El regreso al Mercosur y a la Unasur son los objetivos urgentes del próximo gobierno de Paraguay, dentro de una agenda internacional que también incluye como prioridades una nueva proyección al océano Pacífico y la consolidación de mercados para sus principales productos.
“Tenemos que resolver primero nuestros asuntos entre vecinos, de este barrio no nos podemos mudar”, aclaró el presidente electo, el derechista Horacio Cartes, en referencia a la suspensión de Paraguay del Mercosur (Mercado Común del Sur) y la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), a raíz de la destitución del expresidente Fernando Lugo, en junio de 2012.
“Salir del Mercosur sería una tontería”, dijo Cartes rotundo. Argentina, Brasil y Uruguay, los otros miembros fundadores, decidieron marginar a Paraguay del grupo, por considerar que en este país se rompió el hilo institucional en la sustitución parlamentaria de Lugo por el hasta entonces vicepresidente, Federico Franco.
Pero Cartes puntualizó que no asistirá a la próxima cumbre del bloque, que se realizará en Montevideo el 28 de junio, mes y medio antes de que asuma la Presidencia el 15 de agosto.
En una entrevista al diario chileno El Mercurio, su primer pronunciamiento sobre política exterior, Cartes dijo que los esfuerzos para normalizar sus vínculos con sus vecinos sudamericanos se combinarán con otros objetivos estratégicos de su diplomacia hacia América Latina.
«El Pacífico es muy importante”, por lo que “haremos todo lo posible para profundizar y estrechar esa relación”, afirmó el presidente electo, con quien el Partido Colorado retornará al poder, que controló desde la mitad del siglo XX hasta la llegada de Lugo, en 2008.
Adelantó un acercamiento a la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Colombia, México y Perú, de la que alabó su flexibilidad, su potencial y cómo aprovecha su experiencia y sus nexos dentro del foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Apec).
«Paraguay debe relacionarse muy bien con el mundo. Los vecinos, ciertamente, pero también con nuestros hermanos latinoamericanos y asimismo con Asia», dijo Cartes. Este país ya tiene vínculos comerciales importantes con miembros asiáticos de la Apec.
El mandatario electo también colocó a Europa entre sus objetivos prioritarios, junto con el incremento de sus exportaciones fuera del continente, como los de la carne a Rusia, su mayor comprador, y a los países árabes.
Pero el primer caso en que Cartes medirá su capacidad diplomática será el de la crisis paraguaya con el Mercosur, cuya solución implica la aceptación de Venezuela como miembro pleno del bloque.
Ese ingreso fue oficializado en una cumbre del Mercosur en julio de 2012, después de la suspensión de Paraguay, cuyo parlamento había vetado hasta entonces la adhesión plena de Caracas. Pero si se levanta la suspensión, el Senado paraguayo debería ratificar el protocolo de adhesión plena del nuevo socio.
“Nosotros tenemos una postura clara de apoyar el ingreso de Venezuela, que el Congreso (legislativo) ratifique esta situación”, dijo a IPS el reelecto diputado Ricardo Canese, del Frente Guasú.
El representante de la coalición de grupos de centro-izquierda e izquierda, que será la tercera fuerza en el Congreso bicameral que iniciará su legislatura el 1 de julio, dijo que ese es uno de los 17 puntos de la agenda parlamentaria del Frente, junto con “la inmediata inserción de Paraguay en todos los espacios de integración” de los que fue suspendido.
El politólogo José Carlos Lezcano pronosticó a IPS que los colorados terminarán por respaldar el ingreso de Venezuela al Mercosur.
Recordó que fue uno de sus gobiernos el que firmó en 2005 el protocolo de adhesión del país caribeño y que Cartes “necesita reconocimiento de la región” y este depende “totalmente” de Brasil, lo que “no le deja mucho margen en el tema”.
Lezcano analizó que la oposición de la derecha al ingreso venezolano al bloque fue un arma para desgastar al gobierno de Lugo y que ahora que los colorados retornan al poder le puede convenir abanderar la ratificación y obligar a la izquierda a apoyarle en el tema.
El senador colorado Hugo Estigarribia, quien integró la anterior legislativa Comisión de Relaciones Exteriores, dijo que esa opción está sobre la mesa. Pero también, adujo, podría discutirse “la eliminación del protocolo de Usuahia y su cláusula política” sobre el compromiso democrático del bloque, para “devolverle su naturaleza más comercial”, expuso.
Debería sopesarse si Paraguay “permanece como miembro pleno de Mercosur o si lo hace como estado asociado”, añadió.
Trascendidos no confirmados oficialmente aseguran que la ratificación paraguaya de Venezuela como miembro pleno del Mercosur es un requerimiento de Brasil para el retorno de Asunción al bloque, que iría unida al reingreso a la Unasur, que congrega a los 12 países sudamericanos.
Tovar da Silva Nunes, portavoz de la cancillería brasileña, adelantó que su gobierno considera que el retorno de Paraguay a los dos grupos “no será automático”, una vez que asuma el nuevo gobierno. Pero no precisó las eventuales condiciones para superar la crisis.
Paradójicamente, es desde Caracas de donde llegan abiertas declaraciones a favor de normalizar los nexos con Cartes. “Necesitamos a Paraguay en el Mercosur y la Unasur porque hace falta, porque son nuestros hermanos», dijo el presidente venezolano Nicolás Maduro tras las elecciones del 21 de abril.
En Asunción, los empresarios también presionan por la ratificación de Venezuela como socio del Mercosur, muy interesados en reanudar sus exportaciones de carne y de soja al país caribeño.
«No pueden impedir que vengan inversiones, que vengan industrias a dar trabajo», advirtió Cartes a los senadores que eventualmente pretendan votar contra la ratificación de Venezuela.
Al contrario de lo que le sucedió a Lugo, Cartes va a contar, para solventar la crisis, con el Mercosur y la Unasur, así como con mayoría absoluta en la cámara de Diputados y una mayoría relativa en el Senado para avanzar en su agenda internacional.
En el nuevo parlamento, el Partido Colorado tendrá 47 de los 80 curules de la cámara baja y 19 de las 45 bancas del Senado. La segunda fuerza parlamentaria la tendrá el también derechista Partido Nacional.
Los analistas recuerdan que los legisladores colorados no siempre actúan en bloque y que su bancada ha llegado a tener hasta tres fracciones. Pero aventuran que Cartes les convencerá de lo fundamental de la ratificación y los votos faltantes los aportarán el Frente Guasú y otro grupo minoritario.
El dominio legislativo colorado, indican, le facilitará también al próximo gobierno avanzar en otro proyecto que apoyan con ansia los empresarios paraguayos: la firma de un tratado de libre comercio con México, que le otorgue preferencias a su ingreso a la segunda economía latinoamericana.