El exterior polvoriento de la División de El Teniente, la mina subterránea de cobre más grande del planeta, ubicada en la Cordillera de los Andes, a 150 kilómetros al sur de Santiago de Chile. En el yacimiento se tratan los residuos sólidos y líquidos y se controlan las emisiones de azufre, pero eso no sucede en otras minas del país. Crédito: Marianela Jarroud/IPS

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