Las personas que quedaron discapacitadas por ataques suicidas o con bomba del Talibán en las pakistaníes Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA) o en esta provincia vecina de Khyber Pakhtunkhwa (KP) reclaman ayuda y medidas estrictas contra el movimiento islamista."Urge una campaña contra los talibanes para contener la ola de violencia y proteger a la población", dijo Mohammad Imran, un residente de la Agencia Bajaur, de FATA, en entrevista con IPS.
Imran, de 34 años, era un próspero agricultor antes de perder una pierna en un ataque con bomba perpetrado por el Talibán en enero de 2009.
"Toda demora en actuar contra el Talibán aumentará la cantidad de personas discapacitadas", subrayó.
FATA, en la frontera con Afganistán, era una zona tranquila antes de la llegada del Talibán, expulsado de Kabul a fines de 2001 por fuerzas internacionales encabezadas por Estados Unidos.
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Como consecuencia, desde 2005 la región se transformó en un refugio de hombres armados, cuando el Talibán comenzó a lanzar ataques contra las fuerzas de seguridad de Pakistán, los mercados y los comercios de la zona.
"La cantidad de personas discapacitadas, de viudas y huérfanos aumentó de forma alarmante en KP y en FATA desde 2005 debido a la insurgencia", dijo a IPS la ministra de Bienestar Social de esta provincia, Sitara Ayaz.
"El gobierno tiene registradas unas 100.000 personas discapacitadas y 50.000 viudas", apuntó la funcionaria de KP, de la que es capital Peshawar. También aumentó la cantidad de niñas y niños huérfanos, denunció.
La población sigue en situación de vulnerabilidad. Los rebeldes todavía tienen capacidad de perpetrar ataques y dejar más muertos y más discapacitados, subrayó.
"Solo en (el valle de) Swat (en KP), donde el Talibán dominó entre 2007 y 2009, quedaron unas 7.000 personas discapacitadas", añadió.
Javidullah Shah, quien ahora requiere de la ayuda de muletas para caminar, contó que estaba sentado en su sastrería de Swat cuando resultó herido en un ataque suicida del Talibán, en septiembre de 2008.
"Tres meses después, los médicos me amputaron la pierna derecha", relató. "Ahora, lo único que le pido al gobierno es que le dé duro al Talibán porque no merece piedad", añadió.
Shah añadió que él conoce directamente a 150 personas discapacitadas a causa de ataques suicidas y con bomba.
"La mayoría de la gente que sufrió las atrocidades del Talibán se opone a todo tipo de negociación y sostiene que cualquier diálogo con los insurgentes equivale a traicionar a la gente que apoyó al gobierno en la lucha contra el terrorismo", arguyó.
"La mayoría de las heridas son muy serias y la gente no puede trabajar", dijo a IPS el cirujano ortopédico Akbar Ali, residente de Peshawar.
Entre los heridos hay mujeres, niños y niñas que sufrieron heridas dentro o fuera de sus casas, en las áreas de conflicto.
Zari Jana, de 50 años, resultó gravemente herida cuando un cohete cayó en su vivienda de la Agencia Mohmand, en agosto de 2009. "Ahora tengo que andar en silla de ruedas adentro de mi casa y no puedo trabajar", se lamentó.
Los combatientes del Talibán son los responsables de su situación, aseguró. "Por mi discapacidad, mis hijos han sufrido mucho porque no puedo atenderlos. Dios castigará al Talibán, destruyeron a miles de personas como yo", sentenció.
"Este año dedicamos el Día Internacional de la Mujer (el 8 de marzo) a ofrecer tratamiento gratuito a las que resultaron heridas", dijo el director del Complejo de Fisioterapia Habib, Mahboobur Rehman, ubicado en Peshawar.
La mayoría de las personas discapacitadas siguen necesitando fisioterapia, remarcó. Pero necesitan aún más apoyo para incluirlos en actividades económicas, políticas y sociales, observó.
"El gobierno prepara un programa para la población discapacitada en zonas de conflicto para reducir su dolor, restaurar o mejorar las funciones de los órganos afectados, ofrecer ejercicios físicos y mejorar su calidad de vida", puntualizó Rehman, también vinculado a una iniciativa estatal de rehabilitación en KP y FATA.
Pero el gobierno tiene limitaciones para ofrecer servicios de salud física a la población damnificada por la guerra. "Por eso pedimos a los filántropos que se pongan a disposición y protejan el futuro de las personas que quedaron discapacitadas sin tener nada que ver", añadió.
Mohammad Wali, de la Agencia Khyber, resultó herido por un proyectil que explotó cerca de él en enero de este año. Ahora espera una prótesis, al igual que otras cientos de personas que necesitan la asistencia de donantes.
Sartaj Ahmed, del Departamento de Bienestar Social de esa área, dijo que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional realiza un estudio para registrar la cantidad de viudas, huérfanos y personas discapacitadas, con vistas a su futura rehabilitación.
"La mayoría de las personas discapacitadas se convierten en mendigos. Recibimos unas 15 personas al día que buscan ayuda económica", precisó Ahmed.