Pendiente de una consulta popular, las autoridades cubanas elaboraron el primer boceto del modelo que aspiran a construir con los cambios iniciados en 2008 y que fueron ajustados entre el sábado 16 y el martes 19, durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Los casi 1.000 delegados que participaron en el cónclave del único partido legal en este país caribeño, revisaron y modificaron varios documentos, entre ellos los “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución”, el programa de reformas aprobado por el anterior congreso, en 2011.
Además, entre los nuevos documentos aprobaron el “Proyecto de Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista”.
Lo acordado en el VII Congreso será objeto de un “proceso de debate amplio y democrático”, antes de su aprobación final, en esta ocasión después de la reunión, cuando lo habitual es que la consulta a la población suceda antes.
Cuando ello suceda, esa conceptualización se convertirá en la nueva guía teórica de los cambios económicos, sociales y políticos que pilota el gobierno de Raúl Castro, para salir de la profunda depresión en que vive este país socialista hace más de 20 años.
La conceptualización del modelo “tiene como objetivos esenciales explicar y fundamentar con claridad y rigor sus características principales, con vista a su mejor comprensión”, apuntó una de las cuatro resoluciones del Congreso. También contiene “los principios del socialismo cubano” y define “las transformaciones principales, a tono con el momento”.
En los debates se prevé que participen “todos los militantes del partido y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC, cantera del PCC), representantes de las organizaciones de masas y de amplios sectores de la sociedad”, indicó una de las resoluciones, sin dar más detalles sobre el calendario.
La cita del PCC se concentró en revisar la marcha de las transformaciones iniciadas en 2008, que continuarán implementándose “sin prisa pero sin pausa”, una frase casi simbólica que reiteró una vez más Raúl Castro, el primer secretario del PCC y presidente del país.
Con una tasa promedio anual de crecimiento de 2,8 por ciento entre 2011 y 2015, la economía cubana sigue sin dar el gran salto que mejore, entre otras cosas, la capacidad de consumo de la población de 11,2 millones de habitantes.
Un gran volumen de reformas aprobadas en 2011 dentro de los Lineamientos, permanece en el tintero, porque apenas 21 por ciento de ellos fue implementado, mientras 77 por ciento está en ese proceso y el dos por ciento restante no se ha ejecutado por causas diversas.
Ahora, el VII Congreso modificó y amplió su programa para 2016-2021, que quedó con 274 lineamientos, después de revisar, integrar y agregar 50 nuevas directrices.
“Espero que en los debates por venir se tomen de verdad en cuenta los criterios de las personas. El pueblo necesita sentirse parte del proceso”, dijo a IPS la investigadora Irania García, de 28 años, que participó en los análisis populares de los lineamientos de la reforma, realizados en todo el país de noviembre de 2010 a febrero de 2011.
“En el debate anterior, no se sabía cómo se pensaban lograr los lineamientos ni qué país se aspiraba a construir. Esa poca claridad fue un obstáculo para realizar la discusión. Al menos en el centro de investigación de la agricultura donde trabajo, pedimos sin éxito más información”, recordó la agrónoma.
Trascendió que algunas incorporaciones persiguen fortalecer más la contabilidad como herramienta para tomar decisiones, potenciar la inversión extranjera en la introducción de tecnología de avanzada y parques tecnológicos, crear una política de desarrollo del cine cubano y el perfeccionamiento de los gobiernos locales.
Este Congreso “será el último dirigido por la generación histórica”, anunció Raúl Castro en el discurso de clausura, el martes 19, donde hizo una inesperada comparecencia pública el expresidente Fidel Castro, quien leyó unas breves palabras a los delegados y 280 invitados reunidos en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Los hermanos Castro son el emblema de la llamada “generación histórica”, de hombres y mujeres que sobrepasan los 80 años y llegaron al poder con la Revolución cubana de 1959, declarada socialista en 1961. Fidel Castro gobernó el país hasta 2006, y desde 2008 le sucedió plenamente su hermano, tras gobernar dos años en forma interina.
El Congreso acordó implementar el límite de 60 años, como edad máxima para ingresar al Comité Central y hasta 70 años para ocupar cargos de dirección, así como el tope de dos períodos de cinco años en estos cargos. También se propuso replicar la medida en el gobierno, para lo que volvió a anunciar el requerido referendo constitucional.
Aunque aún no consta en los estatutos del PCC, los límites de edad fueron considerados en alguna medida durante las elecciones de la cima partidista, indicó el actual mandatario en su alocución de cierre. Los resultados de la votación se conocieron la jornada de clausura, a través de la prensa estatal cubana.[related_articles]
El mandatario reveló que, de los 142 integrantes del Comité Central, 55 fueron elegidos por primera vez y todos ellos son menores de 60 años.
Y entre los 17 integrantes del Buró Político entran el secretario general de los sindicatos, Ulises Guilarte, y Roberto Morales, ministro de Salud Pública.
La entrada en ese buró de Miriam Nicado, rectora de la Universidad de las Ciencias Informáticas, de Teresa Amarelle, de la Federación de Mujeres Cubanas, y de Marta Ayala, vicedirectora General del estatal Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, se espera que anticipe una mayor presencia femenina en la conducción del PCC y del poder.
Apenas hubo recambio generacional en la cúpula partidista, donde se mantuvo Raúl Castro (85 años) y José Ramón Machado Ventura (86 años), como primero y segundo secretario del Comité Central.
La franja joven, de menores de 35 años, permanece a la zaga de los espacios políticos y de decisión.
“Es preocupante que un país tan envejecido como el nuestro, no se atiendan más y mejor las necesidades de nuestros jóvenes”, dijo a IPS la realizadora audiovisual Yaima Pardo, de 36 años. “Hay que poner a producir ese capital por el futuro de nuestro país y hacerlo ahora”, conminó.
Por su parte, la joven investigadora Marta Gómez valoró que “la participación en esferas políticas resulta uno de los espacios de mayor polémica actualmente en la juventud cubana”. “Se percibe cierta apatía para militar en las organizaciones del país, desde la UJC hasta el PCC, y asumir cualquier postura política”, afirmó.
De hecho, la militancia del partido único sufrió un abrupto descenso a 671.344 al cierre de 2015 con respecto a los casi 800.000 los militantes registrados en 2011.
Donde sí Pardo y Gómez observan protagonismo juvenil es en los emprendimientos privados y cooperativos ampliados por la reforma. Son jóvenes 30 por ciento de las 496.400 personas registradas en el trabajo por cuenta propia, como se llama en este país a la actividad privada.
Editado por Estrella Gutiérrez