La difícil lucha contra el VIH/sida entre adolescentes africanos

El elevado número de adolescentes africanos con VIH/sida requiere intervenciones urgentes para frenar la propagación de la enfermedad. Crédito: Miriam Gathigah y Jeffrey Moyo/IPS
El elevado número de adolescentes africanos con VIH/sida requiere intervenciones urgentes para frenar la propagación de la enfermedad. Crédito: Miriam Gathigah y Jeffrey Moyo/IPS

En un control prenatal, la keniata Keziah Juma, de 16 años, se enteró de que era portadora del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y le costó tanto aceptar su situación que dejó de ir al médico, lo que tuvo consecuencias nefastas.

“Quedé impactada y dejé de ir a la clínica, por eso no pudieron salvar la vida de mi bebé y quedé postrada desde que di a luz hace dos meses”, relató a IPS en el populoso asentamiento irregular de Kibera, en Kenia, donde amigos y familiares se reúnen para el funeral de su hijo.

Una situación similar viven numerosos jóvenes en este país de África oriental. Kenia es una de las seis naciones con casi la mitad de los adolescentes de entre 15 y 19 años portadores del virus causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).[pullquote]3[/pullquote]

Los otros son India, Tanzania, Sudáfrica, Nigeria y Mozambique, según el informe “Actualización estadística de niños, niñas, adolescentes y sida”, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Las estadísticas revelan que este continente pierde la lucha contra el VIH entre adolescentes.

Algunos países como Kenia parecen haber elegido “esconder la cabeza como el avestruz con la esperanza de que el problema desaparezca”, se lamentó Julius Mwangi, activista contra el VIH/sida de Nairobi.

Datos oficiales revelan que la edad de la primera relación sexual aumentó en este país de 14 a 16 años, pero las autoridades no han hecho mucho para combatir las infecciones.

Un plan rápido del Ministerio de Salud para frenar la epidemia muestra que solo alrededor de 24 por ciento de los adolescentes de entre 15 y 19 años conocen su condición sanitaria; apenas la mitad se hicieron un análisis de VIH.

Según Mwangi, la situación se debe a la falta de intervenciones prácticas para atender el problema, refiriéndose a la controversia por el proyecto de ley de Salud Reproductiva, de 2014, que preveía el acceso a condones y otros métodos de planificación familiar para menores de 18 años, pero que fue rechazado.

El texto original no fue aceptado porque supuestamente fomentaba la inmoralidad sexual entre los jóvenes, se lamentó Judith Sijeny, una de las impulsoras de la iniciativa.

Además de habilitar información sobre cómo prevenir el VIH/sida y recibir tratamiento, precisó Sijeny, el proyecto “ofrecía una solución al promover el sexo seguro”.

“Las estadísticas muestran un panorama muy claro sobre que los adolescentes, incluso los que tienen VIH, mantienen relaciones sexuales”, subrayó.

Uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años mantuvieron relaciones sexuales antes de los 16 en Kenia, según datos oficiales. Sin embargo, el texto revisado del proyecto de ley señala claramente que los condones y las pastillas anticonceptivas no se distribuirán entre menores de 18.

Pero otros países africanos decidieron agarrar al toro por los cuernos, como es el caso de Zimbabwe.

Junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el gobierno zimbabuense lanzó el año pasado una campaña para distribuir preservativos especiales entre varones de 15 años en un intento de prevenir los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, a pesar de la norma que establece que la edad para mantener relaciones sexuales consentidas es de 16.

Pero la campaña llega tarde para algunos adolescentes como Yeukai Mhofu, de 16 años, ya portadora del virus tras ser violada por su padrastro, ahora fallecido, quien, además, teme haber contagiado a su novio.

Sin embargo, para otros adolescentes, como Loveness Chiroto, de 15 años, es un alivio. “Con la posición del gobierno y el UNFPA de que tengamos condones, estoy contenta de que como jóvenes tengamos la alternativa de hacer frente a un flagelo como el VIH/sida”, comentó en diálogo con IPS.

La legisladora del opositor Movimiento para un Cambio Democrático-Tsvangirai (MDC-T), Ruth Labode, salió al cruce de muchos padres que se quejaron de la campaña.

“¿Cuál es la diferencia entre un adulto que tiene relaciones sexuales y un adolescente? Si son sexualmente activos, el uso del condón es una necesidad”, remarcó. “Estoy de acuerdo porque creo que es necesario proteger a los jóvenes de las enfermedades de transmisión sexual”, añadió Labode, presidenta del comité de salud parlamentario.[related_articles]

Los datos muestran que 24,5 por ciento de las adolescentes zimbabuenses de entre 15 y 19 años están casadas, lo que prueba que ese sector de la población es sexualmente activo y se justifica la distribución de condones, según la asesora técnica del UNFPA, Bidia Deperthes .

“Estamos desbordados por el VIH/sida y las infecciones de transmisión sexual incluso entre adolescentes”, puntualizó un funcionario de cuidado infantil del Ministerio de Salud, quien no quiso dar su nombre por motivos profesionales. “Por eso los condones son muy importantes para reducir las infecciones”, subrayó.

En 2007, la nueva Ley de Infancia de Sudáfrica amplió los derechos de niños y niñas y, específicamente, en materia de salud reproductiva, contemplando incluso el uso de condones para los mayores de 12 años en un momento en que los jóvenes de 15 a 24 concentraban 34 por ciento de las nuevas infecciones de VIH.

En 2014, se realizó en Botswana una campaña similar a la de Zimbabwe, que según declaró entonces Aisha Camara-Drammeh, representante del UNFPA, fue un momento muy importante porque el acceso a preservativos “es un requisito para la salud sexual y reproductiva de los jóvenes”.

La campaña fue muy importante entonces, según el UNFPA, porque los jóvenes tenían un comportamiento sexual de alto riesgo, que derivaba en embarazos no deseados, elevada incidencia de infecciones con el VIH, mala comprensión sobre temas de salud sexual y reproductiva y VIH, así como carencias en el acceso a servicios y productos relacionados.

Con el uso generalizado de condones entre los jóvenes, Botswana registra una reducción de las infecciones, pues la incidencia del virus del sida en el sector de 15 a 24 años disminuyó 25 por ciento, según el UNFPA.

En 2013, hubo incluso una experiencia similar en Malawi, donde también se promovió y aumentó el uso de preservativos entre los adolescentes con el fin de prevenir el VIH/sida.

Traducido por Verónica Firme

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