Una funcionaria policial de alto rango murió este lunes 16 en el sur de Afganistán tras ser atacada a tiros por desconocidos. Meses atrás, su predecesora en el cargo había sido asesinada en circunstancias similares.
La subinspectora Negara (quien como muchos afganos tenía un solo nombre) estaba comprando pasto para sus corderos el domingo 15 cuando dos hombres armados se le acercaron en una motocicleta y le dispararon en el cuello, informó Omar Zawak, portavoz de del gobernador de la provincia de Helmand.
Negara era la funcionaria policial de mayor rango en esa conflictiva provincia.
Los médicos intentaron salvarla, pero falleció en las primeras horas de este lunes 16, informó el portavoz policial Fareed Ahmad Obaidi. Zawak también confirmó el deceso.
El portavoz del gobierno de Kandahar, Javid Faisal, dijo a Al Jazeera que Negara sabía que el trabajo que hacía era importante para todas las mujeres en Helmand.
“Era la funcionaria de mayor rango en la fuerza policial femenina en Helmand. También trabajó durante el régimen de (Mohammad) Najibulá (1986-1992)”, destacó Faisal.
“Se la consideraba la comandante policial más efectiva en la provincia, y ella creía que su tarea era la más crucial y la más importante para las mujeres en Helmand”, añadió.
“No recibió ninguna amenaza de su familia, ni de sus amigos, ni de parientes ni hermanos. Pero los insurgentes y los extremistas se oponen a los derechos y a la independencia de las mujeres en el país”, afirmó.
Negara trabajaba en el Departamento de Investigación Penal de Helmand, cuya oficina se encuentra en la ciudad de Lashkar Gah.
Había asumido el cargo que ocupaba Islam Bibi, asesinada a tiros en julio por desconocidos.
Bibi les había dicho a periodistas que sus propios familiares la amenazaban para que dejara el cargo.[related_articles]
Los informes oficiales difieren en cuanto a la edad que tenía Negara, variando entre 35 y 38 años, así como en su historia personal.
Su yerno, Faizullah Jan, dijo que ella tenía 41 años y dos hijos, un varón y una mujer, y que había trabajado para la policía en los años 90 antes de que el movimiento islamista Talibán asumiera el poder y les prohibiera trabajar a las mujeres.
“Era como una madre para mí. Aprendí muchas cosas de ella”, dijo Jan.
Mujeres atacadas
En la familia de Negara hubo muchos policías, incluyendo a su hijo, uno de sus hermanos y ella misma. Ninguno de sus parientes objetaba el trabajo que hacía, aseguró su yerno.
Sin embargo, había recibido amenazas telefónicas de personas que afirmaban pertenecer al Talibán. El movimiento islamista no se adjudicó el asesinato, y un portavoz del grupo no estuvo disponible para hacer declaraciones.
No obstante, se cree que el movimiento estuvo detrás de los últimos ataques contra mujeres afganas.
A comienzos de este mes, el Talibán secuestró a una parlamentaria y la mantuvo cautiva por cuatro semanas, para luego liberarla en un intercambio de prisioneros con el gobierno.
En agosto, un grupo armado realizó una emboscada contra un convoy en el que viajaba una senadora. Esta resultó gravemente herida, mientras que su hija de ocho años y su guardaespaldas fallecieron en el ataque.
Publicado en acuerdo con Al Jazeera.