Mediante acciones de compensación, Guyana se comprometió a salvar su bosque tropical, considerado un tesoro viviente, de las actividades destructivas de mineros que buscan otra clase de fortuna, enterrada bajo este frágil ecosistema.
Pero el ministro de Recursos Naturales, Robert Persaud, advirtió que el país perderá alrededor de 20 millones de dólares del fondo de conservación forestal, porque ha destruido más porción de la Amazonia que la acordada, principalmente por el avance de la minería de oro y diamantes.
En noviembre de 2010, Guyana y Noruega se asociaron para crear el mayor de los proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD) en el mundo.
Noruega se comprometió a aportar a Guyana hasta 250 millones de dólares para 2015, en contraprestación a la deforestación y degradación evitadas.
Guyana cumplió con los requisitos de desempeño durante dos años consecutivos, por lo que Noruega transfirió unos 70 millones de dólares al Fondo de Inversiones REDD+ de Guyana .
[pullquote]3[/pullquote]Pero el tercer informe nacional preliminar sobre deforestación no contuvo buenas noticias.
“Tuvimos un cambio en términos de la proporción deforestada, con un nivel de 0,079 (por ciento), superior al del año anterior, que fue de 0,054 por ciento”, dijo Persaud a IPS.
“Pero si nos fijamos en el área total, se trata de apenas 3.600 hectáreas en 12,2 millones de hectáreas de la superficie forestal estatal”, agregó.
En términos porcentuales, Guyana violó el acuerdo con Noruega, porque en el tercer año en vigor la evaluación mostró un incremento de la deforestación y porque, al situarse en un rango de 0,079, superó el umbral comprometido de 0,070.
Auditores independientes de la local Universidad de Durham y de Noruega finalizarán el informe para el 30 de este mes.
Los fondos que obtuvo Guyana bajo el acuerdo con Noruega se dirigen a los proyectos de una estrategia de desarrollo bajo en carbono (LCDS, por sus siglas en inglés) que poseen un efecto transformador sobre la economía nacional y local.
También se destinan a apoyar los esfuerzos del país caribeño para adaptarse al cambio climático y para aumentar la resiliencia ante futuros eventos vinculados al mismo.
Sin embargo, algunos guyaneses originarios se sienten marginados por el acuerdo.
“La tierra, nuestros recursos y mantener el ambiente saludable para nuestro pueblo y nuestros niños son asuntos clave para nosotros”, dijo Laura George, representante de la Asociación de Pueblos Amerindios, en entrevista con IPS.
“Una de las cosas que les dijimos es que hay que consultar a las comunidades. El gobierno no debería presionar a nuestros toshaos (líderes de aldeas amerindias) para que aprueben proyectos que nosotros no entendemos plenamente”, señaló a propósito del acuerdo con Noruega.
John Alfred, extoshao de la Región 9, dijo a IPS que durante muchos años se violaron sus derechos con la destrucción del bosque.
[related_articles]“En nuestras aldeas y regiones hay muchos problemas. Estamos luchando por nuestro derecho a la tierra, por nuestros derechos indígenas, por respeto”, explicó.
Pese al último informe, Persaud dijo a IPS que Guyana “continúa siendo el país con una de las proporciones más bajas en materia de deforestación dentro de América del Sur”.
También admitió que 94 por ciento de los problemas se originan en la actividad minera.
Pero, puntualizó, esta se realiza “con el conocimiento de la Comisión de Geología y Minas de Guyana, trabajando con mineros legítimos, que cumplen con su propia actividad económica mientras siguen las pautas o leyes nacionales, así como nuestras regulaciones a este respecto”.
Patrick Harding, presidente de la Asociación de Mineros de Oro y Diamantes de Guyana (GGDMA), dijo a IPS: “Podemos perder alrededor de 40 por ciento de los fondos de Noruega”. Eso, afirmó, representa “alrededor de 25 millones de dólares”.
“La industria minera, incluida la de bauxita, le dará al gobierno divisas por alrededor de 1.000 millones de dólares. Tenemos una industria que está generando empleos para decenas de miles de guyaneses”, agregó.
También insistió en que la GGDMA está preocupada por la deforestación. “Nuestro lema es practicar la minería teniendo en cuenta al ambiente, y somos muy cuidadosos en este sentido. Alentamos a nuestros miembros a seguir las pautas de la Ley Ambiental y las Regulaciones Mineras”, dijo.
En 2012, la industria minera declaró una producción de 413.600 onzas (casi 12 toneladas) de oro, y este año se comprometió a subirla a 461.000 onzas (13 toneladas).
“Por supuesto que nos preocupa el ambiente, pero no se puede tener desarrollo sin alguna alteración adicional”, dijo Harding.
El expresidente guyanés Bharrat Jagdeo (1999-2011) defiende la causa de los países en desarrollo en la lucha contra el cambio climático, subrayando el rol que juegan los bosques del país en la absorción de las emisiones de carbono.
En 2009, bajo el liderazgo de Jagdeo, Guyana desarrolló su programa de LCDS.
En el marco de ese programa, el país cobra por servicios del ecosistema forestal. Estos fondos se usan para dirigir actividades económicas hacia un sendero de crecimiento y desarrollo que sea amigable con el amgiente y, por ende, bajo en carbono.
La LCDS ha recibido un apoyo nacional generalizado y elogios internacionales.