Solo 38 mujeres, de un total de 586 candidatos, competirán por asientos parlamentarios en las elecciones de este mes en Sierra Leona. Las responsables de esto son, en parte, las propias actuales legisladoras.
Así lo afirmó la directora de la organización sierraleonesa de mujeres Grassroots Empowerment for Self Reliance (Empoderamiento de base para la autosuficiencia), Barbara Bangura.
Los comicios del 17 de este mes serán los primeros en este país de África occidental desde que terminó la guerra civil en 2002.
Por primera vez una mujer, Kadi Sesay, del opositor Partido Popular de Sierra Leona (SLPP), se postula para la vicepresidencia. Pero no muchas compiten para el parlamento.
No hay ninguna candidata a la Presidencia, y solo 337 de los 1.283 postulantes para los consejos locales son mujeres.
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Bangura responsabilizó a las actuales parlamentarias por el fracaso del Proyecto de Ley de Igualdad de Género, que de aprobarse habría asegurado una representación de 30 por ciento a las mujeres en la asamblea legislativa.
"No mostraron el suficiente interés en promover el proyecto y en conseguir el apoyo de sus partidos. Ahora, muchas de ellas no regresarán al parlamento, pues no retendrán sus bancas. Espero que hayan aprendido la lección", dijo a IPS.
La activista explicó que había controversia entre los legisladores sobre qué institución supervisaría la implementación de la ley si era aprobada.
La presidenta del Caucus Parlamentario de Mujeres, Marie Yansaneh, confirmó a IPS que esa polémica impidió que el proyecto fuera aprobado antes de que concluyera la legislatura, el 25 de septiembre.
Una parte sostenía que se debía crear una Comisión de Igualdad de Género, y otra proponía una más específica Comisión sobre Mujeres.
"No fue creada ninguna de esas instituciones propuestas, así que perdimos tiempo. Y entonces esas parlamentarias tuvieron que ir a sus propios distritos a hacer campaña, con lo que no quedó tiempo para el proyecto", explicó Bangura.
La participación política efectiva de las mujeres sigue rezagada en este país de 5,9 millones de habitantes.
Antes de que concluyera la legislatura, había solo 17 mujeres en el parlamento unicameral, de 124 bancas.
Las mujeres tienen una representación de 18,9 por ciento en los consejos locales, y ninguna ha alcanzado a presidir alguno de esos órganos. Además, menos de 10 por ciento de los altos cargos públicos en este país son ocupados por mujeres.
El jefe de información pública en la Comisión de Derechos Humanos, Henry Sheku, dijo a IPS que la aprobación de la Ley de Igualdad de Género habría beneficiado el desarrollo de Sierra Leona.
"Hay un gran número de mujeres con la experiencia y las habilidades óptimas para asumir roles de liderazgo, y tienen la confianza para hacerlo. Pero por culpa de un mal sistema, esas mujeres han sido deliberadamente marginadas", afirmó.
Sin embargo, Navo Kai-Kai, del SLPP y única candidata a la presidencia del Consejo del Distrito de Kailahun, dijo a IPS que había otras razones para la disminución del número de mujeres en la política.
Kai-Kai aseguró haber sido intimidada por su oponente masculino en las primarias del SLPP.
"Hay una seria intimidación. Mi oponente masculino apareció con sus sociedades secretas durante las primarias de nuestro partido, y debí abandonar mi distrito de Kailahun, al este del país, y me fui escoltada por la policía al distrito de Kenema, porque temía por mi vida", señaló.
Muchas otras mujeres también desistieron de postularse cuando la Comisión Nacional Electoral (CNE) incrementó las cuotas de inscripción.
"Me retiré inmediatamente cuando la CNE anunció un aumento en las cuotas de inscripción. Sé que será difícil para mí conseguir esa cantidad de dinero, y mi partido no me va a ayudar, así que perdí mi oportunidad", dijo Memuna Sapateh, del Partido Popular de Liberación, en conversación con IPS.
Los cargos de inscripción pasaron de un millón de leones (250 dólares) a 100 millones (250.000 dólares) para los candidatos presidenciales, y de 100.000 leones (25 dólares) a un millón para los puestos parlamentarios y de consejos locales.
El drástico incremento recibió duras críticas de grupos de la sociedad civil y de la mayoría de los nueve partidos políticos registrados.
Sin embargo, el parlamento aprobó la decisión de la CNE, y las nuevas cuotas entraron en vigor el 10 de septiembre.
Solo después de que los partidos amenazaron con boicotear las elecciones, el gobierno permitió a las fuerzas políticas mantener los costos de los comicios anteriores, en 2007, y decidió que el Estado cubriría la diferencia.
No obstante estos escollos, Bangura insiste en responsabilizar a las propias legisladoras por haber perdido la oportunidad de asegurarles una mayor representación a las mujeres.
"Sí, hubo desafíos para las mujeres, las finanzas de la campaña, el sistema político patriarcal, el sorpresivo aumento de los cargos de inscripción ", reconoció.
"Pero, de todas formas, yo culpo a las mujeres en los partidos políticos. Siempre digo que las mujeres no saben el poder que tienen. Siempre les decimos: Eres una mujer antes de pertenecer a un partido político", añadió.
Sheku aseguró que la Comisión de Derechos Humanos promoverá la aprobación del proyecto de Ley de Igualdad de Género apenas asuma el nuevo gobierno.
Bangura también prometió lucha: "Luego de las elecciones nos reorganizaremos y seguiremos presionando para que el proyecto se convierta en ley".