Numerosas iglesias sufrieron atentados en Egipto tras la mortal represión contra partidarios del derrocado presidente Mohammad Morsi.
La Unión Juvenil Maspero, una organización de cristianos coptos, estima que, desde los enfrentamientos del miércoles 14, unas 38 iglesias quedaron totalmente devastadas por el fuego en nueve gobernaciones. Pero muchas más sufrieron saqueos.
Los atacantes fueron partidarios furiosos de la Hermandad Musulmana, aseguró Ishaq Ibrahim, investigador de la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, en entrevista con IPS.
“Tratan de crear un cisma entre cristianos y musulmanes para mostrarle al mundo que Egipto está al borde del colapso”, explicó.
Los agresores también arremetieron contra las casas y los negocios de cristianos y a muchas personas las sacaron de sus hogares, añadió Ibrahim.
“Incendiaron y saquearon 58 casas y 85 tiendas en todo el país desde el miércoles negro”, indicó.
Unos 525 partidarios de la Hermandad Musulmanes murieron y más de 2.000 quedaron heridos tras la brutal represión perpetrada por las fuerzas de seguridad la semana pasada.
“La Hermandad Musulmana asume que los cristianos instigaron al derrocamiento de Morsi porque están contra la shariá” (ley islámica), explicó Ibrahim.
Murieron seis cristianos coptos y otros siete fueron secuestrados mientras se incendiaban las iglesias, puntualizó.
“La gobernación de Menia, en el Alto Egipto, fue escenario de los peores ataques contra los coptos, 12 iglesias quedaron totalmente devastadas”, añadió.
El portavoz de la Hermandad Musulmana, Ahmad Ared, condenó la violencia contra los cristianos y la destrucción de iglesias y acusó al ejército de fraguar los incidentes para mancillar la imagen de la organización.[related_articles]
La Iglesia Copta, que representa a la principal comunidad cristiana del país, emitió un comunicado en el que afirma que respalda a la policía y a las Fuerzas Armadas frente a “violentos grupos armados” y al “terrorismo”.
“Nunca habíamos visto tanta crueldad”, dijo Anba Makarios, obispo de la Iglesia Ortodoxa en Menia, en entrevista con IPS. Los cristianos coptos sufren desde hace décadas y encuentran dificultades a la hora de obtener permisos para construir sus templos.
“En menos de tres días hubo más de 55 iglesias quemadas y saqueadas”, subrayó.
“Gritaban ‘Allahu Akbar’ (Dios es grande) mientras quemaban nuestras iglesias, orfanatos y hospitales. Peleaban como si fuera una guerra santa contra la cruz. ¿Cómo la gente va a confiar en una religión después de ver tanta sangre derramada en nombre de Dios?”, preguntó.
Makarios dijo que los agresores parecían pertenecer a movimientos islámicos radicales. “Creen que la Iglesia apoyó económica y espiritualmente el derrocamiento de Morsi y vinieron a vengarse”, opinó.
El obispo rechazó el pedido de algunos cristianos de recurrir a una fuerza extranjera para garantizar su seguridad.
“El Estado debe proteger las iglesias y las propiedades de los coptos”, remarcó Makarios. “Hemos rechazado ese tipo de interferencia pese a que hace años sufrimos discriminación religiosa”, añadió.
Numerosos actores locales coinciden en que los ataques contra los cristianos coptos forman parte de un juego político.
La Hermandad Musulmana trató de llamar la atención de Occidente de todas las formas posibles, dijo Fuad Badrawi, vicepresidente del Nuevo Partido Wafd, de tendencia liberal, en entrevista con IPS.
La organización “cree que agrediendo a los coptos logrará la intervención de Estados Unidos y de la Unión Europea”, opinó.
Los “terroristas” planificaron los ataques en el Alto Egipto, donde es difícil despachar a las fuerzas de seguridad, observó Badrawi. La estrategia debilitó los esfuerzos de la policía y del ejército, apuntó.
En cambio, los grupos islámicos lograron una reacción del papa Francisco y de líderes cristianos, precisó.
Badrawi es nieto del fallecido líder histórico Fuad Serag al Din. El Nuevo Partido Wafd nacionalista y liberal está ligado al Partido Wafd, que fue fundado en 1920. Era el más popular de Egipto hasta su disolución tras la revolución de 1952, pero reapareció, luego, en 1983.
Los arqueólogos también condenaron los ataques contra los templos cristianos, pues algunos de ellos tenían cientos de años.
“Las iglesias incendiadas incluyen algunas de particular valor histórico y patrimonial”, se lamentó la arqueóloga egipcia Monica Hanna.
Un antiguo monasterio de la Virgen María del siglo IV quedó en ruinas, observó.
“Los saqueadores se aprovecharon de la falta de seguridad e hicieron excavaciones ilegales en busca de antigüedades en el monasterio de Deir Mawas, en la gobernación de Menia, que quemaron los partidarios de Morsi”, añadió.