Adolescente ugandesa hace jaque mate al destino

Mutesi solo aprendió ajedrez para poder comer, y ahora es una inspiración para muchos. Crédito: Amy Fallon/IPS

Phiona Mutesi era una niña de nueve años desesperada por obtener alimento en el mayor tugurio de Uganda, Katwe, cuando conoció a través de su hermano mayor, Brian, un programa de aprendizaje de ajedrez.

No fueron los peones, alfiles, caballos o torres los que atrajeron a Katwe a una iglesia de Kampala, sino lo que acompañaba a las lecciones: un plato de comida gratis.

“No teníamos nada para comer. Dormíamos en las calles porque no teníamos dinero para alquilar una casa. Fueron tiempos difíciles”, dijo Mutesi, hoy de 17 años y cuyo padre murió de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) cuando ella tenía tres.

“Las piezas (del ajedrez) me parecían atractivas, pero no quería aprender el juego. En ese entonces solo quería algo para comer”, contó Mutesi.[related_articles]

Ella estaba siempre sucia y descalza, y los demás niños que participaban del programa, administrado por Robert Katende, de la misión cristiana Sports Outreach Institute, le decían que se fuera.

“Yo no me sentí mal porque así era la vida en Katwe”, contó a IPS en la casa de Katende, donde ahora reside y donde guarda todos sus trofeos. “Si no luchas no lo obtienes”, dijo, reiterando lo que ha sido lema en su vida.

Mutesi regresó una y otra vez al programa de ajedrez, pero solo por la comida. “Ahí es cuando pude practicar y fui mejorando. Luego me fue interesando el ajedrez”, indicó.

“Me gusta el ajedrez porque exige planificación. En la vida que he tenido, también estuve planificando. Cuando vives en un tugurio tienes que planear: ¿cómo voy a tener comida mañana?”, dijo.[pullquote]3[/pullquote]

El juego fue introducido en este país de África oriental apenas en los años 70 por un grupo de médicos que trabajaban en el Hospital Mulago de Kampala, explicó Christopher Turyahabwe, secretario general de la Federación de Ajedrez de Uganda.

“Creían que podía ayudar (a los pacientes) a razonar”, dijo Turyahabwe a IPS. “Luego se propagó en el ejército para ayudar (a los militares) a planear estrategias”.

Fue en gran medida gracias al sacerdote británico Damian Grimes, director del Colegio Namasagali entre 1967 y 2000, que el juego llegó a los centros de estudio. Grimes creó un club de ajedrez, organizando competencias con otras escuelas.

“Al principio teníamos solo tres o cuatro colegios”, contó el religioso a IPS. “No podíamos persuadir a ninguna niña a que participara”, indicó.

“Sin embargo, gradualmente las cosas fueron avanzando y para fines de los 70 y comienzos de los 80 ya participaban como 30 colegios o más, incluyendo de niñas”, señaló.

La competencia se convirtió en un festival anual de ajedrez, que luego pasó a llamarse Torneo Escolar Padre Grimes.

Más de dos décadas después de haber sido creado ese campeonato, una niña del tugurio de Katwe y su equipo se alzaron con el título cinco veces consecutivas.

Tras este éxito, Mutesi se presentó en 2009 en el Torneo Internacional de Ajedrez de Sudán del Sur. Fue su primer viaje fuera de Uganda y su primer viaje en avión.

“Estaba tan emocionada que no lo podía creer, hasta que llegamos”, recordó. “Pensé que estábamos cerca del paraíso”.

Desde entonces ha competido en dos olimpiadas de ajedrez, en Rusia y Turquía. Luego de su participación en la competencia de Estambul el año pasado, fue nombrada Maestra Candidata, primera categoría a la que accede un aspirante a Gran Maestro Internacional, el mayor título dado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDA).

La adolescente habló el mes pasado en la cumbre Mujeres en el Mundo, celebrada en Nueva York y a la que asistieron personalidades como la ex secretaria de Estado (canciller) estadounidense Hillary Rodham Clinton y la presentadora de televisión Oprah Winfrey.

Mutesi también jugó con su héroe, Garry Kasparov, uno de los grandes campeones de ajedrez del siglo XX.

El empresario y filántropo estadounidense Bill Gates también le habría pedido para jugar una partida con ella, y la compañía Disney está en la etapa de preproducción de una película sobre su vida. Además, una escuela en Estados Unidos creó un torneo de ajedrez con su nombre.

“Descubrí el mundo, y que había más que Katwe”, dijo Mutesi.

“Yo solo estaba pensando en cómo conseguir algo para comer. Pero ahora tengo la esperanza de convertirme en una gran maestra, una médica, o incluso construir un orfanato para niños de tugurios”, añadió. “Nunca creí que sería una inspiración para otras personas”.

Antes de que Mutesi comenzara a asistir al Colegio Secundario Vocacional de Saint Mbuga, en Kampala, con una beca completa, solo había allí otras cuatro jugadoras. Ahora hay más de 50, y el ajedrez es materia obligatoria en ese centro de estudios.

Hoy Mutesi es la capitana del equipo nacional ugandés de ajedrez. Participó en dos olimpíadas de la FIDE y en los Juegos Mundiales Universitarios.

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