Un ejemplo en el terreno. En solo seis meses se logró disminuir en 30 por ciento los sulfatos de aguas residuales derivadas de las faenas mineras. Crédito: Cortesía de la Universidad de Santiago.
Un ejemplo en el terreno. En solo seis meses se logró disminuir en 30 por ciento los sulfatos de aguas residuales derivadas de las faenas mineras. Crédito: Cortesía de la Universidad de Santiago.