Apostando a convertirse en el primer estado insular sostenible del mundo, San Cristóbal y Nieves da un salto gigante en su programa para reducir costos energéticos: el gobierno construyó la segunda granja solar de este país caribeño.
El primer ministro, Denzil Douglas, dijo a IPS que su administración está “comprometida a liberar al país de la dependencia de los combustibles fósiles” que durante mucho tiempo ha pesado sobre los hombros de muchas naciones.
Douglas señaló que su objetivo es “aprovechar la energía del sol, que la naturaleza nos dio en tan gran abundancia en este país tan hermoso”.
“La energía generada se infundirá en la red eléctrica nacional, y esto reducirá la necesidad de combustibles fósiles importados por Skelec”, dijo, aludiendo a la empresa estatal de electricidad.
“Este establecimiento reducirá la cantidad de dióxido de carbono que San Cristóbal y Nieves emite a la atmósfera. Hará avanzar a nuestro país en su determinación de transformarse en una nación verde y sostenible. Reducirá el costo de la energía (…) para nuestros consumidores”, agregó.
El kilovatio/hora cuesta más de 42,3 centavos de dólar en San Cristóbal y Nieves.
La construcción de la segunda planta solar cuenta con el financiamiento de Skelec, que asume 45 por ciento del costo, y de Taiwán, que cubre el 55 por ciento restante.
El primer parque solar, encargado en septiembre de 2013, genera electricidad para abastecer al Aeropuerto Internacional Robert L. Bradshaw.
Mientras la sostenibilidad ambiental cobra impulso en el Caribe, el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, aseguró a IPS que la región está en el camino correcto para integrar de mejor modo las consideraciones ambientales en las políticas públicas.
“En algunos aspectos, es en el Caribe donde ya estamos viendo cierto liderazgo muy osado”, expresó.
“Apenas los países empiezan a fijarse en las implicaciones del cambio ambiental sobre su futuro y el de sus economías, uno empieza a darse cuenta de que si no integra la sostenibilidad ambiental, esencialmente enfrentará, muy a menudo, riesgos y costos más altos, y tal vez la pérdida de bienes”, enfatizó.
Esos bienes, explicó, pueden incluir tierras, bosques, arrecifes coralinos o recursos pesqueros.
Los arrecifes del Caribe experimentaron severas pérdidas en las últimas décadas, y numerosos estudios citan este fenómeno como la principal causa de la actual reducción de poblaciones pesqueras en ese mar. Los corales brindan refugio a los peces, y también contribuyen con la protección de las costas.
[pullquote]3[/pullquote]Se estima que los recursos pesqueros asociados a los arrecifes coralinos caribeños son responsables de generar ganancias netas anuales valuadas en 310 millones de dólares o incluso más.
La continua degradación de los pocos arrecifes que quedan en la región hará que estas ganancias se reduzcan en entre 95 y 140 millones de dólares anuales a partir de 2015. Esto causará una disminución del buceo, lo que también puede afectar profundamente los ingresos netos anuales por concepto de turismo.
El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, dijo que su gobierno no se quedará atrás en la búsqueda de una política para reducir la huella de carbono, incorporando más fuentes renovables a su matriz energética.
“En breve Barbuda se convertirá en una isla verde en materia de energía, pues está instalando más tecnologías verdes para generar toda la electricidad que necesita”, dijo a IPS el jerarca, cuyo Partido Laborista de Antigua formó gobierno en junio de 2014.
“La intención de mi gobierno es reducir de modo significativo la dependencia de Antigua de los combustibles fósiles. Estamos apostando vigorosamente a cumplir un objetivo de 20 por ciento de dependencia de energía verde en el primer período de esta gestión”, agregó Browne.
La Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena) divulgó el lunes 12 un informe en el que propone un plan para duplicar la cuota de energías renovables en la matriz mundial para 2030.
La hoja de ruta planteada por la Irena, REmap 2030, también determina el potencial de que Estados Unidos y otros países intensifiquen su uso de fuentes renovables en sectores como la industria, el transporte y los edificios.
“Este informe se suma al creciente coro de estudios que muestran la cada vez mayor competitividad y potencial de los costos de la energía renovable en Estados Unidos”, dijo Dolf Gielen, director del Centro de Innovación y Tecnología de la Irena.
Los esfuerzos en pro de la expansión mundial de las energías renovables continuarán cuando líderes de más de 150 países y representantes de 110 organizaciones internacionales se den cita los días 17 y 18 de este mes en Abu Dhabi, para la quinta asamblea de la Irena.
[related_articles]Tras pasar buena parte de los últimos 25 años buscando entender la amenaza del recalentamiento planetario, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, Steiner, dijo que lentamente estamos empezando a darnos cuenta de que al intentar abordar esta amenaza estamos realmente sentando las bases para lo que él llama “la economía del siglo XXI”.
Esa economía usa los recursos de manera más eficiente, es menos contaminante y constituye un vector de innovaciones, valiéndose del potencial de la tecnología.
“Así que uno puede tomar ese camino y decir que el cambio climático es una amenaza, o también puede decir que a partir de esta amenaza se suscitan muchas acciones que acarrean múltiples ben}eficios”, planteó el director ejecutivo del PNUMA.
“También tenemos que darnos cuenta de que en una economía global donde hoy la mayoría de los países enfrentan un severo desempleo y, lo que es más trágico, desempleo juvenil, también tenemos que empezar a fijarnos en una transición hacia una economía verde como una oportunidad” para volverla “más inclusiva”, sostuvo.
Steiner planteó que uno de los puntos centrales en los que al PNUMA le gustaría que se trabaje mucho más es una mejor comprensión de cómo los países pueden reformar sus sistemas tributarios para enviar una señal a la economía de que quieren que las empresas se aparten de la contaminación y la ineficiencia en el uso de los recursos.
Al mismo tiempo, planteó que los países también deben abordar el desempleo.
“O sea que necesitamos reducir este extraño fenómeno que llamamos impuesto a la renta”, que vuelve más caro el proceso de producción, dijo.
Editado por Kitty Stapp