Abyei presiona a los dos Sudán

Celebración que se suscitó cuando los líderes de la etnia dinka ngok anunciaron que avanzarían con el referendo unilateral en Abyei. Crédito: Andrew Green/IPS

El referendo no vinculante del mes pasado sobre el estatus de Abyei, abrumadoramente a favor de la unión con Sudán del Sur, y la celebración que le siguió no constituyen ninguna solución inmediata para esa codiciada región.

En cambio, se avecina un potencial conflicto entre la etnia local dinka ngok y la tribu nómade misseriya, aliada del gobierno de Sudán, que también reclama ese territorio de 10.000 kilómetros cuadrados, rico en petróleo y con una vasta superficie de tierra fértil.

Los dinka ngok habitan Abyei, pero también lo hacen los misseriyas una vez por año, cuando llevan a su ganado a pastar a la zona.

La temporada de pastoreo en Abyei empieza este mes, indica la Evaluación Base de la Seguridad Humana para Sudán y Sudán del Sur (HSBA, por sus siglas en inglés), que se dedica a investigar y diseminar información para reducir la violencia.

Pronto los misseriyas entrarán en contacto con decenas de miles de dinka ngok que volvieron a la región para el referendo, un encuentro que “planteará grandes desafíos para la Fuerza Provisional de Seguridad de las Naciones Unidas para Abyei, indica la HSBA.[pullquote]3[/pullquote]

El portavoz del Alto Comité para el Referendo de Abyei, Luka Biong, reconoció que la violencia es un resultado posible, aunque improbable, de la votación.

Un ataque de los misseriyas podría “desatar una guerra pequeña o una mayor si el Sur está preparado para luchar”. Pero ninguno de los dos gobiernos está interesado en más batallas, dijo Biong a IPS.

En su opinión, los líderes de la comunidad dinka ngok no tenía ninguna ilusión de que el referendo resolviera de una vez por todas la cuestión de Abyei. Sin embargo, ese no es realmente el punto.

“Hay una posibilidad de que el referendo pueda (crear) una presión real”, dijo. Los gobernantes tendrán que “observar las consecuencias de lo que hemos dicho”, agregó. Y en eso han sido exitosos.

Es difícil para los dos gobiernos, especialmente para Yuba, ignorar la movida de los dinka ngok.

El acuerdo de paz que puso fin a décadas de guerra civil sudanesa, prometió a la comunidad de Abyei una consulta popular que coincidiría con el referendo de enero de 2011 para decidir sobre la independencia del sur de Sudán. Este se celebró, y el sur se escindió del norte. Pero para Abyei no hubo referendo.

En septiembre, un panel de expertos de la Unión Africana (UA) sugirió que se consultara solo a los dinka ngok en octubre de este año. Sin embargo, la UA retiró su apoyo a la propuesta cuando Jartum objetó la exclusión de los misseriyas.[related_articles]

Los líderes de la etnia dinka ngok siguieron adelante con el referendo, pese a las advertencias de que ese paso podría amenazar la paz de la región, formuladas por la UA. El 31 de octubre, funcionarios del Alto Comité del Referendo de Abyei anunciaron los resultados de su consulta popular unilateral para determinar el futuro de la disputada área.

Solo se convocó a a las urnas a la comunidad dinka ngok y, tal como se había anticipado, la decisión fue prácticamente unánime. Más de 63.000 personas votaron a favor de integrarse a Sudán del Sur. Y apenas 12 votaron para que Abyei fuera parte de Sudán, según los resultados divulgados.

Apenas se divulgó el escrutinio, los jefes de nueve reinos dinka ngok firmaron compromisos de unirse a Sudán del Sur.

Las autoridades de Sudán del Sur, que no están dispuestas a complicar su delicada relación con Jartum, guardaron silencio sobre el referendo.

Pero Biong espera que el pronunciamiento de la etnia dinka ngok lleve a la UA a reiniciar las negociaciones entre Jartum y Yuba. Y hay evidencias que apoyan esta presunción.

Una misión de la UA llegará este martes 5 a Abyei, donde permanecerá dos días. Con miras a esa visita, el grupo solicitó al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que diera apoyo a la propuesta de septiembre de 2012, que establece que los habitantes de Abyei deben determinar “su futuro político, y (se debe asegurar) el derecho de acceso permanente para las poblaciones migratorias”.

Sin embargo, será difícil lograr que los dos gobiernos se sienten a negociar, si bien la relación notoriamente fría está mejorando, lo que quedó de manifiesto en octubre con la visita del presidente de Sudán, Omar al Bashir, a Yuba.

Ambos países se están beneficiando de la distensión. Cuando se escindió Sudán del Sur, un país sin salida al mar, se llevó consigo las tres cuartas partes de las reservas petroleras de Sudán. Pero este mantuvo el único oleoducto para exportar el crudo sursudanés.

A comienzos del año pasado, Yuba interrumpió su producción de petróleo, en protesta por los elevados aranceles que le cobraba Jartum por el uso del oleoducto. El problema se resolvió luego de más de un año, y la producción se reinició en marzo.

Desde entonces, Sudán del Sur percibió 1.300 millones de dólares de la venta de crudo, y pagó 329 millones de dólares a Sudán, según el Ministerio de Petróleo.

A la luz de esta situación, ambas partes tendrán cuidado de evitar una escalada por el estatus de Abyei, dijo a IPS el profesor de paz y desarrollo rural en la Universidad de Yuba, Alfred Lokuji.
Los gobernantes de los dos países han eludido el tema. Coinciden en proponer una fuerza policial y una administración conjuntas para la región, pero no han fijado plazos y ni siquiera mencionado en referendo, aunque Yuba había manifestado anteriormente su apoyo a la propuesta de la UA.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán del Sur, Mawien Makol Arik, dijo a IPS que su gobierno no permitiría que los dinka ngok votaran para alterar las relaciones con el vecino del Norte, que estaban mejorando.

“Los dos presidentes emitieron un comunicado para acelerar la instauración de la administración de Abyei”, señaló. “Ninguno de los dos gobiernos es parte del referendo, así que (no) va a ocurrir ninguna alteración”.

Aunque Jartum podría evitar el tratamiento inmediato de este problema, Yuba no puede darse ese lujo. Entre Abyei y Sudán del Sur hay vínculos profundos, y muchos miembros de la comunidad dinka ngok ocupan altos cargos desde los cuales ejercen presión sobre el gobierno.

Los rivales políticos del presidente sursudanés Salva Kiir ya han señalado que están preparados para agitar el asunto si Sudán del Sur decide guardar silencio en relación a Abyei.

William Rial Liah, secretario general del opositor Partido Democrático Unionista, viajó a Abyei en los días previos al referendo para mostrar su apoyo.

“Permitamos al pueblo de Abyei tomar esta decisión y lo respaldaremos hasta el final”, dijo a IPS.

Aunque es posible que el resultado de la consulta nunca sea reconocido, los líderes de la etnia dinka ngok pueden haber obtenido exactamente lo que querían: generar presión diplomática y política para lograr, al fin, el referendo vinculante que les habían prometido.

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