Si bien Estados Unidos y la Unión Europea empiezan a levantar algunas sanciones impuestas a Teherán, una ley estadounidense sigue prohibiendo a empresas que prestan servicios inofensivos, como educación por Internet, operar en Irán y en otros países.
Coursera, una empresa con sede en el occidental estado de California que trabaja con universidades de primer nivel en todo el mundo en el dictado gratuito de clases en línea a millones de estudiantes, debió suspender sus servicios en Irán, Sudán y Cuba, países a los que Washington aplica distintos esquemas de sanciones y embargos económicos por razones políticas.
“La interpretación de las regulaciones de control de exportaciones en el marco de (cursos masivos abiertos en línea) ha sido ambigua hasta ahora y nosotros operábamos según una única interpretación de la ley”, señaló Coursera en un comunicado emitido el martes 28.
[pullquote]3[/pullquote]“La semana pasada, Coursera recibió indicaciones finales según las cuales el acceso a un curso se considera un servicio, y todos los servicios están muy restringidos por los controles a las exportaciones”, añadió.
Puesto que la estricta interpretación que hace el gobierno de Estados Unidos abarca actividades como la calificación de tareas estudiantiles y la operación de foros de debate, Coursera debió cesar sus operaciones en ciertos países para evitar consecuencias legales.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y responsable de implementar las sanciones, no formula declaraciones sobre licencias específicas, pero sí señala que puede haber excepciones para fines educativos.
“La OFAC tiene una política de licencias favorable a que personas de Estados Unidos participen de ciertos programas de intercambio educativo, cultural y deportivo”, dijo a IPS un portavoz del Tesoro. “Por supuesto, estas personas deben venir y solicitar una licencia. Sin eso, no podemos actuar”.
Coursera ha declarado que sigue comprometida en intentar operar en Irán, Sudán y Cuba.
La empresa “está trabajando estrechamente con el Departamento de Estado (cancillería) y la OFAC para obtener permisos de acceder al sitio a los estudiantes en los países sancionados”, señaló Coursera el martes 28.
Aunque inicialmente Coursera también interrumpió su servicio en Siria, luego el Departamento de Estado informó a la compañía que la OFAC tenía en vigor una licencia general para instituciones que trabajaban ampliando el acceso a la educación en ese país de Medio Oriente. Desde entonces, Coursera ha restablecido el acceso de los estudiantes sirios a sus clases.
Sin embargo, a diferencia de Siria, no hay una licencia general con fines educativos para las sanciones de la OFAC contra Irán, Sudán y Cuba.
Iraníes afuera
Coursera no es el primer programa de enseñanza perjudicado por las sanciones de Estados Unidos. Al Servicio de Exámenes Educativos (ETS, por sus siglas en inglés) se le prohibió en 2010 administrar en Irán el TOEFL, un examen de excelencia en el dominio del idioma inglés que deben aprobar estudiantes con otras lenguas maternas para ingresar a la mayoría de las universidades estadounidenses.
Como el TOEFL se considera un programa educativo, el ETS solicitó una exención ante la OFAC. Pero solo pudo hacerlo con muchas dificultades, como hallar un banco capaz de facilitar transacciones financieras legales con Irán.
“Las exenciones a las sanciones son extremadamente engorrosas”, dijo a IPS el director de políticas del Consejo Nacional Iraní Estadounidense, Jamal Abdi.
“Los estudiantes iraníes se han visto perjudicados por estas sanciones, particularmente los que quieren estudiar en el exterior”, planteó.
En vez de recorrer el laberinto burocrático de la OFAC y correr el riesgo de un proceso penal, las empresas optan por una discriminación sistemática de los iraníes. En los últimos tiempos, el TCF Bank cerró las cuentas de iraníes que estudiaban en la Universidad de Minnesota por temor a violar las sanciones.
[related_articles]“El costo de violar las sanciones es bien conocido por estas compañías, así que tienden a ser extremadamente cautas”, dijo Abdi. “Pero el costo de violar los derechos civiles no les resulta conocido, y tienden una amplia red para excluir a los iraníes”.
En 2012, la firma informática Apple se negó a vender productos a personas que hablaran persa en sus comercios, citando el embargo comercial de Estados Unidos contra Irán.
Pero Apple experimentó rechazo público por esta decisión, según Abdi. “Por eso revirtió su política, aunque niegue que ese fue el motivo”, observó.
Intereses de Estados Unidos
Además de obstaculizar el acceso a la educación, las sanciones perjudican intereses de Estados Unidos en todo el mundo, sostienen algunos analistas y juristas.
Ebrahim Afsah, profesor adjunto de derecho internacional en la Universidad de Copenhague, imparte en Coursera el curso “Luchas constitucionales en el mundo musulmán”, con miles de participantes en todo el mundo, especialmente en Medio Oriente y el norte de África.
Afsah quedó particularmente molesto cuando supo del efecto de las sanciones de Estados Unidos en sus clases.
“No creo que sea concebible que esto pueda dañar los intereses de Estados Unidos, así que no creo que sea una manera muy sabia de legislar, y sin dudas es contraproducente”, dijo Afsah a IPS.
Cursos como el suyo son herramientas valiosas para los estudiantes que viven en países de Medio Oriente, particularmente aquellos cuyos sistemas educativos se ejerce un rígido control estatal, cree Afsah. Sus clases permiten a los estudiantes participar abiertamente en el debate y aprender de sus pares en otros países en una atmósfera menos polémica, sostiene.
“Mi curso en particular ha hecho un buen trabajo en reunir a estas personas y concientizarlas de algunos problemas que enfrentan, como la división sectaria entre sunitas y chiitas, sobre la cual hemos tenido algunos debates muy buenos”, dijo Afsah.
Si Estados Unidos busca contener un conflicto que escala rápidamente entre sunitas y chiitas en Iraq, Siria y Líbano, fomentar un mayor entendimiento intelectual entre los habitantes de la región es esencial para combatir las agendas más sectarias.
Lisa Ndecky Llanos, del Centro para la Democracia en las Américas, un grupo de expertos con sede en Washington, atribuye el cierre de Coursera en estos países a la naturaleza abarcadora de los embargos extremadamente estrictos.
“La situación de Coursera muestra que cuando usted tiene un embargo tan amplio y generalizado no puede hilar fino para incluir ciertas cosas y no incluir otras”, dijo Ndecky Llanos a IPS.
Aunque el longevo embargo contra Cuba pretenden forzar a La Habana a realizar ciertas reformas políticas, sus efectos colaterales contradicen intereses que Estados Unidos ha establecido públicamente, sostuvo.
“La política declarada de Washington es habilitar a los cubanos para que accedan a la información y sean parte de la comunidad mundial, pero en este caso esa política (el embargo) está haciendo exactamente lo contrario”, dijo Ndecky Llanos.
“Las sanciones de Estados Unidos han aislado a Cuba y a su pueblo. Esa no es la intención de las sanciones, pero es el resultado. Perjudica a los cubanos no tener acceso a sitios como este y, en general, una conexión veloz a Internet y a servicios telefónicos”, añadió.