El Tribunal Supremo de India negó la solicitud de patente de un medicamento contra el cáncer elaborado por el laboratorio suizo Novartis, lo cual significa un duro golpe para la industria farmacéutica transnacional que busca incrementar su presencia en ese apetitoso mercado.Tras un largo proceso, el máximo tribunal declaró este lunes 1 que el fármaco Glivec no califica para una patente según la legislación india. Novartis presiona desde 2004 a Nueva Delhi para que la proteja de las compañías locales que fabrican medicamentos genéricos.
El dictamen indica que el fármaco para el cual Novartis solicitaba una patente de venta local «no cumplió con el análisis de innovación o inventiva» requerido.
[related_articles]La firma farmacéutica presentó un recurso en 2009 ante el Tribunal Supremo contra una ley que prohíbe las patentes para nuevas formas de medicamentos ya conocidos, pero no radicalmente diferentes.
Sohail Rahman, corresponsal de Al Jazeera en Nueva Delhi, dijo que el fallo significaba una «enorme decepción» para Novartis, pues permite que los laboratorios indios sigan produciendo medicamentos genéricos más baratos para consumo local e internacional.
Sin embargo, el dictamen podría generar dudas sobre si India viola las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), apuntó Rahman.
Este caso es el más significativo de los muchos que han caracterizado la lucha de patentes en India y puede tener profundas consecuencias a la hora de definir el grado de protección legal para las grandes firmas farmacéuticas que operan en un mercado lucrativo como el de este país, con 1.200 millones de habitantes.
Antecedente peligroso
[pullquote]1[/pullquote]La compañía suiza amenazó con interrumpir el suministro de nuevos medicamentos a India si el dictamen no le era favorable, informó el domingo The Financial Times, de Londres.
«Si la situación se mantiene como hasta ahora, todas las mejoras de un compuesto original no son pasibles de protección (legal) y esos fármacos probablemente no lleguen a India», dijo Paul Herrling, a cargo de la dirección ejecutiva de este caso.
Pero la abogada Leena Menghaney, de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), dijo que una victoria legal para Novartis hubiera sentado «un antecedente peligroso y puesto en grave peligro la legislación de India contra el evergreening» (volver perenne), como se conoce a la práctica de buscar nuevas patentes para compuestos con pequeñas modificaciones de otros ya existentes.
«Sería una situación nefasta para la población del mundo en desarrollo que depende de fármacos genéricos fabricados en ese país. Puede afectar seriamente el acceso a los medicamentos», alertó.
Las compañías fabricantes de genéricos de India, conocida como la «farmacia del mundo en desarrollo», han sido las mayores proveedoras de medicamentos para enfermedades como el cáncer, la tuberculosis y el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida, para quienes no pueden pagar el compuesto sujeto a patente, más caro.
La diferencia de precio entre el fármaco genérico y el patentado es fundamental para las personas más pobres en todo el mundo, según MSF.
La organización señaló que una terapia mensual con Glivec, conocido como «santo remedio» por los resultados en el tratamiento de formas letales de leucemia, cuesta 4.000 dólares, mientras que la versión genérica se puede comprar en India por 73 dólares.
En el caso específico de este medicamento, Rahman subrayó que la mayoría de los pacientes de India ni siquiera pueden comprar la versión genérica, pues el salario mensual promedia los 120 dólares.
Novartis, en este caso, y la industria farmacéutica, en general, arguyen que los laboratorios de India inhiben la innovación y reducen los incentivos comerciales para la producción de fármacos de vanguardia.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.