El diflubenzuron, un insecticida y acaricida empleado en la piscicultura brasileña, afecta la calidad del agua potable y puede producir p-cloroanilina (PCA), sustancia potencialmente cancerígena para seres humanos, según estudio de investigadores de la Universidad Estadual de Campinas.
Su uso está reglamentado en Brasil para actividades agrícolas, pero no para otras producciones. Los piscicultores lo adoptaron porque es poco tóxico para los peces, si bien causa daños a crustáceos y algas.
“El PCA es una sustancia derivada, que puede originarse cuando el insecticida entra en contacto con el agua», explicó a Tierramérica la autora del estudio, Darlene Denise Dantzger.
«Las pruebas mostraron que el insecticida no es nocivo para los peces y humanos, pero el PCA sí, y puede desatar el desarrollo del cáncer. Aunque esta sustancia no esté prohibida, es posible comprarla purificada, su empleo en ambientes acuáticos es ilegal», advirtió.