La epidemia de ébola en África occidental, que ya mató oficialmente a más de 4.500 personas, también amenaza con desencadenar una crisis alimentaria en los países donde se concentra, de por sí asolados por la pobreza y el hambre.
La crisis se limitará sobre todo a los tres países donde se concentra la acción del virus, Guinea, Liberia y Sierra Leona, aseguró Shenggen Fen, director general del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, en inglés), una organización independiente con sede en Washington.[pullquote]3[/pullquote]
El ébola está provocando una crisis alimentaria por una serie de factores relacionados entre sí, como la muerte de los agricultores, la escasez de mano de obra, el aumento de los costos de transporte y de los precios de los alimentos, explicó.
«Dentro de estos países, donde la desnutrición es un problema desde hace mucho tiempo, la crisis alimentaria puede persistir durante décadas», advirtió.
Pero debido a que Guinea, Liberia y Sierra Leona son importadores netos de alimentos, es poco probable que la crisis alimentaria se propague a otros países, dentro o fuera de la región, agregó Fan.
Los precios mundiales tienden a tener efectos de transmisión en los precios de los alimentos regionales o nacionales, pero para los pequeños mercados, como son estos tres países, es poco probable que ese efecto trascienda sus propias fronteras, siempre y cuando la enfermedad en sí no se transmita a otras zonas, dijo.
Según las últimas cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta la fecha había aproximadamente 9.200 casos de ébola, incluidos 4.262 casos en Liberia, 3.410 en Sierra Leona y 1.519 en Guinea.
El número de muertos es mayor en Liberia (2.484), seguido de Sierra Leona (1.200) y Guinea (862).
El portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Stephane Dujarric, dijo a la prensa el lunes 20 que la OMS declaró a Nigeria oficialmente libre de la transmisión del virus, después de 42 días sin un solo caso.
Es «un logro espectacular que demuestra que el ébola se puede contener», según la OMS.
Esto “puede ayudar a muchos países en desarrollo que están profundamente preocupados por la posibilidad de un caso importado de ébola y que están ansiosos por mejorar sus planes de preparación», agregó.
Dujarric dijo que el anuncio se produce pocos días después de que Senegal también fuera declarado libre de ébola.
El fondo que creó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para combatir la enfermedad mortal ahora tiene cerca de 8,8 millones de dólares en depósitos y cinco millones de dólares prometidos, informó el portavoz.
En total se prometieron 43,5 millones de dólares, y Ban sigue exhortando a los países a cumplir esas promesas lo antes posible.
El secretario general expresó su pesar por la muerte de ébola de un miembro del personal de ONU Mujeres en Sierra Leona. Su cónyuge está recibiendo tratamiento, precisó.
«Todas las medidas de protección del personal en… Sierra Leona se están tomando de la mejor manera posible en las circunstancias actuales», aseguró Dujarric, como la descontaminación de la clínica de la ONU en el lugar, la eliminación de la instalación de aislamiento y la localización de posibles contactos.
En un comunicado difundido el martes 21, IFPRI informó que la situación que enfrentan los tres países es sombría.
Las escuelas en Sierra Leona cerraron, lo que implica el cierre de programas de alimentación fundamentales para los niños y niñas que dependían de ellos. Y las restricciones al consumo de la carne de animales silvestres, la presunta fuente del ébola, eliminaron una fuente tradicional de proteínas y nutrientes de la dieta local.
«Además, en las zonas afectadas están subiendo vertiginosamente los precios de alimentos básicos, como el arroz y la mandioca, a medida que se abandonan los cultivos y escasea la mano de obra», destacó el comunicado.
La comida que se exporta de esas zonas tampoco está llegando a otras regiones.
«Mientras sopesamos los peligros de esta terrible enfermedad, no debemos olvidar la auténtica amenaza que supone para la seguridad alimentaria», subrayó IFPRI.
«La comunidad internacional debe unirse para asegurar la existencia de redes de seguridad que protejan no solo a las personas infectadas con la enfermedad, sino también a aquellos cuyo acceso a los alimentos se ve gravemente afectado», agregó.[related_articles]
Estas redes de seguridad, que podrían consistir en la transferencia de dinero en efectivo o en especie, deben ir acompañadas de intervenciones nutricionales y de salud, explicó Fan.
Por ejemplo, un programa de transferencia condicional de dinero vinculado a la salud puede mejorar el acceso a los alimentos nutritivos, especialmente cuando los precios son altos, y a la vez fomentar el uso de los servicios sanitarios, dijo.
«Esto es importante, porque invertir en la nutrición y la salud de las poblaciones vulnerables podría reducir la tasa de mortandad de enfermedades como el ébola, ya que la situación nutricional y la infección están íntimamente vinculados”, afirmó.
Cuando pase la epidemia, la protección social y las intervenciones de apoyo a la agricultura serán esenciales para aumentar la resistencia a futuras crisis de subsistencia, observó.
La crisis alimentaria sumará miles de muertes a las que provoque el ébola en los tres países más afectados, advirtió.
Los esfuerzos recientes del Programa Mundial de Alimentos para brindar asistencia alimentaria a 1,3 millones de personas en estos tres países dan una idea de la magnitud de la crisis actual.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) también brinda asistencia alimentaria a cerca de 90.000 hogares rurales para mitigar la crisis, señaló Fan.
En el comienzo de la zafra de la cosecha, la escasez de mano de obra hace peligrar la seguridad alimentaria de decenas de miles de personas en las zonas especialmente afectadas, dijo.
Editado por Kitty Stapp / Traducido por Álvaro Queiruga