Documentos internos que acaban de ser divulgados indican que Estados Unidos intenta bloquear una propuesta de reglamentación de la Unión Europea (UE) sobre cambio climático, con el fin de obligar a los países europeos a importar petróleo no convencional que especialistas consideran particularmente dañino para el ambiente.
Grupos ecologistas, que se basan en documentos divulgados por el gobierno a su solicitud, afirman que los representantes de comercio exterior de Washington actúan ante la frustración expresada por la industria petrolera de este país.
La norma europea prohibiría la importación de un tipo pesado de crudo extraído de bitúmenes, como las arenas bituminosas o asfálticas que posee Canadá en la provincia de Alberta, en cuyo desarrollo las empresas estadounidenses realizaron grandes inversiones.[pullquote]3[/pullquote]
Canadá y Venezuela tienen los mayores yacimientos mundiales de este tipo de crudo extrapesado.
Funcionarios de Estados Unidos y la UE concluyeron este viernes 18 en Bruselas la sexta ronda de negociaciones de lo que será la mayor zona de libre comercio del mundo, conocida como la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, en inglés).
“Estos documentos demuestran que Estados Unidos sencillamente no tiene interés en un proceso abierto y transparente” de negociación, sostuvo Bill Waren, analista comercial de Amigos de la Tierra en este país.
“Por el contrario, los representantes de Estados Unidos presionan de una manera que reflejan los intereses de Chevron, ExxonMobil y otros”, añadió en referencia a las corporaciones petroleras.
La industria petrolera manifiesta reiteradamente su preocupación ante la posibilidad de una mayor severidad del régimen sobre las emisiones de combustibles de transportes de la UE, propuesto por primera vez en 2009 en la Directiva sobre Calidad de los Combustibles (FQD).
Un informe publicado el jueves 17 por Amigos de la Tierra Europa indica que el sector habría persuadido al gobierno de Estados Unidos de bloquear de manera permanente la aplicación de la FQD.
Las negociaciones en curso obligarían a abrir el enorme mercado de la UE al crudo de arenas bituminosas. La occidental provincia canadiense de Alberta posee grandes yacimientos de ese bitumen.
«Desde la adopción de la FQD en 2009, las compañías petroleras internacionales… las refinerías de petróleo, el gobierno de Canadá y el gobierno provincial de Alberta gastaron recursos enormes y emplearon formas agresivas de lobby para retrasar y debilitar la propuesta» de la UE, según el informe que tiene el respaldo de seis organizaciones ambientalistas.
«La industria del petróleo y el gobierno de Canadá… temen que la FQD siente un precedente al reconocer y etiquetar a las arenas asfálticas como altamente contaminantes e inspirar leyes similares en otros lugares”, agrega.
Proteger las inversiones
En disputa está el mecanismo que permitirá a la UE definir las emisiones de gases de efecto invernadero de distintos tipos de petróleo y gas. Como parte de los compromisos climáticos de Europa, esta modificó la FQD para reducir un seis por ciento las emisiones de los combustibles de transporte para fines de esta década.
En 2011, la UE propuso que las arenas alquitranadas y otros petróleos no convencionales se cataloguen formalmente con una “intensidad” de efecto invernadero mayor que el crudo convencional, dado que su producción exige más energía: un 23 por ciento más, según un estudio realizado por la Comisión Europea.
Las trasnacionales petroleras invirtieron 150.000 millones de dólares en las arenas asfálticas de Canadá entre 2001 y 2012, según Amigos de la Tierra, y se prevé que esa cifra alcance los 200.000 millones de dólares en 2022.
Los inversores “quieren transportar de inmediato todo el petróleo de arenas bituminosas que puedan a Europa», afirmó Waren. “A largo plazo, quieren conseguir las inversiones que les permitan desarrollar la infraestructura necesaria para enviar ese combustible fósil excepcionalmente sucio a Europa”, señaló.
Muchos de los inversores descontaron que el petróleo de las arenas bituminosas de Canadá tendría un mercado seguro en Estados Unidos.[related_articles]
Pero este país no solo está reduciendo su dependencia de la importación del hidrocarburo sino que el transporte transnacional de ese tipo de petróleo canadiense se convirtió en un controvertido tema político en Washington, y sigue siendo incierto.
Por eso, en 2013, el lobby petrolero presionó a los representantes comerciales de Estados Unidos para que protegieran el acceso a Europa del petróleo no convencional en las negociaciones del TTIP.
Si “la UE aprueba la propuesta de modificación a la FQD… perjudicaría la relación con Estados Unidos y podría eliminar una corriente comercial anual de 32.000 millones dólares”, advirtió David Friedman, vicepresidente de American Fuel & Petrochemical Manufacturers, que reúne a las empresas petroleras estadounidenses, en una carta al representante comercial de Estados Unidos en mayo de 2013.
Ahora, un correo electrónico interno de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, revelado por Amigos de la Tierra Europa y mencionado en el informe de los activistas, indicaría que los representantes comerciales de Washington comparten ese análisis.
Washington “informó oficialmente que a las autoridades estadounidenses les preocupa la transparencia y el proceso, y que mantienen inquietudes de fondo sobre la propuesta existente, la señalización de los dos crudos, de Canadá y Venezuela”, según el correo de octubre de 2013.
La carta también señala que los negociadores estadounidenses preferirían un “sistema que promedie los crudos», lo que significa que todas las formas de petróleo recibirían una puntuación media en cuanto a la intensidad de sus emisiones.
Esto levantaría la prohibición europea a los crudos no convencionales y, según Amigos de la Tierra, agregaría 19 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
La “amenaza” de las políticas climáticas
Las revelaciones llegan una semana después de que se filtrara un documento del TTIP sobre la política energética de la UE, que llevaría a Estados Unidos a eliminar las restricciones y a autorizar de forma automática las exportaciones de crudo al territorio europeo.
«Nos oponemos firmemente a los intentos de la UE de utilizar este acuerdo comercial, negociado a puerta cerrada, para garantizar el acceso automático al petróleo y gas de Estados Unidos”, declaró Ilana Solomon, directora del Programa de Comercio Responsable de Sierra Club , una de las organizaciones ecologistas más influyentes de este país.
Los documentos filtrados llamaron la atención del Congreso legislativo estadounidense.
«Reiteramos que las acciones que presionan a la UE para que modifique su FQD serían incompatibles con las metas expresadas en el Plan de Acción Climática del presidente” Barack Obama, señalaron 11 legisladores en una carta al representante comercial de Estados Unidos el 9 de julio.
“Nos sigue preocupando que las normas comerciales y de inversión se puedan utilizar para socavar o amenazar importantes políticas climáticas de otras naciones”, agregaron.
Pero quizá ya sea demasiado tarde.
El 5 de junio, los medios de comunicación informaron que la Comisión Europea consideraba darle su respaldo a la estrategia del “promedio” de Washington para calcular las emisiones de los combustibles. Esos mismos días, España habría recibido el primer cargamento de petróleo de arenas bituminosas, unos 570.000 barriles (159 litros) procedentes de Canadá.