Sudán del Sur mantiene negociaciones con su vecino del norte para reanudar la producción y el transporte de petróleo, pero el gobierno informó que también desarrolla su propia industria y que en ocho meses producirá combustible para uso doméstico a fin de cortar la dependencia.
El ministro de Petróleo y Minería de Sudán del Sur, Stephen Dhieu Dau, dijo a IPS que con la reanudación del flujo de crudo, una de las prioridades del gobierno es crear infraestructura para procesar el combustible por su cuenta.
"Nuestro objetivo es asegurar que parte del petróleo se pueda procesar en el país para cubrir la necesidad interna y terminar con la escasez de diesel y de gasolina", explicó Dau.
Sudán del Sur interrumpió su producción de petróleo en enero tras una disputa con Jartum por el costo del traslado del combustible hasta el puerto.
Ambos países acordaron reanudar la producción y el intercambio el 27 de septiembre después de que el expresidente sudafricano Thabo Mbeki encabezara los esfuerzos de mediación de la Unión Africana para tratar de distender una serie de desacuerdos que alcanzaron su punto máximo en enero y que pudieron terminar en una guerra abierta en abril.
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Las ventas de petróleo aportaron 98 por ciento de los ingresos de Sudán del Sur. Pero pese a quedarse con 75 por ciento tras su independencia en 2011, este país depende de las refinerías y los oleoductos sudaneses para procesar y transportar el combustible al mercado internacional.
El presidente sursudanés Salva Kiir dijo el lunes 26 en una reunión de gobernadores que la producción de petróleo no se reanudó este mes, como estaba previsto, debido a las demandas de Sudán para que Yuba desarme al rebelde Movimiento por la Liberación del Pueblo de Sudán- Norte.
Pero añadió que el asunto se resolverá pronto pues tras conversar con el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, el domingo 25, ambos mandatarios acordaron que autoridades de los dos países se reunirían en breve para hablar del tema.
Pero en un intento de disminuir la dependencia en Sudán, Kiir dio inicio el 20 de este mes a la construcción de una refinería de petróleo en Melut, una zona productora en el norteño estado sursudanés de Alto Nilo.
Se está construyendo otra refinería en Tharjath, otra zona productora en el vecino estado de Unidad. Ambas instalaciones podrán producir 10.000 barriles al día.
Dau informó que se prevé que ambas refinerías estén operativas en julio de 2013, cuando el gobierno tiene pensado comenzar a producir combustible para consumo interno.
También "permitirán crear oportunidades de empleo para los jóvenes, que es una de las cosas que queremos para que la gente se beneficie de nuestros recursos naturales", añadió.
Edmond Yakani, de Empoderamiento Comunitario para la Organización del Progreso, dijo que además de las refinerías, este país sin salida al mar necesita construir su propio oleoducto hasta el puerto de Lamu, en Kenia.
"No creo que mejoren las relaciones con Jartum y, por lo tanto, Sudán del Sur debe esforzarse por construir su propio oleoducto", dijo Yakani a IPS.
El ministro de Finanzas, Kosti Manibe Ngai, dijo hace tres meses que el trabajo en el oleoducto comenzaría en junio de 2013 con un costo de unos 3.000 millones de dólares.
"El gobierno también debe construir tanques para que en caso de problemas con Sudán podamos tener combustible para que el país siga funcionando", añadió Yakani.
Pese a sus reservas probadas de 4.000 millones de barriles de crudo, la mayor de África oriental, Sudán del Sur debe superar enormes problemas de capacidad.
El director general del Ministerio de Energía y Minería, Simon Chol Martin, dijo a IPS que el gobierno estaba preocupado por la pequeña cantidad de personas empleadas en las compañías petroleras operativas.
El consorcio chino-malasio Dar Petroleum es actualmente el mayor que opera en Sudán del Sur, pero suele emplear ciudadanos chinos y malasios para cargos altos y técnicos. Antes de la independencia, los sudaneses ocupaban esos puestos de trabajo, pero muchos abandonaron el país.
Paul Adong, director ejecutivo de la compañía estatal sursudanesa Nile Petroleum Corporation (NilePet), dijo a IPS que la prioridad del gobierno era garantizar que el sector empleara a sursudaneses y que se estaba creando la capacidad necesaria para "asegurar el aumento de ciudadanos capaces de hacerse cargo del sector a largo plazo".
Con ese fin, el gobierno negocia un acuerdo con Petrad, de Noruega, para que ofrezca capacitación, apuntó.
"Solo hay una forma de construir una compañía de exploración y producción de petróleo y es mediante el manejo de cuestiones prácticas. Es un proceso intensivo de conocimiento, y se necesita no solo la formación adecuada, sino experiencia en la ingeniería", explicó Adong.
Cuando Yuba reanude la producción de petróleo, NilePet generará experiencia sursudanesa en la industria, añadió.
Con la creación de capacidad, Adong espera que en cinco años NilePet sea una compañía exitosa. "Espero que entonces contemos con el conocimiento técnico. Será un logro si NilePet puede operar un campo entero por sí sola", apuntó.
Mientras, comunidades locales y activistas urgen a las compañías petroleras a proteger el ambiente en las zonas de producción y pidieron investigar informes de contaminación.
John Lam Obur, estudiante de la Universidad de Yuba pero originario de Melut, dijo que las actividades de las petroleras han contaminado el ambiente en su localidad natal.
"El ganado muere cuando bebe agua de lluvia cerca de los campos petroleros, la gente sufre enfermedades nunca antes vistas y el aire huele mal por los desechos", dijo a IPS.
Adong dijo que las compañías estaban al tanto de los problemas y que trabajaban para solucionarlos, pues no quieren repetir los mismos errores de otras compañías en otras partes de África.
"Antes mejor renunciar a los dólares para mantener saludable a nuestra comunidad y a nuestro ambiente", señaló.