Los municipios mexicanos deben aplicar políticas integrales de desarrollo y transporte para enfrentar exitosamente su crecimiento, urgen expertos en la materia.
"Tenemos ciudades expandidas, poco densas, con poca oferta de movilidad, pero hacemos ciudades que llevamos en la cabeza, con vías rápidas, pasos a desnivel", dijo Xavier Treviño, director de la oficina en México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por su sigla en inglés).
"Pocos municipios toman en serio la movilidad", aseguró el experto a IPS.
En México, 32 ciudades grandes, de 500.000 habitantes o más, albergan la mitad su población, de casi 117 millones de personas, según datos de la Secretaría (ministerio) de Comunicaciones y Transporte.
Esas zonas experimentan una urbanización acelerada y una expansión horizontal con muy baja densidad.
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Al mismo tiempo, demandan medios de transporte, servicios de agua y electricidad, recolección de basura y otros servicios, sin que los sistemas de planeación consideren esos factores.
"Las políticas de movilidad se han enfocado más en construcción de infraestructura para el automóvil. Lo que ha faltado es una visión integral de movilidad", dijo a IPS la directora de planeación del no gubernamental Centro Eure, Jimena Iracheta.
"Falta entender el problema en toda su complejidad, falta analizarlo seriamente para saber las cifras y necesidades reales y en función de eso tomar decisiones adecuadas, técnicamente bien sustentadas", señaló la directiva del centro dedicado al estudio de asuntos urbanos.
En las principales cinco áreas metropolitanas del país las pérdidas por externalidades negativas asociadas al auto, como contaminación local, contribución al cambio climático, accidentes, congestión y ruido, rebasan los 13.000 millones de dólares, según el ITDP.
Los expertos usan el concepto de externalidad para definir y medir los efectos indirectos de las actividades productivas y de consumo.
La Secretaría de Comunicaciones y Transporte calcula que actualmente existe en México un parque automotor superior a los 29 millones de unidades, que aumentaría hasta 70 millones en el año 2030.
Desde 2008, el Fondo Nacional de Infraestructura y el Programa de Apoyo Federal al Transporte Masivo (Protram), ambos gubernamentales, promueven la elaboración de la gran mayoría de los documentos de planeación sobre movilidad existentes en México.
Para optar a financiamiento, uno de los requisitos es que el municipio presente un plan integral de movilidad urbana.
El Protram, con 40 proyectos en 28 ciudades, destinó en 2011 unos 421 millones de dólares para diversas iniciativas. Además, cuenta con 880 millones para proyectos en preparación, más otros 260 millones para emprendimientos identificados.
Para este año el programa analiza nueve iniciativas para líneas de transporte tipo Metrobús, un modelo de tránsito rápido por carril confinado, y dos de trenes de superficie.
"Los retos de movilidad son enormes. Planeamos trabajar para avanzar a sistemas integrados de transporte, zonas de movilidad múltiple, más movilidad con menos autos y una cultura de la movilidad", indicó a IPS la directora de Planeación de la Secretaría de Transportes y Vialidad de Ciudad de México, Diana Quintanar.
La capital mexicana, que suma más de 20 millones de personas con su zona conurbada, se ha colocado a la vanguardia en alternativas de transporte, con cuatro rutas de Metrobús, un sistema público de préstamo de bicicletas y la instalación de parquímetros en varias zonas citadinas.
En esta urbe, la tercera más poblada del mundo, los kilómetros por vehículo recorridos saltaron de 106 millones en 1990 a 339 millones en 2010, según mediciones del ITDP.
La Secretaría (ministerio) de Medio Ambiente calcula en 748 millones de toneladas de dióxido de carbono las emisiones mexicanas, de las cuales 20 por ciento provienen del transporte.
Para promover la planificación integral urbana, el ITDP elaboró dos documentos: "Guía de estrategias para la reducción del uso del auto en ciudades mexicanas" y "Planes integrales de movilidad. Lineamientos para una movilidad urbana sustentable", que prevé difundir entre las administraciones municipales este año.
Esos documentos recomiendan planes de movilidad que contemplen integralidad, duración de largo plazo, participación ciudadana, sustentabilidad y existencia de indicadores.
Además, proponen los principios de caminar, pedalear, conectar vías y modos de movilidad, así como mezclar usos del suelo residencial, comercial y recreativo.
Igualmente plantean compactar los viajes para hacerlos cortos, mejorar la relación entre la densificación de la población y la capacidad de respuesta de los sistemas de transporte, y generar cambios para aumentar la movilidad mediante la reducción del uso del vehículo particular.
Entre los réditos de un plan integral de movilidad, los manuales del ITDP señalan el aumento de la calidad de vida, beneficios ambientales y de salud, mejora de la movilidad y accesibilidad, positiva imagen de la ciudad, inclusión democrática y un más adecuado cumplimiento de las obligaciones legales.
"Las políticas tienen que estar vinculadas al financiamiento, porque las ciudades se expanden con dinero público. Los municipios deben aplicar cultura de la movilidad y recibir asistencia técnica para que los proyectos" contengan una visión integral de desarrollo sostenible, planteó Treviño.
Entre 2003 y 2010, el Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores concedió más de tres millones de créditos, constituyéndose en la fuerza detrás del boom inmobiliario en la nación azteca.
Empero, unos cinco millones de casas están deshabitadas debido a su lejanía o a condiciones de inseguridad.
"Encontramos casos en los que hubo un intento de relacionar desarrollo urbano con movilidad. Pero necesitamos una legislación que norme la planeación y obligue a que los municipios hagan una buena planeación y que se vincule fuertemente con el transporte", aconsejó Iracheta.
En la cámara alta del bicameral Congreso legislativo mexicano reposa desde 1976 una reforma a la Ley General de Asentamientos Humanos, que enfatiza en la planificación conjunta de los municipios sobre asuntos comunes, como transporte, drenaje, manejo de residuos, entre otros temas.
"Las decisiones debe estar orientadas al transporte sostenible", resaltó Quintanar.
El gobierno del Distrito Federal, asiento de Ciudad de México, proyecta la construcción de la quinta ruta de Metrobús para este año, además de la expansión del Programa Ecobici, de renta de bicicletas públicas.