Por primera vez en 48 años, un pequeño estado insular del océano Pacífico se prepara para asumir la presidencia del Grupo de los 77 (G- 77) más China.
En 2013, la República de Fiyi, ubicada entre Vanuatu y Tonga, y gobernada por un régimen militar liderado por el primer ministro Frank Bainimarama, asumirá la presidencia de la mayor coalición intergubernamental dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reemplazando a Argelia.
La elección de Fiyi "demuestra la confianza de la comunidad internacional en que podemos presidir esa organización de 132 miembros en sus esfuerzos para impulsar los temas que son de gran importancia para todos los países en desarrollo", dijo a IPS el ministro fiyiano de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, Ratu Inoke Kubuabola.
El G-77 fue fundado originalmente con 77 estados en 1967, con el objetivo de que el Sur tuviera una voz común.
Desde entonces, la coalición, ahora con 132 miembros, ha impulsado la cooperación Sur-Sur como estrategia clave para mejorar la calidad de vida y la economía de las naciones más pobres.
[related_articles]
Este grupo intergubernamental, que identifica la erradicación de la pobreza como uno de sus más grandes desafíos, fue también influyente en el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio.
Según un informe del foro mundial divulgado el año pasado, la cooperación Sur-Sur impulsó el desarrollo y las inversiones entre las naciones pobres, y es un formidable motor del crecimiento económico.
Entre 1990 y 2008, el comercio mundial se cuadruplicó, en tanto que el intercambio comercial Sur-Sur se multiplicó más de 20 veces.
El creciente papel de Fiyi dentro de la ONU fue confirmado en la última reunión de cancilleres del G-77, celebrada el 28 de septiembre en Nueva York.
Ese estado insular, con unos 868.000 habitantes distribuidos en más de 330 islas, tiene una economía dominada por las industrias del azúcar y del turismo. Además, ostenta el mejor índice de desarrollo humano dentro de la subregión oceánica de Melanesia.
Sin embargo, la lucha por el poder político entre los fiyianos originarios y los descendientes de indios, que representan respectivamente 57 y 37 por ciento de la población, ha sido motivo de cuatro golpes militares en ese país desde 1987.
En el último de ellos, ocurrido en 2006, Bainimarama, comandante de las Fuerzas Armadas, tomó el poder y disolvió el parlamento arguyendo luchar contra la corrupción.
Su objetivo declarado es reformar el sistema electoral, basado en distinciones de razas, y redactar una nueva Constitución tras una serie de consultas nacionales, para finalmente convocar a elecciones democráticas en 2014.
Pero la resistencia del régimen a celebrar comicios en 2010 motivó sanciones internacionales y, en 2009, la suspensión de ese país de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones) y del Foro de Islas del Pacífico, grupo regional intergubernamental de estados independientes.
El gobierno de Fiyi actualmente recibe un significativo apoyo económico y político de China.
También está políticamente involucrado en la región sudoccidental del Pacífico como integrante del Grupo Melanesio de Avanzada (MSG, por sus siglas en inglés), conformado además por Islas Salomón, Nueva Caledonia, Papúa Nueva Guinea y Vanuatu.
Nikunj Soni, presidente de la junta del Instituto del Pacífico para Políticas Públicas (PIPP, por sus siglas en inglés), centro de estudios independiente con sede en Port Vila, Vanuatu, dijo a IPS que el Foro de Islas del Pacífico ya no es la única organización que tienen las naciones de la región para coordinar una postura común.
Ahora existen otras plataformas, como el MSG o la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por sus siglas en inglés), destacó.
"La presidencia de Fiyi en el G-77 les dará a los líderes del país la oportunidad de alcanzar al resto de la región por vía de consultas para asegurar que una sola voz sea oída en el escenario internacional", dijo Soni a IPS.
"El Pacífico tendrá una rara oportunidad de representarse a sí mismo ante el mundo", añadió.
Esto es cada vez más importante para esos estados insulares, cuya posición geoestratégica clave atrae a superpotencias vecinas como China y Estados.
Beijing incrementa sus inversiones y presencia en las islas, mientras que Washington da pasos para renovar sus alianzas en la región en áreas que van desde ayuda humanitaria hasta seguridad, a la vez que fortalece sus vínculos en defensa con Australia.
Las islas del Pacífico también son ricas en recursos mineros, forestales y marinos. El PIPP subrayó que la prioridad para la región es elevar su voz en temas de seguridad y administración de recursos, en el marco del recalentamiento planetario.
"El Pacífico cubre la mitad de la superficie oceánica mundial y un tercio de la superficie total del planeta. La región contiene algunos de los mayores recursos naturales sin explotar y también parte de las naciones más vulnerables", explicó Soni.
"Sigue siendo vital que los pequeños estados insulares en desarrollo no sean usados por las grandes potencias como sus representantes para sus propias batallas geopolíticas. "Al mismo tiempo, debemos ser capaces de proteger nuestros recursos naturales para beneficio de nuestros propios pueblos", añadió.
La influencia global del G-77 crece conforme los países en desarrollo, en especial Brasil, China e India, emergen como nuevos líderes de la economía mundial.
Según el informe de la ONU de este año sobre las perspectivas económicas globales, los países del Sur en desarrollo crecerán un promedio de 5,9 por ciento en 2013, en tanto que los del Norte industrializado lo harán en 1,9 por ciento.
Pero en la reunión ministerial de Nueva York también se hizo énfasis en muchos desafíos que tienen por delante las naciones en desarrollo, como el impacto de la crisis financiera global en el mercado mundial, la inseguridad alimentaria, la pobreza y los efectos del cambio climático.
"El G-77 fijó sus posturas en negociaciones sobre cambio climático y desarrollo sostenible, dos áreas en las que los pequeños estados insulares se concentraron en Nueva York", dijo Kubuabola.
"Esas son dos áreas en las que Fiyi desea hacer énfasis para asegurar que los intereses de todos los países en desarrollo, incluyendo los pequeños estados insulares, sean efectivamente considerados", agregó.