Falsos títulos universitarios ensombrecen elecciones en Pakistán

El exparlamentario Jamshed Dasti, conocido en su pueblo natal de Muzaffargarh como «Rescate 1122», número de emergencia en Pakistán, es ahora un héroe dudoso tras descubrirse que presentó un título universitario falso para poder postularse a un escaño en el parlamento.

Por tal motivo, el 4 de este mes un tribunal distrital condenó a Dasti a tres años de prisión y a una multa por el equivalente a 50 dólares. Pero apeló ante la Alta Corte de Lahore, logrando que esta revocara el fallo y lo absolviera.

Muchas personas lo elogian señalando que él era uno de los muy pocos legisladores a quienes el pueblo amaba genuinamente. "No les importaba si poseía un título académico o no", dijo Asma Shirazi, un popular conductor de televisión.

Shirazi, quien visitó el distrito electoral de Dasti durante las inundaciones de 2010, conoció entonces a quienes lo votaron, y dijo que nunca hizo mal uso de su posición, que continuó habitando una humilde vivienda, no había adquirido ningún bien material durante su gestión como parlamentario y ni una sola vez le habían imputado cargos de corrupción.

Sin embargo, no todos son tan condescendientes como Shirazi. "Quienes estafan deben ser castigados de alguna manera", sostuvo A.H. Nayyar, un experto en educación que vive en Islamabad.
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El activista Naeem Sadiq, uno de los primeros en sacar el asunto a la luz, hace ocho años, y que ha seguido presionando para que se actúe al respecto, agregó: "Más habrían ido a prisión si hubiéramos tenido una Comisión Electoral de Pakistán activa, alerta y viva en los últimos cinco años".

En las elecciones parlamentarias del 11 de mayo pueden quedar fuera de la política muchos viejos legisladores que han mentido sobre sus antecedentes educativos, a raíz de la prohibición que les impuso la Suprema Corte.

"Ya basta. A ningún elemento corrupto se le permitirá ir al parlamento. Quienes declaran tener títulos que resultan ser falsos no solo han decepcionado a la nación, sino que también han puesto en ridículo su mandato. Tales elementos no merecen ninguna indulgencia", dijo el principal magistrado del país, Iftikhar Muhammad Chaudhry, el 26 de marzo, mientras participaba en una audiencia sobre el caso de los títulos falsos.

Desde entonces, la Comisión Electoral y la Comisión de Educación Superior entraron en acción e incluyeron a varios legisladores en su lista negra.

En declaraciones a IPS, Mudassir Rizvi, de la Red de Elecciones Libres y Limpias, una coalición de 30 organizaciones no gubernamentales que observan las elecciones generales y movilizan a los votantes, dijo que la Comisión de Educación Superior había declarado falsos los títulos académicos de menos de cinco por ciento de un total de más de 1.170 legisladores.

Según el sitio web de la Comisión Electoral, 80 candidatos que falsificaron títulos universitarios ya en las elecciones de 2008 no se postularán esta vez.

El principal tribunal encargó en 2010 a la Comisión de Educación Superior que investigara los títulos académicos de todos los legisladores del parlamento federal, así como de los cuatro provinciales.

Bajo fuerte presión de los parlamentarios, la entidad realizó ese seguimiento durante casi tres años, al cabo de los cuales no logró comprobar los diplomas de 189 personas.

Sin embargo, cuando falta menos de un mes para las elecciones, la investigación repentinamente ha cobrado impulso, pese a que ya no se aplica más la ley que requiere que los legisladores prueben que son auténticos graduados universitarios.

Por primera vez en la historia electoral de Pakistán, los candidatos son investigados para determinar si tienen antecedentes penales, si no pagaron algún préstamo, si evadieron impuestos o si estuvieron envueltos en otra irregularidad financiera.

En 2002, el entonces presidente Pervez Musharraf (2001-2008) había estipulado que los legisladores debían tener un diploma de graduación o su equivalente otorgado por un seminario, como requisito para mejorar el nivel del parlamento.

No obstante, "sumar un título universitario ha demostrado no tener ningún valor, y parece haber fallado en los últimos nueve años. Los estafadores saben cómo vencer al sistema", destacó Nayyar.

La condición se impuso en abril de 2008, cuando el nuevo gobierno llegó al poder, pero la mayoría de los legisladores actuales habían sido elegidos según las viejas reglas.

"Apoyamos plenamente el proceso de investigación estipulado", dijo a IPS Zohair Ashir, secretario del consejo parlamentario del partido Pakistan Tehreek-i-Insaf (PTI), de la estrella del crícket Imran Khan.

"Y el propio PTI está adoptando medidas estrictas para verificar las credenciales de cada candidato", agregó. Su partido se presenta a las elecciones por primera vez.

"La vida de cada trabajador del partido es un libro abierto", dijo Haider Abbas Rizvi, un destacado político que representa al Movimiento Muttahida Qaumi (MQM), principal partido de Karachi y aliado del gobierno anterior en la provincia de Sindh. No le han rechazado a ningún candidato por poseer títulos falsos o falsificados.

El MQM dijo estar investigando a todos sus candidatos por su cuenta, pero esto no ocurre en todos los partidos políticos.

Tras descubrirse que Dasti, elegido en 2008, había tergiversado sus antecedentes académicos en 2010, fue obligado a renunciar. Sin embargo, el gobernante Partido Popular de Pakistán, al que pertenece, en vez de alejarlo lo volvió a nombrar candidato para el mismo escaño que había abandonado.

Dasti no solo ganó, sino que además fue designado asesor especial del primer ministro para asuntos ganaderos.

"Ningún líder partidario pidió a sus miembros que renunciaran pese a saber que muchos de ellos tenían títulos falsos", dijo Sadiq.

Rahman sostuvo que "es patético que partidos políticos hayan cultivado y protegido a sinvergüenzas que han saqueado, llevando al país al borde de la bancarrota".

Las elecciones serán históricas: por primera vez en 65 años, el poder será entregado de un gobierno civil democráticamente electo a otro.

Hay 85,7 millones de votantes registrados en una población de 180 millones, según la Comisión Electoral. De ellos, 37,3 millones son mujeres.

En estos comicios generales, los undécimos en la historia del país, se elegirán los 342 escaños de la Asamblea Nacional y los 577 de las cuatro asambleas provinciales. Hay 7.364 y 16.730 candidatos que se postulan, respectivamente.

La Comisión Electoral ha designado a más de 400 equipos de monitoreo en todo el país, para realizar un seguimiento de las actividades políticas.

Entre los principales partidos están la Liga Musulmana de Pakistán (Nawaz); la (otra) Liga Musulmana de Pakistán (Funcional), aliada con el Partido Popular; Pakistan Tehrik e Insaf ; el Partido Nacional Awami, el MQM y el religioso Jamiat-e-Ulema Islam.

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