asuntos, en la inversión agrícola y los vínculos con el mercado.
Bajo el lema “Asociaciones para el crecimiento”, la conferencia evaluará formas de alentar las colaboraciones centradas en los agricultores y en las inversiones destinadas a mejorar el ámbito económico y el sustento de los productores, la mayoría de los cuales viven en zonas rurales.
La FAO estima que se necesitarán invertir otros 83.000 millones de dólares al año para reducir la brecha entre lo que los países de bajos y medianos ingresos invirtieron cada año en la última década y lo que se necesita para 2050.
Pero para los países en desarrollo como Zambia, el origen de los fondos es un motivo de preocupación.
Evelyn Nguleka, presidenta de la Unión Nacional de Agricultores de Zambia (ZNFU, en inglés), cree que la organización de la Asamblea General este año es una oportunidad para que este país se muestre como destino preferido para las inversiones agrícolas.
“Tenemos tierra, agua, recursos humanos y buen clima que favorece el crecimiento de todo tipo de producción agrícola”, destacó Nguleka en diálogo con IPS.
La organización de la Asamblea General coincide con un momento fundamental para Zambia, que sufrió una de las peores sequías a raíz del fenómeno de El Niño, que también afectó a toda África austral.
“Es un momento crítico para el desarrollo de nuestra agricultura y tenemos que aprovechar la reunión para solicitar ideas e inversiones para mejorar nuestra cadena de valor agrícola, en un contexto en que los gobiernos colocan a la agricultura como pilar de la economía”, observó la presidenta de ZNFU, quien actualmente preside la OMA.
Al destacar el desafío que significa el acceso al mercado y la falta de mecanización, Nguleka espera que Zambia aproveche la plataforma de OMA para aprender de otros países que mecanizaron y que ahora cosechan los frutos de ese cambio.
“Como sabe, la mayoría de los productores son pequeños agricultores y la mayoría de estos son mujeres. Y ellas no solo son agricultoras, sino gerentes, y necesitan de la mecanización para equilibrar ambas obligaciones y reducir el tiempo que están en el campo”, explicó, al subrayar la importancia de las mujeres en el desarrollo agrícola.
El Movimiento Viviendo Verde, que integra la Alianza para la Agroecología y la Conservación de la Biodiversidad de Zambia, estima que la conferencia debe garantizar que se escuche la voz de los pequeños agricultores, quienes suelen quedar al margen de esos grandes acontecimientos.
“Aplaudimos el tema, que es oportuno. Pero decimos no a las asociaciones unilaterales que al parecer favorecen a las grandes corporaciones, mientras los pequeños agricultores se pierden”, subrayó Emmanuel Mutamba, director del Movimiento Viviendo Verde y presidente de la Alianza para la Agroecología y la Conservación de la Biodiversidad.
Mutamba opinó que la WFO debe cuidarse de los intereses egoístas de las corporaciones, cuya agenda está principalmente pautada por la búsqueda de ganancia.
“El cambio climático está aquí para quedarse. Llamamos a nuestros representantes en esta conferencia a considerar seriamente la difícil situación de los pequeños agricultores, quienes producen 75 por ciento de los alimentos consumidos en el país y son los primeros en sufrir las consecuencias del fenómeno”, puntualizó Mutamba.
“Deben buscarse tecnologías sostenibles para su continua productividad, o de lo contrario las asociaciones que surjan no tendrán sentido sin producción”, añadió, al subrayar la importancia de hacer frente al recalentamiento planetario.
En lo que tiene que con agregar valor al enfoque de lograr un beneficio de todos, el Proyecto Cultivar el Futuro de África, que procura reducir las pérdidas de la pesca en el oeste de Zambia podría ser un ejemplo perfecto.
Tras ofrecer a los pescadores tecnología eficiente para gestionar la pesca, el proyecto se concentró en financiar ideas de negocios destinadas a mejorar las tecnologías viables, cuyos resultados proceden del esfuerzo conjunto entre pescadores e investigadores a través del enfoque Investigación para la Acción Participativa.
Llamada Ampliando Oportunidades de Negocios para Jóvenes Africanos en las Cadenas de Valor Agrícola en África Austral, el proyecto complementario CultiAF cuenta con fondos del Centro de Investigación para el Desarrollo Internacional de Canadá (IDRC, en inglés).
“El proyecto buscar diferenciarse del enfoque habitual de utilizar comunidades con fines comerciales, que luego quedan abandonadas a su suerte sin un plan de sostenibilidad”, explicó Jonathan Tambatamba, director de programas de ATDF Entrepreneurship Hub (AEH), una empresa privada contratada por el IDRC para implementar el proyecto de comercialización.
Además de la capacitación empresarial, se elegirán tres ideas de negocios novedosas y creativas para financiar con 5.000 dólares cada una, a fin de atender algunos de los desafíos del proceso de CultiAF, de lograr la sostenibilidad económica y la falta de acceso al mercado.
Para Joyce Inonge Nang’umbili, una vendedora de pescado de 35 años, la idea de acceder a mercados confiables cercanos a donde se produce la cadena de valor es muy parecido a un milagro.
“Para algunos de nosotros, que recurrimos a salar como la mejor opción para procesar el pescado, deseamos un adecuado acceso al mercado del pescado salado, que no es muy conocido por la mayoría de los consumidores en Zambia”, añadió.
Muchos actores esperan que los representantes en la Asamblea General de la OMA no solo se concentren en políticas centradas en los agricultores para atender los vínculos del mercado, sino que se hagan responsables de las inversiones agrícolas, con serias consecuencias para la lucha contra el cambio climático, que pone en riesgo la existencia misma de la humanidad y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promovidos por la Agenda de Desarrollo para 2030.
Traducido por Verónica Firme