Islas Salomón tiene la mayor tasa de urbanización de la región del sur del océano Pacífico. Pero la infraestructura de servicios básicos no lograr cubrir el flujo de población que llega a esta capital, un problema con consecuencias graves especialmente para las mujeres.
En Honiara, 35 por ciento de la población vive en asentamientos irregulares y tienen problemas de salud debido a la falta de agua potable y saneamiento.
Ubicada en Guadalcanal, la isla principal de este archipiélago, Honiara es una ciudad portuaria donde viven 65.000 personas y crece a un ritmo de 2,7 por ciento al año.
Unas 22.500 personas viven en 30 asentamientos informales. Muchas llegaron a esta ciudad en busca de oportunidades económicas y mejor acceso a servicios públicos, mientras otros se vieron desplazados por el conflicto civil (1999-2003) que se desató entre dos comunidades por el acceso a la tierra y a los recursos de Guadalcanal.
Muchos hogares de Honiara sufren a diario la escasez de agua potable para cocinar, beber y lavar. Un estudio sobre los asentamientos irregulares reveló que 92 por ciento de las viviendas no tienen agua corriente y que 27 por ciento usa grifos comunales y 20 por ciento recurren a pozos, ríos y arroyos.
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Los servicios de saneamiento en Islas Salomón solo cubren a 32 por ciento de la población, según la oficina de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH, por sus siglas en inglés), por debajo de la cobertura regional de 46 por ciento.
En los asentamientos urbanos de Honiara solo dos por ciento de la población tiene inodoros con cisterna, 20 por ciento usa retretes de pozo y 55 por ciento usan el mar, el río o terrenos cercanos.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el crecimiento poblacional es uno de los factores que impactan en la disponibilidad de agua en muchas islas del océano Pacífico.
La mayor parte de la infraestructura de saneamiento y suministro de agua fue dañada durante el conflicto civil y, desde entonces, los fondos para el desarrollo priorizaron la reconciliación y la paz, la justicia, la gobernanza y la mejora de la economía.
Un portavoz de la Autoridad de Agua (SIWA, por sus siglas en inglés) y responsable del suministro urbano que no quiso dar su nombre explicó a IPS que la "red actual no puede cubrir la demanda por restricciones, y la limitada cantidad de cañerías y su deteriorado estado no pueden incorporar a una población en rápida expansión".
Eso genera cortes del servicio para "racionar el agua y asegurar el acceso a todos".
Sin embargo, en los asentamientos irregulares, la mayoría de la gente carece de agua corriente.
"El agua para lavar y bañarse es de pozo", puntualizó Alison, residente del asentamiento Henderson, donde viven más de 3.000 personas a las afueras de la ciudad.
"Pero tenemos que caminar mucho para buscar agua para tomar y cocinar. Buscamos gente que tenga tanque y le pedimos si nos dejan sacar un poco", relató.
En el asentamiento de Lord Howe, ubicado al lado del centro, viven cientos de inmigrantes de la isla de Ontong Java en el este del archipiélago de Islas Salomón.
"Allí tienen un grifo comunal cada tres o cuatro familias que ofrece agua a ciertas horas del día", dijo el padre Muliava. "Pero hay días que está seca. Almacenamos agua en recipientes de plásticos y tratamos de gestionar el suministro", añadió el pastor local.
El estado del saneamiento es igual de crítico. "Hay tres casas que tienen instalaciones adecuadas, pero la mayoría de la gente usa la playa vecina, aunque no es seguro usarlo de noche", puntualizó.
En Henderson, Ruth y su marido tienen acceso a un retrete de pozo. "Pero no lo podemos usar, está al aire libre y hay familias alrededor; uno no tiene privacidad", indicó.
Una de las consecuencias es la aparición de casos de disentería, diarrea y cólera. Según el PNUMA, 10 por ciento de los fallecimientos de menores de cinco años en las islas del Pacífico son causados por enfermedades vinculadas a la diarrea. En este país, esa cifra llega a ocho por ciento.
Alison, residente de Henderson, contó su experiencia a IPS: "Estuve internada hace poco en un hospital a raíz de un aborto espontáneo. No usé agua potable y tuve una infección. El médico dijo que necesitaba agua potable".
"Mi hija pequeña tiene sarpullidos en todo el cuerpo a causa del agua", añadió.
La falta de agua y saneamiento se vincula a la violencia contra las mujeres, según un informe de Amnistía Internacional de 2011.
Las mujeres y las niñas quedan en situación vulnerable y pueden sufrir acoso sexual o ser violadas cuando no tienen más opción que caminar distancias considerables sin compañía. A veces deben andar hasta entre tres y seis kilómetros al día para recoger agua, ir a bañarse o cuando solo hay lugares expuestos para hacer sus necesidades. El gobierno dispuso una política nacional para combatir la violencia contra las mujeres en 2010. Pero sigue siendo motivo de preocupación.
Un estudio sobre seguridad y salud familiar en Islas Salomón confirmó que 64 por ciento de las mujeres entre 15 y 49 años que mantuvieron una relación de pareja sufrieron violencia doméstica.
"Si no hay agua, los hombres agreden a las mujeres porque es su papel conseguirla", precisó Ruth.
Uno de los principales desafíos para la gestión de los recursos hídricos en las naciones insulares del Pacífico es la limitada capacidad técnica, de recursos y de gobernanza para atender los complejos desafíos de infraestructura e implementar estrategias de desarrollo.
Un proyecto realizado en colaboración con la Agencia Internacional de Cooperación de Japón se propone crear 16 pozos nuevos, lo que permitirá aumentar la futura capacidad de suministro de la ciudad.
La municipalidad de Honiara solo ofrece servicio a las comunidades que están dentro de los límites de la ciudad, pero tiene una estrategia de largo plazo para incorporar en algún momento a muchos asentamientos informales en su plan urbano.
Un portavoz dijo a IPS que la municipalidad tiene recursos limitados, pero que subsidiaba la construcción de baños, disponibles en la ciudad y en los asentamientos irregulares a un precio reducido, que supervisaba el uso del saneamiento y creaba conciencia comunitaria sobre los problemas de salud y saneamiento.