Evasión fiscal de las empresas es clave para desarrollo post 2015

Hace falta una estructura tributaria internacional más justa para que se alcancen los objetivos de desarrollo sostenibles posteriores a 2015. Crédito: Eoghan OLionnain CC byr SA 2.0 Licencia https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/.
Hace falta una estructura tributaria internacional más justa para que se alcancen los objetivos de desarrollo sostenibles posteriores a 2015. Crédito: Eoghan OLionnain CC byr SA 2.0 Licencia https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/.

La evasión fiscal de las empresas transnacionales es un tema apremiante para la financiación del desarrollo posterior a 2015, ya que los fondos públicos son de vital importancia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países pobres.

Las finanzas públicas nacionales son un elemento clave de la agenda de desarrollo posterior a 2015, según se desprende de un proyecto de agenda que circuló en los últimos días sobre la Tercera Conferencia de  Financiación para el Desarrollo, a celebrarse en Addis Abeba, la capital de Etiopía, en julio.[pullquote]3[/pullquote]

La agenda reconoce la necesidad de una mayor cooperación fiscal teniendo en cuenta «que hay límites a cuánto los gobiernos pueden aumentar sus ingresos de forma individual en nuestro mundo interconectado”.

Más de 130 países, representados por el Grupo de los 77 (G 77), solicitaron que la agenda de Addis Abeba incluya una mayor cooperación fiscal internacional, en reconocimiento del papel cada vez más importante que tienen los sistemas tributarios en el desarrollo.

Esto se produce en el contexto de las fugas de Luxemburgo y las de Suiza, que revelaron en los últimos meses cómo algunas de las mayores empresas transnacionales del mundo evitaron el pago de miles de millones de dólares de impuestos mediante acuerdos con paraísos fiscales en países ricos.

Pepsi, IKEA, AIG, Coach, Deutsche Bank, Abbott Laboratories y unas 340 empresas más acordaron pactos secretos con Luxemburgo que les permitió reducir sus cargas impositivas, según una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, difundida en noviembre de 2014.

Otra investigación de la misma organización reveló en febrero que el banco privado HSBC, con sede central en Londres, contiene más de 100.000 millones de dólares en cuentas secretas en sus filiales de Suiza y otros países.

Dos informes de las organizaciones independientes Oxfam y Red de Justicia Fiscal analizan cómo repercute la evasión fiscal empresarial en la desigualdad mundial.

Catherine Olier, asesora política de Oxfam sobre la Unión Europea, dijo a IPS que «la evasión fiscal de las empresas es en realidad un tema muy importante para los países en desarrollo porque, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, los países pobres son más dependientes del impuesto a las empresas que los países ricos”.

Olier señaló que se necesitan fondos considerables para que los ODS sean posibles.

«Si observamos lo que hay actualmente sobre la mesa en términos de ayuda oficial al desarrollo o incluso del dinero financiado por el sector privado, eso nunca alcanzará para financiar a los ODS», advirtió.

«Los impuestos definitivamente van a ser la fuente más sostenible e importante de financiación», aseguró.

El informe de Oxfam pidió a las instituciones europeas, especialmente a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, que «analice los impactos negativos que el sistema fiscal de un Estado miembro puede tener en otros países europeos y en desarrollo, y que realice recomendaciones públicas de cambio”.

Nicholas Shaxson, de la Red de Justicia Fiscal, dijo a IPS que los paraísos fiscales son en su mayoría países de mayores ingresos, pero con un impacto negativo tanto para los países ricos como los pobres.[related_articles]

«Esto ya no es un tema de los países en desarrollo frente a los países ricos. Creo que hay que ir más allá de la geografía y empezar a pensar en esto como una batalla entre las élites ricas y todos los demás. Ahí es donde está a línea de batalla, la línea divisoria”, opinó.

Los impuestos corporativos son particularmente importantes para los países en desarrollo, en parte porque es más difícil aprovechar los ingresos fiscales de una población pobre, agregó.

«En términos de justicia pura, en términos de una multinacional grande y rica que extrae recursos naturales o lucra en un país en desarrollo y no paga impuestos, creo que casi todos en el mundo estarían de acuerdo… que hay algo que está mal en esa situación», afirmó Shaxson.

Shaxson es el autor del informe Diez razones para defender el impuesto a la renta de las empresas, que la Red de Justicia Fiscal publicó el 18 de este mes.

El informe argumenta que billones de dólares de gasto público están en riesgo, y que si las tendencias actuales continúan, los impuestos de las empresas llegarán a cero en los próximos 20 o 30 años.

Mientras tanto, Oxfam informó en enero que en 2016 “la riqueza del 1 por ciento más rico de la población del planeta superará la del 99 por ciento restante a menos que se revierta la actual tendencia de desigualdad y concentración de riqueza”.

Oxfam pidió que en la Conferencia de Financiación para el Desarrollo de Addis Abeba se realice una reunión ministerial que ayude a facilitar la creación de un órgano intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas sobre la cooperación fiscal.

Olier dijo a IPS que, si bien los países en desarrollo manifestaron su apoyo a una mayor cooperación en materia fiscal, hasta el momento el respaldo de los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha sido menor, lo que incluye a los países europeos y Estados Unidos.

Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga

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