Pescadores en Gaza arriesgan sus vidas para trabajar

El bloqueo de Israel destruyó los medios de vida de Fathi Said y Mustafa Jarboua, pescadores de Gaza. Crédito: Mel Frykberg/IPS
El bloqueo de Israel destruyó los medios de vida de Fathi Said y Mustafa Jarboua, pescadores de Gaza. Crédito: Mel Frykberg/IPS

La belleza del mar Mediterráneo en la ribera de Gaza oculta una realidad deprimente. La otrora floreciente industria pesquera ha sido diezmada por el bloqueo que Israel impone al territorio costero desde 2007.

Aproximadamente 3.600 pescadores y sus familias, que suman más de 30.000 personas, dependían de la pesca para ganarse la vida.

El pescado también proporciona una fuente básica de alimentos para los más de 1,5 millones de gazatíes, afectados por la pobreza.[pullquote]3[/pullquote]

Tras el bloqueo de la Franja de Gaza, más de 90 por ciento de los pescadores tuvieron que recurrir a la ayuda para sobrevivir.

Mustafa Jarboua, de 55 años y padre de 10 niños y niñas del campamento de refugiados de Shati, remienda sus redes en la playa cerca de su barca. Ha sido pescador durante 17 años y experimentó el declive de la industria pesquera desde que Israel comenzó a imponer restricciones a la pesca a principios de la década de 2000, culminando con el bloqueo de 2007.

«Antes del bloqueo ganaba unos entre 2.000 y 3.000 shéquels por mes (500 a 750 dólares)», dijo a IPS.

«Ahora tengo suerte si gano 500 o 600 shéquels (126 o 152 dólares) al mes porque solo podemos pescar un par de días a la semana, según si hay pesca suficiente”, explicó.

«Los bancos de pesca cerca de la costa están agotados, y la mayor parte de los peces de mejor calidad están al menos nueve millas mar adentro. Tengo que confiar en el dinero del Ministerio de Asuntos Sociales para sobrevivir”, añadió.

«No puedo permitirme carne y tengo que comprar ropa de segunda mano para mis hijos. Ya no les puedo comprar golosinas», señaló Jarboua.

Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha, en inglés), «a fines de la década de 1990, las capturas anuales de cuatro muelles de pesca en la Franja de Gaza, ubicados en Rafah, Jan Yunis, Deir Al Balah y la ciudad de Gaza, tuvieron un promedio superior a las 3.500 toneladas y generaron un ingreso anual mayor a los 10 millones de dólares».

La situación, de por sí difícil, se agravó durante la guerra con Israel en julio y agosto de 2014, la que redujo el área permitida para la pesca a seis millas náuticas. Desde los acuerdos de paz de Oslo, celebrados entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina en 1993, esa distancia se extendía a 20 millas náuticas.

No obstante, las fuerzas israelíes siguen disparando contra los pescadores, lesionando e incluso matándolos, aun dentro de esa zona náutica de 6 millas.

Jarboua señaló a su barco y mostró a IPS los agujeros de bala resultado de los disparos de la marina israelí mientras pescaba en el mar.

Otros pescadores fueron detenidos o sus barcos destruidos. Un amigo de Jarboua, Fathi Said, también del campamento de Shati, aseguró a IPS que las fuerzas israelíes arrestaron a su hermano hace varias semanas, cuando este se encontraba solo cinco millas náuticas mar adentro.

Otro residente de Shati, Sami Al Quka, de 35 años, perdió la mano cuando la marina israelí le disparó dentro de la zona de pesca aprobada.

Su hermano, Ibrahim Al Quka, de 55 años, dijo que ganaba entre 50 y 100 dólares al día antes del bloqueo de Israel.

«Ahora en un buen día solo gano unos 30 dólares, lo que me permite comprar comida para mi familia por unos días. Después tengo que depender de las Naciones Unidas para sobrevivir», reconoció.

La organización humanitaria internacional Oxfam confirma la versión de los pescadores.

«Incluso cuando pescan dentro de la restricción de seis millas, los pescadores pueden recibir disparos o ser arrestados por la marina israelí. En el primer semestre de 2014, hubo al menos 177 incidentes de fuego naval contra los pescadores, casi tantos como en todos 2013», indicó la organización.

A mediados de este mes, la Ocha informó en su semanal Informe Humanitario que los «incidentes con las fuerzas israelíes abriendo fuego en las Zonas de Acceso Restringido… en tierra y en el mar continuaron a diario, y al menos 17 incidentes fueron reportados durante la semana».

«Por lo menos en dos incidentes, las fuerzas navales israelíes abrieron fuego contra embarcaciones pesqueras palestinas que habrían estado navegando dentro del límite de pesca de seis millas náuticas declarado por Israel, obligándolas a ir a tierra”, añadió.[related_articles]

«Las restricciones de acceso impuestas por Israel en tierra y mar siguen socavando la seguridad de los palestinos y el sector agrícola en Gaza, que es la fuente principal de ingresos para miles de agricultores y pescadores y sus familias”, señaló la Ocha.

Los agricultores de Gaza tampoco pueden acceder a sus tierras cerca de la frontera con Israel, que impuso «zonas de seguridad» de hasta 1,5 kilómetros en algunos de los lugares más fértiles del territorio. Decenas de agricultores murieron o fueron lesionados tras recibir disparos al intentar llegar a sus granjas.

La población de la Franja de Gaza está abarrotada en un territorio de seis a 12 kilómetros de ancho por 41 kilómetros de longitud.

A la difícil situación económica de Gaza se le agrega la prohibición casi total de Israel a sus importaciones y exportaciones, la que incluye a los productos manufacturados y agrícolas.

«Las severas restricciones comerciales, tanto a las importaciones como las exportaciones, sofocaron al sector privado, lo que obligó al cierre de varios miles de empresas en los últimos años», según el informe “Evaluación pormenorizada de las necesidades de Gaza y el marco de recuperación: Subsector protección social”, elaborado por el gobierno palestino, la Unión Europea, el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas.

«Desde que el bloqueo económico… se puso en marcha en 2007, las exportaciones de Gaza descendieron 97 por ciento. Incluso las empresas que siguen operando solo pueden producir a un alto riesgo y con un beneficio limitado, debido a los elevados costos de producción, cortes de energía generalizados y la prohibición casi total de las exportaciones”, observa el informe.

«No se atienden las necesidades básicas de los habitantes de Gaza», afirmó Arwa Mhanna, de Oxfam.

«La pobreza se profundiza, los servicios vitales se vieron afectados y los medios de vida están paralizados. La situación avanza hacia una mayor violencia y tragedia humanitaria», advirtió.

Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga

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