Donantes aplazan otra vez informe sobre eficacia de la ayuda

Activistas se manifiestan por el derecho a la salud en el marco del cuarto Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, celebrado en Busan en 2011. Crédito: Miriam Gathigah/IPS

Los grandes donantes de ayuda exterior postergaron una vez más la divulgación de un informe destinado a darle más transparencia a sus operaciones, así como a fomentar la cooperación y la efectividad de la asistencia.

La divulgación del reporte, sin precedentes, voluntario y guiado por la Organización de las Naciones Unidas, estaba prevista originalmente para enero y fue pospuesta por segunda a fines de marzo, lo que llevó a varios grupos de la sociedad civil a cuestionar el compromiso de los donantes con la transparencia.

“Si no informas a los que dirigen los asuntos del Estado dónde vas a construir una nueva carretera, entonces los propietarios de negocios no pueden planear sus inversiones”, dijo a IPS el director de efectividad de ayuda de Oxfam Estados Unidos, Gregory Adams.

“Vemos este tipo de cosas en la esfera del desarrollo. Si los donantes no informan dónde van a construir, ¿cómo puede un agricultor saber si plantar un cultivo para exportación o para consumo interno?”, ejemplificó.

La campaña por este inédito informe comenzó en 2011, cuando funcionarios de gobierno, representantes de la industria y miembros de la sociedad civil se reunieron en la sudoriental ciudad surcoreana de Busan, en una conferencia auspiciada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que reúne a países ricos.[related_articles]

En el encuentro, los donantes y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) crearon la Alianza Mundial para una Cooperación al Desarrollo Eficaz (GPEDC, por sus siglas en inglés).

El organismo hace énfasis en la necesidad de la “apropiación” por parte de los beneficiarios de la ayuda de las estrategias de desarrollo, así como en la mayor transparencia y la responsabilidad en su programación.

Este marco mundial de seguimiento a la efectividad de la asistencia evaluará y seguirá de cerca los progresos de los acuerdos hechos en Busan. Estaba prevista su entrada en vigor para comienzos de este año, pero fue pospuesta en varias ocasiones.

Los principios de Busan llaman a la apropiación de las estrategias de desarrollo por los países receptores de la ayuda, la priorización de los resultados que incidan en el bienestar de las personas, la creación de asociaciones entre los agentes del desarrollo, y la transparencia y la responsabilidad compartida.

Asimismo, hacen énfasis en la colaboración y asociación entre los beneficiarios de la asistencia, para tener más influencia en el diseño de las estrategias de desarrollo, así como para garantizar que el dinero sea usado en proyectos efectivos.

“Es una cuestión fundamental quién conduce el desarrollo. En Oxfam creemos que… la ayuda no genera el desarrollo, sino la gente”, dijo Adams.

“La ayuda cura la pobreza tanto como una pala cava un pozo o un martillo construye una casa. Necesitas a personas que hagan eso, y si le niegas a las personas información básica sobre lo que estás haciendo, no solo estás perdiendo oportunidades, sino también frustrando a esa gente que estás tratando de ayudar”, añadió.

Se esperaba la divulgación del informe para antes de la próxima reunión de la GPEDC el 15 de abril, en Ciudad de México, para que los donantes pudieran evaluar los progresos sobre el acuerdo de Busan y elaborar nuevas estrategias para su implementación.

Aunque no está claro el por qué de las continuas postergaciones, algunos analistas ven motivos políticos. Al parecer, los hallazgos del estudio revelarían la falta de progresos en la implementación de las reformas de Busan.

Poco progreso

Oxfam y otras organizaciones expresaron su preocupación por la demora del informe y, sobre todo, por la lenta implementación de los principios de Busan, tanto de parte de países industrializados como del Sur en desarrollo.

“Los hallazgos preliminares del seguimiento de la GDEPC evidencian que en general se han hecho lentos progresos, aunque se los vende como ‘un vaso medio lleno’”, señaló la oficina estadounidense de Oxfam en su blog.

“Pero de particular preocupación son los indicadores que miden aspectos sobre control nacional (de la ayuda). A diferencia de informes anteriores sobre la eficacia de la asistencia, los datos sobre el desempeño de cada gobierno no serán presentados en el informe general de seguimiento, con la excepción del indicador de transparencia”, añadió.

Hannah Ryder, jefa de equipo en el británico Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID, por sus siglas en inglés), señaló que el éxito de cada país solo está evaluado en uno de los 10 indicadores que maneja el informe, el de transparencia.

La funcionaria sostuvo que esto se debía puramente a razones políticas, y sugirió que algunos donantes no están dispuestos a revelar su desempeño en la mayoría de los indicadores.

“El PNUD y la OCDE no son independientes de los países y de las organizaciones que envían la información”, escribió Ryder en el blog del DFID. “Y es por eso que hacer una clasificación tiene tantas consideraciones políticas para ellos”, explicó.

“La principal razón por la cual la transparencia puede ser clasificada en el informe es que ya existe una evaluación independiente al respecto que es muy conocida y respetada… Pero para los otros nueve indicadores y temas planteados en el informe que viene, aún no existen evaluaciones creíbles e independientes”, añadió.

Ryder aludía al Índice de Transparencia de la Ayuda, publicado por la campaña internacional Publish What You Fund, y que se basa en los compromisos hechos por los donantes en la conferencia de Busan y sus propios informes la respecto.

Adams reconoció que la transparencia y la práctica de informar detalles sobre la asistencia internacional son conceptos relativamente nuevos para las organizaciones de desarrollo, pero insistió en su importancia.

“Cuando esa información es pública, permite hacer dos cosas”, destacó-o. “La primera es que se puede pensar una froma más sofisticada de invertir para aprovechar mejor esas inversiones en desarrollo. Y la segunda es que permite exigir responsabilidad por lo que se ha prometido”, explicó.

Adams señaló el ejemplo de Malawi, donde la transparencia de los donantes en los últimos años permitió beneficios médicos tangibles para las comunidades locales.

“La información adicional sobre dónde se distribuían los fármacos permitieron a las comunidades tener un mejor conocimiento de dónde estaban almacenados”, señaló. “Esto permitió que mejorara el servicio de entrega”, agregó.

El creciente énfasis en la transparencia en el financiamiento y en un enfoque inclusivo y concentrado en los resultados coincide con las limitaciones fiscales que están sufriendo todos los países donantes, incluido Estados Unidos.

“Creo que (el seguimiento y la evaluación) han aumentado desde hace un tiempo a esta parte, pero en los últimos dos años han devenido en este enfoque específico pues hemos visto una presión que ha reducido el presupuesto”, dijo a IPS la analista Casey Dunning, del Centro para el Desarrollo Global, con sede en Washington.

“Creo que se puede vincular esto directamente con la austeridad en los presupuestos y la resistencia a hacer nuevos programas. El énfasis ahora está en considerar cómo estamos usando nuestros recursos y cómo vamos a aprovechar mejor lo que ya tenemos”, añadió.

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